Cultivos de espárragos

January 8, 2018 | Author: Anonymous | Category: Trabajos y Tareas, Agronomía, Recursos Forestales y Montes
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EVALUACION DE CULTIVARES Y FERTILIZACION NITROGENADA EN ESPARRAGO (Asparagus officinalis L.) EN LA ETAPA DE VIVERO. CULTIVARS EVALUATION AND NITROGEN FERTILIZATION IN ASPARAGUS (Asparagus officinalis L.) IN THE NURSERY STAGE. Palabras índices adicionales: tasa de crecimiento relativa, grados−día acumulados. RESUMEN Para evaluar el crecimiento de cuatro cultivares en macetas y la respuesta a la fertilización nitrogenada en vivero en suelo, se establecieron dos ensayos con viveros de espárrago en la Provincia de Ñuble. En el primer ensayo, los cultivares evaluados fueron: Atlas, UC157F1, JWC1 y UC157F2. Éstos no se diferenciaron en cuanto a sus tasas de crecimiento relativa (TCR). Se observó una alta correlación positiva del crecimiento con la temperatura (como unidades térmicas) y radiación fotosintéticamente activa (RFA). No se observaron diferencias entre cultivares para las variables de coronas evaluadas, excepto sólidos solubles. Los nuevos cultivares Atlas y JWC1 mostraron una calidad final de corona similar a los híbridos tradicionales UC157, expresada como peso fresco, número de yemas y de raíces. En el segundo ensayo, los niveles de fertilización nitrogenada evaluados fueron: 0, 50, 100, 150 y 200 kg ha−1 de N. La fertilización nitrogenada tuvo un efecto marginal en el crecimiento de las coronas, siendo la calidad de las coronas en el tratamiento sin N (46 mg kg−1 N disponible en el suelo) adecuada para el transplante. ABSTRACT To study the growth of four asparagus cultivars in pots and the nitrogen response of a field grown asparagus nursery, two trials with asparagus nurseries were established in the Province Ñuble (Chile). In the first trial, the cultivars evaluated were Atlas, UC157F1, JWC1 and UC157F2. These were not different in their relative growth rates (RGR). A high positive correlation was observed between plant growth and temperature (heat units) and photosynthetic active radiation (PAR). No differences in crown parameters were found between the four cultivars, except soluble solids. The new cultivars, Atlas and JWC1, showed a similar crown quality than the traditional UC157 hybrids, expressed as weight, bud number and root number. In the second trial, the nitrogen fertilization rates were 0, 50, 100, 150 and 200 kg ha−1 N. Nitrogen fertilization had a marginal effect of crown growth, bring the quality of crowns in the treatment whitout N (46 mg kg−1 available N) acceptable for transplanting. INTRODUCCION El espárrago en Chile es actualmente una de las principales hortalizas de exportación, tanto como producto fresco, congelado ó en conserva (Alvarado y Monardes, 1998). Los principales mercados de destino son Estados Unidos y la Unión Europea, con más del 90% de los retornos en los últimos años (PROCHILE, 2000). Dichos mercados presentan en la actualidad tendencias interesantes, como un aumento sostenido de la demanda a tasas anuales de un 2% para producto fresco (Alvarado y Monardes, 1998). Sin embargo, a nivel nacional las perspectivas de mercado se han visto seriamente afectadas principalmente por un fuerte incremento de la superficie productiva de algunos países como Perú y China (Benson, 1999a). Esta situación resulta crítica para la producción nacional, ya que la producción peruana compite en el período de producción local, a contraestación del Hemisferio Norte. La proyección futura de este cultivo por lo tanto deberá pasar por un aumento de la competitividad, tanto por factores productivos como de comercialización. Entre los factores productivos a optimizar para lograr mayores rendimientos estarían la selección del cultivar, zonas de cultivo, fertilización, riego tecnificado, poblaciones de plantas usadas en el establecimiento, períodos de cosecha, evaluación de cultivares 100% machos y cultivares resistentes ó tolerantes a Fusarium spp. 1

