el otro estado06-2

March 9, 2018 | Author: Anonymous | Category: Apuntes, Apuntes Universitarios, Economía, Historia Económica de España y Mundial
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2 Distribución de la renta, discriminación laboral y pobreza en la Región de Murcia Luis A. Bermejo, Antonio Losa Carmona, Manuel Pérez Muñoz y Manuel Tovar Arce

1. ESTRUCTURA Y DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA Durante el periodo 2000-2005, la comunidad autónoma española que presenta un mayor crecimiento medio anual es la Región de Murcia, con un 3,9%, ocho décimas más que la media nacional. Este dato y su evolución durante el periodo señalado ha sido la base del discurso político que ha defendido el modelo de crecimiento regional actual. Pero la tasa de crecimiento del PIB no es un indicador suficiente para evaluar la situación de una economía y lo que la ONU llama el “desarrollo humano” de una sociedad. Es necesario profundizar en cómo se genera ese crecimiento, cómo se distribuye y en qué medida contribuye a mejorar el bienestar social de la población y la posición relativa de la economía murciana en relación con su entorno, es decir, con el resto de comunidades autónomas españolas y con resto de países de la Unión Europea.

1.1. Crecimiento económico regional 2000-2005 Si bien la Región de Murcia ha experimentado tasas de crecimiento del PIB superiores a la media nacional durante todos los años del periodo 2000-2005, los diferenciales en las tasas de crecimiento se han reducido en los últimos dos años. Aparentemente, la economía regional comienza a mostrar síntomas de agotamiento del modelo de crecimiento de los últimos años. Si se tiene en cuenta la contribución de cada sector al crecimiento regional, reflejada en el porcentaje que representa sobre el conjunto del valor generado, podría decirse que la construcción y los servicios han sido los motores de este crecimiento. La construcción ha crecido un 38,7% en el periodo 2000-2005. Aunque el ritmo de crecimiento tiende a ralentizarse en los últimos dos años, para todo el periodo analizado las tasas de crecimiento anuales se sitúan por encima del 5%, con una tasa media de crecimiento del 6,8%, llegando a alcanzar en el año 2001 una tasa del 8,9%. Este fuerte crecimiento del sector ha llevado a que su contribución al VAB regional pase del 8,4% en el año 2000 al 12,2% en 2005. El sector servicios ha tenido una tasa media de crecimiento del 4,1% durante este periodo, ligeramente superior a la tasa de crecimiento del PIB (3,9%). Su mayor peso dentro de la economía

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Gráfico 1. Tasa de crecimiento del PIB en España y Región de Murcia

Fuente: INE: Contabilidad Regional de España Base 2000.

regional (superior al 60% del VAB) lo convierte en el otro sector productivo protagonista del crecimiento económico regional y en el único, junto con la construcción, que ha aumentado su peso relativo durante el periodo, aunque todavía no alcance los niveles estatales. Tanto la industria como la energía y la agricultura tienen tasas inferiores al crecimiento del PIB, lo que ha originado que todos estos sectores pierdan peso en el VAB regional. La industria ha crecido a una tasa promedio del 3,2% y su peso relativo ha disminuido del 16,1% al 14,4 del VAB regional. En el caso de la agricultura, el crecimiento promedio ha sido de 0,2 %, y en la energía, de un 0,6%. Dejando de lado el sector servicios, cuya evolución positiva prácticamente le ha mantenido en los mismos niveles de contribución al VAB regional durante el periodo analizado, vemos que el binomio construcción-agricultura ha ganado peso en la economía regional, frente al formado por industria-energía. En concreto, la contribución conjunta de agricultura y construcción ha pasado de representar el 17,1% del VAB regional en 2000 al 19,8% en 2005, mientras que industria y energía han visto reducida su contribución desde el 19,9% al 17,3%. Comparando los datos regionales con los agregados nacionales, vemos que el fuerte crecimiento de la construcción en la Región hace que el peso relativo de este sector sobre el VAB sea superior a nivel regional que en el conjunto del país, 12,2% frente al 11,6% nacional. La agricultura, pese a su parco crecimiento durante el periodo analizado, es el otro sector que destaca a nivel regional contribuyendo al 6,7% del VAB regional frente al 3,3% que representa a nivel nacional. La contribución conjunta de estos sectores (construcción y agricultura) al VAB es sólo del 14,9% a nivel nacional, frente al 19,8% que representan a nivel regional.

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Gráfico 2. Estructura VAB de los sectores económicos. Región de Murcia

Fuente: INE: Contabilidad Regional de España Base 2000.

Servicios e industria tienen un menor peso en la Región que en el conjunto del Estado, mientras que la energía mantiene una ponderación mayor a nivel regional, aunque escasamente significativa, debido a la ubicación de grandes empresas energéticas en el área de Cartagena.