La selección del cultivar en espárragos resulta fundamental debido a la permanencia productiva del cultivo por al menos 10 años (González, 1999). Es evidente que este factor no está siendo optimizado en el país, ya que en la actualidad y desde hace más de una década, aproximadamente un 90% de la superficie plantada correspondería a los híbridos californianos UC157F1 y UC157F2 (Monardes y Alvarado, 1989; González, 1999). Esto a simple vista tiene tres implicancias negativas: que dicho material no sea el más adecuado para una determinada área agroclimática, considerando la gran variabilidad climática del país; la poca variabilidad genética existente asociada a eventuales problemas sanitarios y la dependencia de una sola fuente de semilla asociado a conductas monopólicas (precio, disponibilidad del material). Considerando que la respuesta productiva del espárrago está controlada por factores climáticos, principalmente temperatura (Krug, 1996) y por la adaptabilidad a dicho régimen climático, es importante evaluar la respuesta de cultivares para las distintas áreas agroclimáticas del país. En ensayos en las localidades de Curacaví y Valdivia, se ha encontrado rendimientos muy superiores en algunos genotipos introducidos sobre el testigo UC157F1 (9° y 7° lugar, en cada localidad respectivamente), liderando en rendimientos comerciales los cultivares españoles Ciprés y PLA−P2232 en las respectivas localidades (Benson, 1999b). El establecimiento de una esparraguera se puede realizar de tres formas: por medio de siembra directa, por medio de transplantes de 8−12 semanas cultivados en contenedores y por medio de coronas de un año de vivero, siendo esta última modalidad la más usada en el mundo (Mullen et al., 1998). Un vigoroso establecimiento va a estar dado por coronas de calidad, entendiéndose por calidad a una adecuada acumulación de biomasa, un alto número de yemas y de raíces y una gran cantidad de carbohidratos de reserva generados en la etapa de vivero (Dufault y Greig, 1983; Woolley et al., 1999). Los carbohidratos de reserva de las coronas, corresponden mayoritariamente a fructanos (~80%). Los fructanos son polímeros de fructosa con residuos de glucosa, son solubles en agua y varían en su grado de polimerización en la temporada en respuesta a factores ambientales como la temperatura y humedad disponible (Nelson y Spollen, 1987; Madore, 1995; Krug, 1996; Woolley et al., 1999). El estudio de la dinámica del crecimiento de espárragos en la etapa de vivero, permite analizar el crecimiento de cultivares en el tiempo, asociarlo al clima y a prácticas culturales como la fertilización (Dufault y Greig, 1983). En cuanto a la fertilización nitrogenada en espárrago, se desprenden recomendaciones contradictorias de la literatura, con dosis que van de los 50 a 600 kg ha−1 de N para maximizar los rendimientos en esparragueras establecidas (Pitman et al., 1991). No se encontró en la literatura revisada ensayos de fertilización nitrogenada de vivero en suelo que maximicen los factores de calidad de corona antes mencionados. La presente investigación consta de dos ensayos en viveros de espárragos. El primero para evaluar el crecimiento y la calidad final de coronas de cuatro cultivares en macetas y el segundo para medir la respuesta a la fertilización nitrogenada en plantas de espárrago en vivero en suelo, para una producción de coronas de calidad. MATERIALES Y METODOS Ambos ensayos fueron realizados en la Estación Experimental El Nogal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, en la localidad de Chillán, VIII Región (36°34'S y 72°06'W, a 144 m.s.n.m.). El suelo corresponde a la serie Arrayán, de textura franco arcillosa, clasificada como un Inceptisol (Dystrandept vítrico). El clima es Mediterráneo templado con inviernos lluviosos y veranos secos (Novoa et al., 1989) con una precipitación anual que fluctúa entre los 900 y 1300 mm. Ensayo 1: Dinámica de crecimiento de cuatro cultivares de espárragos Los cultivares evaluados fueron UC157F1, UC157F2, Atlas (California Asparagus Seeds and Transplants Inc. Davis, USA) y JWC1 (Aspara Pacific, Nueva Zelandia). El 3 de noviembre de 1999, se sembraron cinco 2

semillas por cultivar en macetas de polietileno de 1, 5 y 15 L de capacidad con suelo local, para su evaluación en el tiempo. Posteriormente se raleó a tres plantas y finalmente se dejó una planta por bolsa. El diseño experimental usado fue de bloques al azar con cuatro repeticiones. Cada unidad experimental constó de 9 macetas, tres de cada capacidad. Para la fertilización del ensayo se realizó un análisis químico inicial y se aplicó una dosis equivalente a una relación N−p2o5−K2o de 100−200−100 kg ha−1, parcializándose el nitrógeno, la mitad a la siembra y la mitad en verano. Las evaluaciones destructivas se realizaron sobre variables de crecimiento de la planta completa, a intervalos de tiempo de aproximadamente 3 semanas entre noviembre de 1999 y abril del 2000 (seis muestreos). Se realizó una última evaluación en julio cuando no había presencia de follaje, analizándose sólo componentes de las coronas. En cada muestreo se tomó una maceta por tratamiento comenzando por las macetas de 1 L para terminar con las de 15 L de capacidad. Las variables medidas fueron: Emergencia de plantas: Se determinó la emergencia final (%) alcanzada por cada cultivar, realizándose además la determinación de la emergencia del 50% de las semillas (E50) para usarla en el análisis de crecimiento de cultivares. Biomasa total acumulada: Peso seco total (PS) en el tiempo, para la obtención de la curva de crecimiento. Se realizó un análisis de regresión lineal, entre el logaritmo natural (ln) del peso seco y el tiempo (t), obteniéndose la tasa de crecimiento relativa (TCR) para cada cultivar, como: TCR(g g−1d−1)= bi ± (tn−2,/2 * Sbi) (1) Con bi= pendiente del ajuste lineal, Sbi= error estándar de bi, n= n° pares de datos y =0,05 (Johnson, 1990). El día cero utilizado para el ajuste de las curvas de crecimiento fue el día en que se alcanzó la E50 en cada cultivar, tomándose como último punto la última fecha de muestreo con presencia de follaje. La elección de dicho rango de crecimiento, se basó en el hecho de que la TCR es dependiente de la tasa de asimilación neta de CO2 y de la relación de área foliar (Hunt, 1982). Variables climáticas: Se obtuvieron datos de temperatura del aire (°C) y radiación global (Rt, en MJ m−2) de la Estación Meteorológica de la Universidad de Concepción, ubicada a unos 500 m del ensayo, para asociarlos al crecimiento de las plantas. El crecimiento fue representado por el ln del peso seco total, buscando el mejor ajuste lineal o cuadrático con: el tiempo, grados−día acumulados (GDA), radiación fotosintéticamente activa (RFA) y grados−día efectivos acumulados (GDEA). Los GDA (°C d−1) corresponden a la acumulación térmica día a día durante la estación de crecimiento, como: GDA = (T−Tb) (2) Con T= temperatura media diaria y Tb= temperatura base para el crecimiento(5°C, en espárrago (Fehér, 1992)). La RFA se hizo equivalente a un 45% de la Rt (Scaife et al., 1987). La obtención de los GDEA se realizó acumulando los GDE día a día, los cuales se obtuvieron según el modelo propuesto por Scaife et al.(1987): 1 GDE−1 = 1 GD−1 + RFA−1 (3) Donde GD son los grados−día (base 5ºC) y es una constante, que determina la contribución de la variable independiente RFA al modelo. La constante se obtuvo iterando hasta maximizar el coeficiente de determinación.