1.2. Distribución del producto total Se pueden utilizar dos grandes indicadores para el análisis de la distribución del crecimiento económico entre los ciudadanos de un área determinada: el PIB per cápita y la Renta Bruta Disponible medida a través de los hogares o de los individuos (per cápita). Pese al fuerte crecimiento económico experimentado por la Región de Murcia, ambos indicadores se alejan del promedio estatal. El PIB per cápita en la Región de Murcia ha pasado de 13.132 € en el año 2000 a 17.322 € en 2005, mientras que la media de España ha pasado de 15.653 € en 2000 a 20.838 € en 2005, de modo que en los últimos cinco años ha aumentado el diferencial negativo de la Región con el conjunto del país, pues ha pasado de 2.521 € a 3.516 € en el periodo 2000-2005. La evolución negativa de este indicador se suele justificar por el crecimiento de la población de la Región por encima de la media nacional, debido a una mayor tasa de natalidad y a la inmigración. No obstante, el crecimiento de la población en la Región de Murcia en este periodo ha estado dominado por la incorporación de inmigrantes a la producción, es decir por quienes no sólo cuentan a la hora de dividir el producto, sino que son también quienes lo obtienen. Más bien, en el caso de la Región de Murcia, la caída relativa en el producto per cápita

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Gráfico 3. Distribución del PIB per cápita en España y Región de Murcia

Fuente: INE: Contabilidad Regional de España Base 2000.

está más relacionada con la menor productividad regional, lastrada por el modelo de crecimiento dominante. El crecimiento demográfico de la Región ha supuesto que la contribución a la población nacional pase del 2,9% en 2000 al 3,0% en 2005. La participación del PIB regional en el PIB nacional ha pasado, en el mismo periodo, del 2,4% al 2,5%. Es decir, un 0,1% adicional de población para un 0,1% adicional de producto. En principio, el efecto conjunto de incremento de población y producción sobre el PIB per cápita debería ser neutral. Sin embargo, la evolución ha sido negativa, con lo que se pone de manifiesto que las fuertes tasas de crecimiento regional han sido insuficientes para mejorar la posición económica del conjunto de los habitantes de la Región de Murcia. Si tomamos como indicador la Renta Bruta Disponible per cápita, vemos que la situación es similar. Para el periodo 2000-2005, el valor de este indicador ha pasado de 8.737 € (84.59% de la RBDpc nacional) a 9.992 € (83.84% del indicador a nivel nacional). La evolución del PIB por habitante nos aleja del promedio nacional y, aunque acorta las diferencias con la UE, convergemos a un ritmo sensiblemente inferior al del resto del país. El PIB per cápita regional representa, en 2005, sólo el 83,1% de la media nacional, frente al 83,9% que representaba en el año 2000 (8 décimas menos). Frente a la UE ampliada a 25 Estados, las diferencias, medidas en paridad de poder adquisitivo, se han ido reduciendo, aunque en el año 2004 se mantenía una diferencia de 16,6 puntos con la media europea (el diferencial para el conjunto de la economía española era de sólo 0,7 puntos).

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Gráfico 4. PIB per cápita en PPA. España y Región de Murcia

Fuente: INE: Contabilidad Regional de España Base 2000. Gráfico 5. Distribución del PIB per cápita en España y CCAA

Fuente: INE: Contabilidad Regional de España Base 2000.

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Estos valores, inferiores a la media nacional, hacen que la posición relativa que la Región ocupa frente a otras comunidades autónomas sea la de furgón de cola. Si tomamos como base el valor del PIB per cápita regional en 2005, sólo cuatro comunidades autónomas se sitúan por detrás de la Región (Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia), con diferenciales poco significativos, excepto en el caso de Extremadura.

1.3. A modo de resumen La economía regional ha crecido por encima de la media nacional y del resto de comunidades autónomas durante el periodo analizado. El gran motor del crecimiento regional ha sido el sector de la construcción, mientras que la industria ha perdido peso en la economía regional. La estructura productiva de la Región presenta un menor grado de desarrollo que el conjunto de la economía nacional, con un mayor peso de actividades primarias y de la construcción frente a industria y servicios. El crecimiento del PIB no ha sido suficiente para mejorar los niveles de PIB per cápita o RBD per cápita. La posición relativa frente al conjunto de España ha empeorado y frente a la UE25 no ha habido una convergencia significativa pese a la reducción del PIB por habitante a nivel europeo tras la ampliación a 25 Estados. Tan sólo cuatro comunidades autónomas tienen niveles de PIB per cápita inferiores a la Región de Murcia (Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia). Todas ellas seguirán siendo Objetivo 1 en el marco de las Perspectivas Financieras de la Unión Europea para el periodo 2007-2013. La Región de Murcia dejará de serlo. El fuerte crecimiento económico no ha sido suficiente para modernizar la economía regional ni para hacer converger los niveles de bienestar de sus ciudadanos en un periodo de bonanza económica generalizada y en el que se ha contado con una importante ayuda externa a través de los fondos europeos.