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Variables de crecimiento de follaje: Largo de brotes, definido como el largo del mayor brote de la planta, número de brotes, peso fresco y seco de follaje. Variables de crecimiento de coronas: Largo de raíces (de la raíz más larga), número de raíces carnosas, número de yemas diferenciadas (>5mm de diámetro), peso fresco de coronas, peso seco de coronas y sólidos solubles. El peso seco se obtuvo a partir del secado de coronas en horno a 45°C para evitar la caramelización de azúcares. Los sólidos solubles fueron determinados por refractometría, a partir de trozos de 2 cm de raíces obtenidos a 3 cm del rizoma. Relaciones de crecimiento: Se formularon relaciones de crecimiento entre distintos órganos de la planta, para estudiar aspectos de partición de la biomasa y calidad de coronas de los cuatro cultivares. Las relaciones usadas fueron: coronas/follaje (peso fresco y seco), raíces/yemas (número), raíces/brotes (número). Ensayo 2: Fertilización nitrogenada en vivero de espárrago en suelo En vivero en suelo se probaron con el cultivar Atlas los niveles de fertilización 0, 50, 100, 150 y 200 kg ha−1 N. La siembra del ensayo se realizó el 8 de noviembre de 1999. Cada parcela de un tamaño de 2,4 m de ancho por 4 m de largo, fue sembrada con aproximadamente 20 g de semilla ó 320 semillas, en distancias de 5 cm sobre la hilera y 60 cm entre hileras. Cada parcela constó de cuatro hileras. Los tratamientos fertilizantes fueron parcializados, 50% a la siembra y 50% 75 días después de la siembra (DDS). Se realizó un análisis de suelo inicial para determinar los niveles de N−P−K, encontrándose 46 mg kg−1 N disponible, 24 mg kg−1 P y 716 mg kg−1 K. La densidad aparente del suelo del ensayo fue de 0,87 g cm−3. Se realizaron dos evaluaciones, una a mediados de temporada (24 de enero de 2000) y otra al final de la estación de crecimiento (17 de mayo de 2000), época en que las plantas entraron en receso invernal. En cada evaluación se tomaron diez plantas en competencia perfecta por tratamiento, de las dos hileras centrales. A siete de ellas se les evaluó variables de crecimiento, mientras que las tres restantes fueron colectadas para evaluación de sólidos solubles (SS) por refractometría. Las variables analizadas correspondieron a las mismas descritas para el ensayo de crecimiento de cultivares, exceptuando los análisis de TCR y crecimiento asociado al clima. El diseño experimental usado fue de bloques completos al azar con cuatro repeticiones. Análisis de resultados: Para ambos ensayos se realizó un análisis de varianza para las variables de crecimiento medidas y relaciones de crecimiento generadas, por medio del programa estadístico SAS. También se realizaron comparaciones múltiples para los tratamientos de los dos ensayos por medio de la Prueba DMS (Diferencias mínimas significativas). El nivel de confianza usado para ambas pruebas fue de un 95%. RESULTADOS Y DISCUSION Ensayo 1: Dinámica de crecimiento de cuatro cultivares de espárragos Tasa de crecimiento La emergencia de los cultivares (E50) se produjo entre los 25 a 36 DDS, siendo el primero en emerger UC157F2, seguido por JWC1 (31 DDS), Atlas (34 DDS) y finalmente UC157F1. Así como los tiempos de emergencia variaron, el porcentaje de semillas emergidas también varió, alcanzando el mayor porcentaje UC157F2 (75,6%), seguido por JWC1( 66,7%), Atlas (58,5%) y finalmente UC157F1 (56,3%). Habría, por lo tanto, una relación inversa entre la emergencia final alcanzada y el tiempo de emergencia, coincidiendo con 4