2. LA DISCRIMINACIÓN LABORAL La economía de la Región de Murcia o, más específicamente, el complejo entramado de la misma donde se decide la asignación de la mano de obra disponible a la producción y distribución de bienes y servicios, conserva altas dosis de discriminación que, en lo que sigue, se tratará de caracterizar a partir de los valores que toman en los últimos años variables como la población activa, el empleo, el paro y los salarios. El ámbito del análisis es el de la producción y distribución de bienes y servicios donde el trabajo recibe una remuneración. Son bienes y servicios producidos por el sector público o privado que se intercambian en el mercado o que, sin que se produzca tal intercambio, como es el caso de la enseñanza o sanidad públicas, por ejemplo, se dedican a la satisfacción de necesidades básicas de las personas y su valor se integra en el Producto Interior Bruto de la economía. Están excluidas del análisis las condiciones de producción y distribución de los bienes y servicios obtenidos en el hogar, que, además de tener un alto valor económico, pueden también producirse y asignarse en condiciones de notable discriminación, condiciones que pueden contribuir a mantener determinados roles que amplifican la estricta discriminación laboral.

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2.1. La población activa Entre los 16 y 65 años, hay prácticamente el mismo número de mujeres que de hombres con idénticas capacidades para la producción y distribución de bienes y servicios, pero no participan en la misma proporción en la población activa. La decisión de intentar obtener un empleo retribuido, que es la que toma quien se incorpora a la población activa, depende, en parte, de las expectativas de obtenerlo, y la economía regional no trata igual a ambos sexos en este territorio. El diferente trato queda bien reflejado en el Gráfico 6, que recoge la evolución de las tasas de actividad (proporción de quienes están dispuestos a convertirse en activos de entre todos los que están en condiciones de serlo) de hombres y mujeres. En 2005, el 71% de los varones mayores de 16 años formaban parte de la población activa, por casi el 45% de las mujeres. Estos 26 puntos porcentuales de diferencia no pueden ser considerados un hecho normal, e indican que la economía murciana no ha suprimido todavía las barreras que impiden el acceso a la población activa, en condiciones de igualdad con los hombres, a la mayoría de las mujeres que estarían en condiciones de formar parte de la misma. El sesgo discriminatorio que evidencia la evolución de la tasa de actividad se agrava si se tiene en cuenta que, para el año 2005 y para el conjunto de años de la serie, la tasa de actividad de las mujeres murcianas se mantiene por debajo del promedio de España. Como en otros aspectos, la Región de Murcia se constituye en un espacio económico más discriminador que el promedio de la economía española, y es, por ello, más ineficiente y despilfarradora de recursos productivos disponibles que su entorno, en este caso el factor trabajo, que es la clave para el desarrollo económico, social y político de las sociedades. Gráfico 6. Tasas de actividad por sexo. Región de Murcia

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Población Activa, metodología 2005 (I.N.E.).

Esta diferencia de trato a hombres y mujeres a la hora del acceso a la población activa, es compatible con el hecho de que la tasa de actividad femenina se haya incrementado por encima de la masculina a lo largo del periodo, de tal forma que el aumento total de la tasa producido en la Región es más responsabilidad de las mujeres que de los hombres, lo que revela la consolidación

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de una actitud diferente de aquellas ante la actividad laboral y una tenacidad notable por ampliar su participación en el territorio del trabajo retribuido, incluso en condiciones adversas. La discriminación observable entre mujeres y hombres en el acceso a la población activa no se distribuye igual para todos los tramos de edad. Si se pudiese hablar de una discriminación promedio, estarían por encima del mismo las mujeres de más de 35 años, una buena parte de las cuales posee cualificaciones y experiencia laboral de gran utilidad para la economía. En cualquier caso, algo que contribuye a explicar la discriminación en la población activa es la estructura del empleo, ya que son las expectativas de encontrar un empleo adecuado a la situación de cada cual lo que induce a incorporarse a la población activa, mientras que la percepción de la imposibilidad de encontrarlo actuaría en sentido contrario y conduciría a las mujeres a permanecer en el ámbito de la producción de los bienes y servicios del hogar.

2.2. El empleo Las tasas de ocupación de hombres y mujeres, que expresan la proporción de quienes tienen empleo con relación a los que podrían tenerlo (los mayores de 16 años), reproducen en la Región de Murcia una trayectoria similar a las tasas de actividad: crecen a lo largo del periodo, si bien la tasa femenina lo hace con más intensidad que la masculina, y presentan entre ellas una brecha de 27 puntos porcentuales en 2005, que era de casi 31 en 1996. De manera que también en la ocupación es posible detectar un sesgo discriminatorio que es, a la vez, determinante del que se observaba en la población activa. Gráfico 7. Tasas de ocupación por sexo. Región de Murcia

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Población Activa, metodología 2005 (I.N.E.).

También en el ámbito de la ocupación, la economía regional es más discriminatoria que el promedio estatal, en el sentido de que en España la tasa de ocupación femenina se mantiene por encima de la regional a lo largo de todo el periodo. A pesar de la tenacidad que se observa por parte de las mujeres para ampliar su presencia en el ámbito del trabajo retribuido, las sólidas barreras a la igualdad de oportunidades que existen en la Región les han impedido progresar en ese empeño tanto como en España.

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La ocupación es el reflejo de la demanda de trabajo que realizan las empresas, y su análisis permite identificar algunas de las causas que están en la base de la segregación y discriminación laborales. En el gráfico 8 se han detallado los porcentajes de varones y mujeres que están ocupados en cada uno de los grandes sectores productivos, tanto para la Región como para España, y para 2005. Esta estructura del empleo es muy elocuente acerca de las diferencias entre la estructura productiva murciana y española, al tiempo que proporciona algunas de las claves para entender el mayor sesgo discriminatorio de la economía regional.

Gráfico 8. Ocupados por sexo y grandes sectores de actividad. España y Región de Murcia. 2005 (composición sectorial en %)

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Población Activa, metodología 2005 (I.N.E.).

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Al comparar España y la Región de Murcia, se observa un mayor peso del empleo regional en los sectores Primario y Construcción y uno menor en la Industria y los Servicios, tanto si se analiza la ocupación masculina como la femenina. En 2005, el 6,4% de los varones y el 3,6% de las mujeres españolas estaban empleados en la agricultura, por un 13,4% y 7,5%, respectivamente, de los murcianos. Los porcentajes en los Servicios eran el 52,3% y el 84,1% para los varones y mujeres españolas, y el 42,9% y el 76,5% para sus homónimos murcianos. Lo que indican estos datos, entre otros aspectos, es que la economía murciana se viene especializando relativamente en producción agraria y construcción, mientras que no ha desarrollado sus sectores industriales y de servicios al mismo nivel que ha ocurrido en el conjunto del Estado. Es decir, la Región de Murcia se especializa en la producción de bienes donde los índices de segregación laboral son más elevados. Quizás el caso más emblemático es el de la construcción, donde en la Región de Murcia y para 2005 estaban empleados el 24,6% de los varones y el 2,2 % de las mujeres. Si toda la economía regional se dedicase a la construcción y se mantuviese esta relación entre empleo masculino y femenino, el 90% de los empleados serían hombres y el 10% mujeres. Puede asegurarse sin ninguna duda que a más peso de la construcción y agricultura en una economía moderna se corresponde un mayor grado de discriminación y segregación laboral. El desarrollo del sector Servicios, que ha sido el más dinámico en cuanto a creación de empleo en los últimos diez años, ha sido también la clave para la expansión del empleo femenino y para la consecución de mayores niveles de igualdad laboral. La aportación del empleo en la educación y sanidad públicas, por ejemplo, ha sido notable en el camino de reducir la discriminación laboral, y a medida que estos y otros servicios ganan peso en el empleo este tipo de discriminación se reduce. Precisamente el sector que se ha mostrado más propicio para la igualdad laboral es el que no ha alcanzado todavía en la Región de Murcia el peso que le correspondería si la economía regional se hubiese ajustado al patrón de crecimiento de la estatal. Los dos sectores representativos de la especialización de la economía murciana no sólo son propensos a emplear una menor proporción de mujeres que de hombres, también tienen una clara preferencia por la menor cualificación de la mano de obra, que si afecta tanto a hombres como a mujeres, éstas son las más perjudicadas en la medida en que tienden a permanecer más tiempo en el sistema educativo y sus rendimientos académicos son mejores que los de los hombres. En un reciente trabajo de investigación del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia, se destacan los siguientes rasgos de la discriminación y segregación laboral por razón de sexo: La estructura ocupacional muestra una representatividad de los varones en el personal de las Fuerzas Armadas, el personal directivo y los trabajadores de cualificación media, mientras la de las mujeres se muestra entre técnicos y profesionales y entre los trabajadores no cualificados. Este reparto exterioriza unos rasgos claros: a) el desempeño tradicional por parte de los varones de las funciones ejecutivas, directivas y gerenciales; b) la superior participación de las ocupaciones de cualificación mediana entre los varones se deriva esencialmente de que las ocupaciones específicas de determinados grandes sectores, como la industria y la construcción, integradas en esta agrupación, son ejercidas por ellos debido a su mayor contenido de esfuerzo físico; c) la representatividad femenina en las ocupaciones técnicas y profesionales prueba el aprovechamiento de la formación reglada de grado superior para la inserción laboral de las mujeres, aspecto que se manifiesta sobre todo en el sector público; d) en el caso de las ocupaciones de cualificación escasa o nula, su mayor peso en la población ocupada femenina, en comparación con la masculina, constituye un ejemplo de discri-

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minación sexual negativa en el mercado laboral, al abocar a las mujeres a los empleos menos deseados, algo que no concuerda con su mayor grado de formación; e) a pesar de su escasa relevancia en el empleo general, hay que constatar que el veto histórico a la entrada de las mujeres en los ejércitos españoles, levantado hace escasamente unos años, ejerce un efecto de arrastre que lleva a que su papel en esta corporación sea todavía irrelevante.1 Hay otro aspecto de la ocupación, la duración del contrato de trabajo, donde es posible identificar prácticas de discriminación en las que, una vez más, la Región de Murcia ocupa sólidas posiciones en el pelotón de cabeza. Cuadro 1. Tasa de temporalidad por Comunidades Autónomas y sexo. 2005. (% sobre población asalariada)

Total Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Cataluña Com. Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco La Rioja Ceuta Melilla

Ambos sexos

Varones

Mujeres

33,3 45,1 27,5 31,3 32,6 38,8 31,7 31,3 35,7 24,8 37,4 42,3 34,9 28,0 41,5 27,6 28,1 27,1 40,3 33,8

31,7 43,5 25,0 28,0 32,8 37,8 29,6 28,0 34,3 23,0 35,3 41,0 33,5 25,6 40,4 23,9 24,8 24,1 39,6 29,6

35,7 47,8 31,1 36,1 32,2 40,3 34,9 36,1 38,0 27,1 40,3 44,4 36,8 30,7 43,2 32,4 32,5 31,3 41,9 40,9

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Población Activa, metodología 2005 (I.N.E.).