los resultados obtenidos por Harrington (Féher, 1992) en un análisis del efecto de la temperatura sobre la emergencia en espárrago. Las TCR (g g−1d−1) alcanzadas por los cuatro cultivares durante la estación de crecimiento no se diferenciaron (Cuadro 1). Aunque las TCR de los híbridos UC157 no se alcanzaron a diferenciar en este caso, diferencias mayores entre ellos podrían explicar los mayores rendimientos de UC157F1 en Chile y el extranjero. González y France (1998) reportan para Ñuble, en la primera temporada de cosecha, un rendimiento total 54% superior para UC157F1. Benson et al.(1996) citan también para California un diferencial de 20% de rendimiento entre los cultivares mencionados. Las tasas encontradas son parecidas a las obtenidas por Hughes et al. (1990) en cámaras de crecimiento a temperatura constante de 20ºC, con cuatro cultivares distintos a los del presente ensayo (TCR promedio de 0,063 g g−1 d−1). Ellos al aumentar la temperatura a 25ºC, tuvieron un aumento en el valor de la TCR de un 31%, disminuyendo ésta a 30ºC. Estas tasas, sin embargo, son menores a las encontradas por Woolley et al. (1996) también en condiciones controladas para los cultivares Larac y Brocks; bajo un régimen de temperatura (°C) día/noche de 20/20 y 35/15, obtuvieron una tasa promedio de 0,13 g g−1 d−1. Variaciones entre cultivares en la TCR pueden ser consecuencia de diferencias en la tasa de fotosíntesis neta, bajo determinadas condiciones climáticas (Wolley et al., 1996; Faville et al., 1999). Del Pozo (1999) califica como baja la tasa de fotosíntesis del follaje de espárragos (3−6 mol m−2 s−1 CO2) comparada con otros cultivos como cereales y leguminosas de grano que tienen tasas de 15−23 mol m−2 s−1 CO2. Se encontró una correlación lineal entre el peso seco total (ln PS) y los GDA y la RFA tan alta como con el tiempo, en los cuatro cultivares (Cuadro 1). Esto es coincidente con la hipótesis de que la temperatura es el principal factor afectando el crecimiento y producción en espárragos (Krug, 1996). Al relacionar las variables mediante el uso de los grados−día efectivos acumulados (GDEA), que incluye la RFA (Scaife et al., 1987) no mejoraron los coeficientes de determinación (Cuadro 1). El valor de obtenido fue 0,0001 lo que denota la escasa importancia relativa de la radiación con respecto a la temperatura en espárrago. No se justificó un ajuste cuadrático, con estas variables, ya que es poco o nulo el aporte adicional al ajuste lineal (Cuadro 1). Es conveniente, por tanto, usar el modelo más simple que considera sólo el tiempo desde emergencia. Biomasa La biomasa aérea final correspondió a la evaluada en el último muestreo con presencia de follaje (5 de abril de 2000)(Cuadro 2a). El peso fresco del follaje no varió entre cultivares, sin embargo el cultivar JWC1 alcanzó un menor valor de peso seco que UC157F1. El cultivar Atlas alcanzó un mayor largo de brotes que JWC1, generando sin embargo un menor número de brotes que UC157F1. No se encontró diferencias entre los cuatro cultivares para las variables de crecimiento de coronas analizadas, excepto en sólidos solubles, dónde el cultivar neozelandés JWC1 alcanzó un mayor valor de sólidos solubles que UC157F1. Esta poca diferenciación entre cultivares se puede explicar en parte por la fuerte variabilidad obtenida en el ensayo (Cuadro 2b). Se intentó obviar el efecto de la variabilidad obtenida por medio de la aplicación de ln sobre las variables, lo que no arrojó diferencias entre cultivares a pesar de haber disminuído la variabilidad, por lo que se optó mantener el análisis inicial. Sin embargo lo anterior, se puede concluir como elevada la biomasa final alcanzada por las coronas de los cuatro cultivares con respecto a los valores de pesos mínimos mencionados por la literatura. Fehér (1992) citando a varios autores europeos, entrega como estándares de calidad de corona: 4−6 yemas, 8−10 raíces carnosas y unos 50 g de peso fresco de corona mínimo, siendo estos dos últimos factores ampliamente superados por los cultivares del ensayo (Cuadro 2b). No se encontró en la literatura un valor máximo de peso de corona, sin embargo una gran corona es deseable puesto que esta producirá más follaje, almacenará más carbohidratos y diferenciará más yemas (Drost, 1997). Coronas demasiado grandes sin embargo dificultan la extracción del suelo.

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El número de yemas es uno de los principales índices de calidad de una corona, ya que se relaciona positivamente con la producción potencial futura de plantas de espárragos (Dufault y Greig, 1983). El número promedio de yemas alcanzado por cada cultivar, excepto UC157F1, superó el rango indicado por Fehér (1992)(Cuadro 2b). Relaciones de crecimiento Las relaciones de crecimiento entre follaje y coronas nos permiten inferir sobre la partición de la biomasa independiente del tamaño de la planta (Hughes et al., 1990). Las relaciones de partición de la biomasa analizadas fueron: peso fresco coronas/peso fresco follaje y peso seco coronas/peso seco follaje. El primer índice no presentó diferencias entre los cultivares, mientras que el segundo fue superior en el cultivar neozelandés JWC1 (Cuadro 3). Esto puede explicarse, en parte, porque este fue el cultivar más sensible al frío y que comenzó la senescencia del follaje más temprano. La traslocación de reservas hacia las raíces, por lo tanto, comenzó antes y pudo haber afectado dicho índice. Las relaciones nº raíces/nº yemas y nº raíces/nº brotes, representan una medida del abastecimiento potencial de carbohidratos de reserva para el crecimiento de turiones y biomasa aérea durante la próxima temporada (Dufault y Greig, 1983). El primero de estos índices fue menor en el cultivar JWC1 que en los cultivares Atlas y UC157F1. La relación raíces/brotes no varió entre los cultivares. Un mayor valor promedio de raíces /brotes (6,0) y menor de raíces/yemas (3,1) fueron encontrados por Dufault y Greig (1983) para UC157F1 en Kansas, USA. Un bajo valor de raíces/yemas es indeseable, puesto que una corona que desarrolla pocas raíces puede no tener una adecuada cantidad de carbohidratos para un óptimo establecimiento post−transplante (Alder et al., 1984). Ensayo 2: Fertilización nitrogenada en vivero de espárrago en suelo Emergencia final de plantas Se analizó la emergencia final de plantas para los distintos tratamientos fertilizantes como una medida de la producción final de coronas por área. Comercialmente, un vivero debe producir la mayor cantidad posible de coronas de calidad. El presente análisis de emergencia final no entregó diferencias, con una emergencia final promedio de 54% (Datos no mostrados). Biomasa Un crecimiento de follaje vigoroso es favorecido por un aumento en el nivel de nitrógeno aplicado en espárrago (Fisher y Benson, 1983; Alder et al., 1984; Pitman et al., 1991). En este estudio, el largo y número de brotes no siguió dicha tendencia más allá del tratamiento de 50 kg ha−1 N, según la evaluación realizada al final de la temporada de crecimiento (Figura 1a y b). En cuanto a la acumulación de la biomasa aérea, todos los tratamientos presentaron igual nivel de peso fresco (Figura 2a), mientras que como peso seco sólo el tratamiento sin N presentó un menor valor que el tratamiento con 50 kg ha−1 N. En cuanto al crecimiento de raíces, el largo de raíces no presentó diferencias entre los tratamientos fertilizantes (Figura 1a). Esto puede estar relacionado a la extracción mecánica de las coronas, la que hace imposible extraer la totalidad de las raíces del suelo. El número de raíces por planta del tratamiento sin N fue menor a los tratamientos con dosis mayores a los 100 kg ha−1 N (Figura 2b). Según Fisher y Benson (1983) existe una correlación positiva entre el nivel de N aplicado y el número de raíces generadas por las plantas de espárrago. En cuanto a la acumulación de biomasa en coronas, sólo el tratamiento sin N se diferenció de los dos niveles de fertilización más altos, no superando el valor promedio de peso fresco de coronas los 100 g y el de peso seco de coronas los 20 g (Figura 2b). Pese a lo anterior, dicho crecimiento es más que aceptable (Fehér, 1992), considerando que el suelo previo al ensayo contaba con un equivalente a 200 kg ha−1 N disponible en el perfil 0−50 cm, en el cual crecieron las raíces. 6