La tasa de temporalidad de las mujeres murcianas supera a la de los hombres murcianos, y en casi 8 puntos porcentuales a la de las mujeres españolas. La muy elevada temporalidad de la contratación femenina, que es una síntesis de precariedad y discriminación laboral, es uno de los evidentes costes que están pagando las mujeres por su incorporación al trabajo remunerado. 1 Alcalá, F. y Hernández P.J. (Dir.) (2005): Costes laborales y productividad en la economía de la Región de Murcia, Ed. Consejo Económico y Social de la Región de Murcia, pp. 191 y 192.

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Pero no es sólo en los ámbitos de la población activa y la ocupación donde pueden identificarse prácticas de segregación y discriminación, también el paro es un recinto abonado para tal fin.

2.3. El desempleo Las mujeres asumen un coste más, sin compensación alguna, que es de gran utilidad para el funcionamiento sin demasiadas tensiones del sistema económico. Sobre ellas recae la regulación de los desajustes entre oferta y demanda de mano de obra. Cuando el sistema necesita mano de obra adicional en algún momento, allí están ellas para atender la demanda; cuando el sistema reduce la ocupación, no se les renueva el contrato temporal y asunto resuelto. Los datos de desempleo que se recogen en el Gráfico 9 son elocuentes al respecto. Gráfico 9. Tasas de desempleo por sexo. Región de Murcia

Nota: Los datos de paro desde el primer trimestre de 2001 en adelante reflejan la nueva definición de parado establecida en el Reglamento 1897/2000 de la CE y no son directamente comparables con los de periodos anteriores. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Población Activa, metodología 2005 (I.N.E.).

La tasa de desempleo de hombres y mujeres se ha venido reduciendo desde 1996, pero no ha mejorado lo más mínimo la relación entre ellas: si en 1996 la tasa de paro de las mujeres era el doble que la de los hombres, en 2005 se reproducía la misma situación, de manera que mientras los varones tenían una tasa (5,8%) próxima a la de pleno empleo, la de las mujeres (11,6%) todavía estaba muy alejada de tal situación. En el ámbito del desempleo, la situación relativa de las mujeres no ha mejorado en los últimos diez años, también en este aspecto la Región de Murcia discrimina más que el conjunto de España, donde la tasa de desempleo de las mujeres no es el doble que la de los hombres. Hay un problema añadido al de la discriminación que expresan las tasas de desempleo y su evolución. En promedio, las mujeres que participan en la población activa tienen un nivel de formación más elevado que los hombres, de manera que la demanda de trabajo regional muestra en este caso una de sus peores caras, como es la de su preferencia por el trabajo menos forma-

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do. Aunque esto es lamentablemente coherente con el tipo de especialización productiva de la Región. El estudio ya mencionado del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia se refiere a este problema en los siguientes términos: Los analfabetos y los que no cuentan con estudios primarios completos han disfrutado en general de tasas de paro inferiores a la media del conjunto de activos de la Región, a diferencia de lo que ha sido habitual en España. Así pues, el tejido productivo regional ha venido ofreciendo relativamente más oportunidades de empleo a este colectivo. Este fenómeno se debe en buena medida a un rasgo característico de algunos sectores de la economía regional: la abundancia de puestos de trabajo de muy baja cualificación, que son ocupados por mujeres y que generan tasas de paro relativamente bajas en este colectivo. Sistemáticamente la tasa de paro de las mujeres analfabetas y sin estudios de la Región es inferior a la tasa de paro de sus universitarias (p. 645).

2.4. Los salarios En 1995, el salario medio de las mujeres murcianas era el 56,5% del de los hombres, mientras en España las mujeres tenían un salario promedio que representaba el 67,1% del de los hombres. En 2002, los respectivos porcentajes eran del 73,4% y del 71,1%, lo que quiere decir que las mujeres murcianas y españolas habían acortado, durante esos siete años, las diferencias salariales con los hombres, y que las murcianas lo habían hecho con algo más de intensidad que las españolas. No obstante, en 2002 las mujeres murcianas percibían un salario promedio equivalente al 85% del que cobraban las españolas, y también en ese año las murcianas eran las segundas peor pagadas de todas las comunidades autónomas, después de las castellano-leonesas. Los hombres murcianos también eran los segundos peor retribuidos detrás de los extremeños. En 1995, hombres y mujeres murcianas eran los peor pagados de todas las comunidades autónomas.2 Cuadro 2. Ganancia media anual por sexo, en euros 1995

ESPAÑA R. MURCIA

2002

Ambos sexos

Varones

Mujeres

Ambos sexos

Varones

Mujeres

16.763,43 12.146,45

18.223,29 13.786,02

12.237,21 7.792,72

19.802,45 16.528,17

22.169,16 18.269,18

15.767,56 13.404,96

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Estructura Salarial (I.N.E.)