El número de yemas diferenciadas fue afectado por la fertilización nitrogenada, al disminuir el valor con niveles de N sobre los 150 kg ha−1 N (Figura 1b). Los tratamientos fertilizantes de 50 y 100 kg ha−1 N obtuvieron los menores contenidos de sólidos solubles (Figura 2b). El tratamiento sin N no se diferenció en el contenido de sólidos solubles de los tratamientos con mayor fertilización. Según Pitman et al. (1991) habría un efecto negativo de altas dosis de N sobre el contenido de carbohidratos de reserva de las coronas (como concentración de fructosa, en mg g−1). De los resultados con sólidos solubles en el presente ensayo no se clarifica dicha tendencia, sin embargo se destaca el alto nivel de carbohidratos de reserva (como sólidos solubles) alcanzado por el tratamiento sin N. Relaciones de crecimiento Dado que con un aumento en el nivel de N se favorece la partición de la biomasa a follaje en desmedro de la parte radicular de espárrago (Fisher y Benson, 1983; Pitman et al., 1991), es que se busca para un cierto clima, por medio de relaciones de crecimiento determinar en forma más exacta el efecto del N sobre dicha partición. En este ensayo, sin embargo, la partición de la biomasa expresada en las relaciones de peso coronas/peso follaje (fresco y seco), no varió entre los niveles de fertilización nitrogenada evaluados (Cuadro 4). Para generalizar se puede decir que la biomasa de coronas fue aproximadamente el doble que la de follaje, tanto para peso fresco como seco. Al analizar las relaciones raíces/brotes y raíces/yemas (en número), sólo el índice raíces/yemas presentó diferencias, siendo superior en los dos tratamientos con mayor fertilización. Esto estuvo apoyado por un bajo número de yemas y por un alto número de raíces. Estos resultados indican que pudo darse un exceso de N que no fue aprovechado por las plantas, al ser aplicado sólo en dos parcialidades, al no observarse una tendencia más clara del efecto del N sobre variables que la literatura cita que son afectadas. Considerando como factores prioritarios de calidad de corona el peso alcanzado por las coronas, el número de yemas diferenciadas, el número de raíces carnosas producidas y la cantidad de carbohidratos de reserva almacenados, y asociado al factor económico, no sería necesario fertilizar con N un vivero bajo estas condiciones edafoclimáticas si se cuenta con más de 46 mg kg−1 en el suelo. CONCLUSIONES • Los cultivares nuevos, Atlas y JWC1, presentaron un crecimiento en vivero similar a los cultivares tradicionalmente usados en Chile, los híbridos UC157. • Los cultivares UC157 presentaron un crecimiento de follaje vigoroso, especialmente UC157F1. Ambos híbridos no se diferenciaron en ninguna de las variables vegetativas, relaciones de crecimiento y calidad de corona evaluadas al final de la estación de crecimiento. • Tanto la temperatura como la radiación, expresadas como grados−día acumulados (t°), rfa (radiación) y grados−día efectivos acumulados (t° y radiación), estuvieron altamente correlacionadas con el crecimiento del espárrago de vivero, pero con la misma exactitud se pudo relacionar éste crecimiento con el tiempo desde emergencia (E50). • La ausencia de fertilización nitrogenada causó una disminución en la biomasa de coronas, la cantidad de raíces y la producción de brotes aéreos, pero no perjudicó la cantidad de yemas, el contenido de azúcares ni la partición de la biomasa a coronas. • La calidad de las coronas obtenidas sin fertilización fue más que aceptable, por lo que bajo las condiciones locales, con un nivel alto de N en el suelo (>40 mg kg−1), no se recomendaría fertilizar con nitrógeno. LITERATURA CITADA

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characteristics and relative growth rates of two asparagus cultivars in relation to temperature. Acta Horticulturae (415):201−207. Cuadro 1: Coeficientes de determinación (R2)y ajustes para la evolución del peso seco (ln PS) de cuatro cultivares de espárragos *. Coeficiente determinación(R2) Cultivar

Escala Lineal Cuadrático 0,955

Atlas

Tiempo (t) ln PS= −4,12 + 0,070(±0,009)t 0,965 0,965

GDA ln PS= −4,50 + 0,0055 GDA 0,960 Radiación PAR

0,961 ln PS= −4,76 + 0,0063 PAR 0,965

GDEA

0,965 ln PS= −4,55 + 0,0056 GDEA 0,939

UC157F1

Tiempo (t) ln PS= −3,89 + 0,066(±0,01) t 0,941 GDA

0,941 ln PS= −4,24 + 0,0052 GDA 0,941

Radiación PAR

0,943 ln PS= −4,44 + 0,0059 PAR 0,940

GDEA

0,941 ln PS= −4,28 + 0,0053 GDEA 0,960

JWC1

Tiempo (t) ln PS= −4,34 + 0,068(±0,008) t 0,971 GDA

0,971 ln PS= −4,66 + 0,0053 GDA 0,966

Radiación PAR

0,967 ln PS= −5,01 + 0,0061 PAR 0,971 0,971

GDEA ln PS= −4,71 + 0,0054 GDEA 0,952 UC157F2

Tiempo (t) GDA

ln PS= −4,58 + 0,061(±0,008) t 0,944

0,953 9

ln PS= −4,84 + 0,0048 GDA 0,933 0,951

Radiación PAR ln PS=−5,13 + 0,0054 PAR 0,943

0,953

GDEA ln PS= −4,89 + 0,0049 GDEA GDA: Grados−día acumulados (base 5ºC). GDEA: Grados−día efectivos acumulados(=0,0001). * Los valores en negrita corresponden a la TCR (g g−1 d−1) de cada cultivar.