En todas las ramas de actividad, la retribución de las mujeres está por debajo de la de los hombres, así como en todos los niveles de estudio y en las diferentes ocupaciones, pero no siempre la diferencia de salarios es la misma. Por ejemplo, en 2002 y en el sector industrial murciano, las mujeres ganaban en promedio el 66 % del salario de los hombres, en la construcción el 78% y en los servicios el 72%. De los dos sectores y ramas de actividad significativas para las mujeres, ya 2 Los datos que se utilizan para este apartado son los de la Encuesta de Estructura Salarial, que son los más actualizados para analizar las diferencias salariales por sexo, aunque sólo haya información disponible hasta 2002.

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que en la construcción trabajan muy pocas, es en el sector servicios en el que se observan las menores diferencias salariales, y ello se debe en buena medida al papel que cumple el sector público y los servicios que presta, donde la presencia laboral de las mujeres es relativamente alta y las diferencias salariales menores que en el sector privado, como puede comprobarse en el Cuadro 3. Cuadro 3. Ganancia media anual por sexo y control de la empresa, en euros. 2002 Varones

Mujeres

Región de Murcia Público Privado Todas las empresas

23.972,84 17.527,26 18.269,18

19.725,08 11.537,16 13.404,96

España Público Privado Todas las empresas

27.191,97 21.673,09 22.169,16

21.551,23 14.706,33 15.767,56

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Estructura Salarial (I.N.E.)

A las mujeres les interesaría la expansión del sector servicios y que estos se prestasen en el ámbito del sector público, pues con ello, y si se mantuviese la actual relación entre los salarios de los hombres y las mujeres, podrían pasar de cobrar el 72% del salario de los hombres al 82%. El modelo de crecimiento regional es especialmente lesivo para el progreso de la igualdad laboral de hombres y mujeres, pues potencia los sectores más discriminatorios. Una buena parte de la discriminación salarial que se contiene en las diferencias de salario referidas, se explica por la segregación laboral de las mujeres que tiende a confinarlas en empresas, actividades y ocupaciones con bajos salarios, donde se valora menos que a los hombres su nivel de estudios y experiencia profesional, y donde las posibilidades de promoción son muy escasas y, en cualquier caso, menores que las de los hombres. La evolución de los salarios reales, que son los que miden la capacidad real de compra de los asalariados, no muestra ninguna señal de convergencia, en los últimos tiempos, con los salarios reales españoles. Volviendo al estudio del CES ya mencionado anteriormente, puede leerse: “La convergencia de los salarios en términos de paridad del poder de compra no ha progresado lo más mínimo a lo largo del periodo en la Región de Murcia (…) El diferencial de inflación de la Región de Murcia ha neutralizado la ventaja que se podía haber derivado de la mayor subida de los salarios nominales” (p. 429).

2. DESIGUALDAD Y POBREZA Según datos del INE, el perfil de distribución de la renta en la Región de Murcia es muy parecido al del resto del país, salvo en las colas de la escala de distribución.

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Cuadro 4. Hogares por tramos de ingresos anuales del hogar. 2003 (en porcentajes del total) Tramos de ingresos (euros al año)

Murcia

España

Hasta 9.000

21,9

17,8

De 9.000 a 14.000

14,8

15,4

De 14.000 a 19.000

15,4

15,5

De 19.000 a 25.000

16,7

15,0

De 25.000 a 35.000

17,4

17,3

Más de 35.000

11,9

14,0

No consta

2,0

5,1

Fuente: INE: Encuesta de Condiciones de Vida (2005) Gráfico 10. Hogares por tramos de ingresos anuales del hogar. España y Región de Murcia

Podemos observar que los perfiles distributivos son bastante similares, si atendemos a los tramos intermedios de renta. Sin embargo, encontramos diferencias significativas en los tramos extremos: el porcentaje de hogares con una renta menor de 9.000 euros al año es significativamente mayor en la Región de Murcia (un 21,9% en Murcia frente al 17,8% del total nacional); asimismo, los hogares pertenecientes al tramo 6, con una renta superior a 35.000 euros/año tienen menos representación en la Comunidad de Murcia, respecto al conjunto del país (el 11,9% y el 14%, respectivamente).

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3.1. La desigualdad en la distribución del ingreso total per cápita del hogar Cuadro 5. Curvas de Lorenz % Ac. de hogares

Murcia (% acum. de renta)

España (% acum. de renta)

0

0

0

10

3,79

3,35

20

10,30

8,87

30

17,44

15,90

40

26,80

23,84

50

36,02

31,03

60

44,22

40,28

70

55,06

51,34

80

66,48

64,07

90

80,90

79,22

100

100

100

PHOGUE 2000: Elaboración propia con los microdatos publicados por INE (2004) Gráfico 11. Curvas de Lorenz de la distribución de la renta per cápita del hogar. España y Región de Murcia

DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA, DISCRIMINACIÓN LABORAL Y POBREZA EN LA REGIÓN DE MURCIA

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La curva de Lorenz de la distribución de la renta per cápita del hogar de Murcia está más próxima a la recta de equidistribución que la de España. Ello significa que la desigualdad de la distribución de la renta es menor en la Región de Murcia que la desigualdad en el conjunto nacional.

3.2. Incidencia de la pobreza en la Región de Murcia 1) Unas 327.000 personas empadronadas en la Región de Murcia son pobres. Con datos del Instituto Nacional de Estadística, a 1 de enero de 2005, de 1.335.792 personas empadronadas en la Región de Murcia, el 24,5%, están por debajo del umbral de pobreza del 60% de la mediana de ingresos de 2003 por unidad de consumo (escala OCDE modificada). En cifras absolutas, ello significa que en la Región de Murcia figuran en el padrón 327.269 personas que son pobres. 2) La pobreza en la Región de Murcia es un 4,6% más elevada que el promedio nacional. Según el INE (3), en 2003, la pobreza afectaba en España al 19,9% de la población de personas, frente al 24,5% en Murcia. Ello significa que la incidencia de la pobreza en Murcia es un 4,6% mayor que la media nacional. 3) En el período 1999-2003, la pobreza en la Región de Murcia ha aumentado un 4,1%. Con los datos contenidos en INE (4), estimamos que, en 1999, un 20,4% de los habitantes de la Región de Murcia estaban por debajo del umbral del 60% de la renta mediana equivalente (escala OCDE modificada). Si comparamos las cifras de pobreza ofrecidas por INE (3) y nuestras estimaciones, se colige un aumento del número de pobres de 4,1 puntos porcentuales en el período 1999-2003. 4) La pobreza extrema afecta a unas 24.000 personas en la Región de Murcia. Con los datos ofrecidos en INE (4), estimamos que la incidencia de la pobreza extrema es de un 1,8% de la población de la Región de Murcia, lo que en términos absolutos significa que unas 24.000 personas están por debajo del umbral del 15% de la renta mediana equivalente (escala de la OCDE modificada). 5) Sin embargo, la incidencia de la pobreza extrema es un 0,6% menor en la Región de Murcia que en el total nacional. Nuestras estimaciones también desvelan que el porcentaje de pobreza extrema en España es del 2,4% de la población, situándose la Región de Murcia unas 6 décimas de punto porcentual por debajo de la media nacional. 6) A lo largo de los 90, la estructura de la pobreza ha cambiado de forma significativa en la Región de Murcia, con una clara tendencia a la polarización del colectivo de pobres.

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Cuadro 6. Niveles de pobreza de la población pobre en la Región de Murcia (en porcentajes) Estrato de pobreza

FOESSA (1998) (1)

PHOGUE 2000 (2)

Extrema

7,0

8,6

Grave

11,8

15,2

Moderada

34,5

16,7

Precariedad

46,7

59,5

Fuentes: (1) FOESSA, Las condiciones de vida de la población pobre en España 1998. (2) Elaboración propia a partir de INE (4)

Se observa con claridad una caída espectacular del peso relativo de la pobreza moderada, un 18,8%, y un aumento correlativo de la pobreza severa (extrema y grave), que gana 5 puntos porcentuales, y de la precariedad económica, que sube un 12,8%, en relación al total de pobres3. 5) Por debajo de los umbrales oficiales de pobreza se sitúa el 4,6% de los hogares en la Región de Murcia. Con base en los datos de INE (4), Losa y Esteban (2005)4 estiman que, en Murcia, un 4,6% del total de hogares satisface el requisito de rentas establecido en la normativa reguladora del Ingreso Mínimo de Inserción. Si el número de hogares, según el INE (3), es de 402.900 constituidos, se infiere que en torno a 18.000 hogares se sitúan por debajo de los umbrales oficiales regionales del IMI.

4. CONCLUSIONES 1. El modelo de crecimiento regional está basado en la promoción inmobiliaria y la extensión de la agricultura, dos actividades que son grandes consumidoras de agua, un recurso que en la Región es escaso y que cabría administrar con más racionalidad económica y ninguna demagogia política. 2. El inadecuado modelo de crecimiento regional, ya se mire desde una óptica de sostenibilidad, de generación de un contexto más adecuado para la igualdad de oportunidades o de óptima distribución de la riqueza, tiene entre sus consecuencias un alejamiento del PIB y la Renta Bruta Disponible per cápita del conjunto de la economía española. 3. La paradoja es que el PIB crece por encima del promedio estatal, pero la situación económica de las familias no mejora como en el conjunto del Estado. En el caso de la Región de Murcia, la caída relativa en el producto per cápita está más relacionada con la menor productividad regional que con el incremento de la población, y la productividad está fuertemente condicionada

3 Hemos utilizado la misma metodología aplicada en el Informe de la Fundación FOESSA (1998), a saber: el indicador de bienestar es la renta per cápita del hogar, y los estratos se definen del siguiente modo: pobreza extrema, hasta el 15% de la renta media; grave, hasta el 25%; moderada, hasta el 35%; y precariedad, hasta el 50% de la renta media per cápita del hogar. Todos los cálculos se han realizado elevando los resultados a la población de personas. 4 A. Losa y M. Esteban: “Incidencia de los requisitos de acceso a los programas regionales de Rentas Mínimas de Inserción en España”, en Reunión de Estudios Regionales: El Estado Autonómico a debate: eficiencia, eficacia y solidaridad, Alcalá de Henares, 17-18 de noviembre de 2005.