Cuadro 2: Crecimiento vegetativo final alcanzado por plantas de vivero de cuatro cultivares de espárragos. a) Variables de follaje (muestreo 5 de abril de 2000). Peso fresco follaje(g) Atlas 35,4 a UC157F1 32,0 a JWC1 23,1 a UC157F2 30,8 a PROMEDIO 30,3 CV(%) 29,5 Cultivar

Peso seco follaje(g) 11,2 ab 12,5 a 7,0 b 9,3 ab 10,0 27,9

Altura de planta (cm) 60,5 a 52,1 ab 44,2 b 53,8 ab 52,6 13,0

nº brotes 9,8 b 12,9 a 11,3 ab 12,3 ab 11,5 14,9

b) Variables de coronas (muestreo 18 de julio de 2000, en ausencia de follaje). Peso fresco coronas (g) Atlas 130,5 a UC157F1 89,2 a JWC1 81,4 a UC157F2 133,7 a PROMEDIO 108,7 CV (%) 41,9

Cultivar

Peso seco coronas(g) 33,3 a 18,1 a 19,2 a 32,0 a 25,6 47,0

Largo raíces (cm) 63,2 a 58,4 a 59,3 a 57,8 a 59,7 15,2

nº raíces

nº yemas

77,8 a 62,8 a 56,4 a 84,8 a 70,4 33,8

6,1 a 4,6 a 7,9 a 8,2 a 6,7 37,3

Sólidos solubles(%) 17,8 ab 13,2 b 20,0 a 17,2 ab 17,0 17,2

*Valores con las mismas letras dentro de una columna, no presentan diferencias según la prueba DMS (p"0.05).

Cuadro 3: Relaciones de crecimiento entre órganos de plantas de vivero de cuatro cultivares de espárragos. Cultivar

PF coronas / PF follaje

PS coronas / PS follaje

nº raíces/ nº yemas nº raíces/ nº brotes

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Atlas UC157F1 JWC1 UC157F2 PROMEDIO CV (%)

2,7 a 3,5 a 3,7 a 2,7 a 3,2 22,1

2,1 b 2,2 b 3,2 a 2,1 b 2,4 22,5

12,9 a 14,8 a 7,7 b 10,5 ab 11,5 24,4

4,7 a 5,3 a 4,0 a 5,2 a 4,8 17,5

*Valores con las mismas letras dentro de una columna, no presentan diferencias según la prueba DMS (p"0,05). Cuadro 4: Relaciones de crecimiento entre órganos de plantas de vivero de espárrago cv. Atlas bajo distintas dosis de fertilización nitrogenada. Dosis (kg ha−1 N) 0 50 100 150 200 PROMEDIO CV (%)

PF coronas / PF follaje

PS coronas / PS follaje

nº raíces/ nº yemas

nº raíces/ nº brotes

2,8 a 2,4 a 1,9 a 2,4 a 2,6 a 2,4 24,8

2,4 a 1,6 a 1,6 a 2,1 a 2,0 a 1,9 15,1

5,2 b 6,0 b 7,0 b 10,0 a 11,4 a 7,9 24,0

6,1 a 6,1 a 5,3 a 5,5 a 6,3 a 5,9 25,7

*Valores con las mismas letras dentro de una columna, no presentan diferencias según la prueba DMS (p"0,05).

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Figura 1: Crecimiento vegetativo final en vivero de espárrago cv. Atlas bajo 5 niveles de fertilización nitrogenada. A)Largo de brotes y raíces. B) Número de brotes, yemas y raíces.

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Figura 2: Crecimiento final de follaje y coronas de plantas de vivero de espárrago cv. Atlas bajo 5 niveles de fertilización nitrogenada. A)peso follaje, B)peso coronas y sólidos solubles. 1 1

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