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por el modelo de crecimiento dominante, nada propenso a potenciar una mejora de la productividad del factor trabajo. 4. Los 26 puntos porcentuales de diferencia entre las tasas de actividad masculina y femenina de 2005, no pueden ser considerados un hecho normal, e indican que la economía murciana no ha suprimido todavía las barreras que impiden el acceso a la población activa, en condiciones de igualdad con los hombres, a la mayoría de las mujeres que estarían en condiciones de formar parte de la misma. 5. El hecho adicional de que la tasa de actividad de las mujeres en la Región de Murcia permanezca por debajo de la de España, caracteriza a la Región como un espacio económico más discriminador que el promedio de la economía española, y es, por ello, más ineficiente y despilfarradora de recursos productivos disponibles que su entorno, en este caso el factor trabajo, que es la clave para el desarrollo económico, social y político de las sociedades. 6. La tasa de temporalidad de las mujeres murcianas supera a la de los hombres murcianos, y en casi 8 puntos porcentuales a la de las mujeres españolas. La muy elevada temporalidad de la contratación femenina, que es una síntesis de precariedad y discriminación laboral, es uno de los evidentes costes que están pagando las mujeres por su incorporación al trabajo remunerado. 7. A pesar de la tenacidad que se observa por parte de las mujeres para ampliar su presencia en el ámbito del trabajo retribuido, las sólidas barreras a la igualdad de oportunidades que existen en la Región les han impedido progresar en ese empeño tanto como en España. 8. Los datos de empleo indican que la economía murciana se viene especializando relativamente en producción agraria y construcción, mientras que no ha desarrollado al mismo nivel que ha ocurrido en el Estado sus sectores industriales y de servicios. Es decir, la Región de Murcia se especializa en la producción de bienes donde los índices de segregación laboral son más elevados. Quizás el caso más emblemático es el de la construcción, donde en la Región de Murcia y para 2005 estaban empleados el 24,6% de los varones y el 2,2 % de las mujeres. 9. En 2005, la tasa de desempleo de los varones (5,8%) estaba próxima a la de pleno empleo, mientras que la de las mujeres (11,6%) todavía estaba muy alejada de tal situación. En el ámbito del desempleo, la situación relativa de las mujeres no ha mejorado en los últimos diez años, también en este aspecto la Región de Murcia discrimina más que el conjunto de España, donde la tasa de desempleo de las mujeres no es el doble que la de los hombres. Por otro lado, el nivel promedio de formación de las mujeres paradas es superior al de los hombres, lo que refleja una de las peores caras del modelo de crecimiento regional, como es la de su clara preferencia por el trabajo menos cualificado. 10. El salario de las mujeres murcianas representa, aproximadamente, el 73% del de los hombres murcianos y el 85% del de las mujeres españolas. Las murcianas son las segundas peor pagadas, tras las castellano-manchegas, de toda España. Las diferencias salariales son mayores en el sector privado que en el público. La evolución de los salarios reales, que son los que miden la capacidad real de compra de los asalariados, no muestra ninguna señal de convergencia, en los últimos tiempos, con los salarios reales españoles, tanto en el caso de las mujeres como en el de los hombres. 11. El porcentaje de hogares con una renta menor de 9.000 euros al año es significativamente mayor en la Región de Murcia (21,9%) que en España (17,8%); asimismo, los hogares con una renta superior a 35.000 euros/año tienen menos representación en la Comunidad de Murcia, respecto al conjunto del país: el 11,9% y el 14%, respectivamente. 12. La pobreza en la Región de Murcia es un 4,6% más elevada que el promedio nacional. Según el INE, en 2003, la pobreza afectaba en España al 19,9% de la población, frente al

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24,5% en Murcia. Ello significa que la incidencia de la pobreza en Murcia es un 4,6% mayor que la media nacional. 13. Con los datos ofrecidos por el INE, se estima que la incidencia de la pobreza extrema es de un 1,8% de la población de la Región de Murcia, lo que en términos absolutos significa que unas 24.000 personas están por debajo del umbral del 15% de la renta mediana equivalente (escala de la OCDE modificada). 14. Se observa con claridad una caída espectacular del peso relativo de la pobreza moderada, un 18,8%, y un aumento correlativo de la pobreza severa (extrema y grave), que gana 5 puntos porcentuales, y de la precariedad económica, que sube un 12,8%, en relación al total de pobres.

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