INTRODUCCION.

January 8, 2018 | Author: Anonymous | Category: Trabajos y Tareas, Economía y Empresa
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INTRODUCCION. Economía, ciencia social que estudia los procesos de producción, distribución, comercialización y consumo de bienes y servicios. Los economistas estudian cómo alcanzan en este campo sus objetivos los individuos, los distintos colectivos, las empresas de negocios y los gobiernos. Otras ciencias ayudan a avanzar en este estudio; la psicología y la ética intentan explicar cómo se determinan los objetivos, la historia registra el cambio de objetivos en el tiempo y la sociología interpreta el comportamiento humano en un contexto social. El estudio de la economía puede dividirse en dos grandes campos. La teoría de los precios, o microeconomía, que explica cómo la interacción de la oferta y la demanda en mercados competitivos determinan los precios de cada bien, el nivel de salarios, el margen de beneficios y las variaciones de las rentas. La microeconomía parte del supuesto de comportamiento racional. Los ciudadanos gastarán su renta intentando obtener la máxima satisfacción posible o, como dicen los analistas económicos, tratarán de maximizar su utilidad. Por su parte, los empresarios intentarán obtener el máximo beneficio posible. El segundo campo, el de la macroeconomía, comprende los problemas relativos al nivel de empleo y al índice de ingresos o renta de un país. El estudio de la macroeconomía surgió con la publicación de La teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero (1936), del economista británico John Maynard Keynes. Sus conclusiones sobre las fases de expansión y depresión económica se centran en la demanda total, o agregada, de bienes y servicios por parte de consumidores, inversores y gobiernos. Según Keynes, una demanda agregada insuficiente generará desempleo; la solución estaría en incrementar la inversión de las empresas o del gasto público, aunque para ello sea necesario tener un déficit presupuestario. UNIDAD I INTRODUCCION A LA ECONOMIA ECONOMIA. Es la ciencia que por definición se divide para distinguirla en economía política y economía doméstica. La economía política son aquellas determinaciones que toma el gobierno para la administración del estado. La economía domestica son una colección de normas para la buena administración de una casa. LA ECONOMIA COMO CIENCIA OBJETIVA Y SUBJETIVA. El Objeto de la Economía La concepción exacta de lo que es el objeto de la economía evolucionó históricamente desde las primeras escuelas económicas del siglo XVIII hasta nuestros días. Para el autor Wealth of Nations, el objeto de la economía era la de llevar a cabo investigaciones sobre la naturaleza y los orígenes de la riqueza de las naciones. Para Ricardo, el objeto de la economía debía centralizarse en el estudio de la distribución de la riqueza, mientras que para Smith la economía tenia por objeto central el estudio de la creación de la riqueza. Después de la segunda guerra mundial, el objeto de la economía sufrió una nueva revisión. Al mismo tiempo los economistas se dedicaron al estudio de la expansión, de los beneficios del progreso, a toda la colectividad empeñada en obtenerlos, mientras que los economistas modernos prefirieron dedicarse a un doble objetivo. Por un lado, al estudio de las fluctuaciones de la actividad económica y al fomento del desarrollo y, por el 1

otro, a las investigaciones sobre la distribución de la riqueza. La posición mas reciente parece ser una síntesis de las actitudes de los dos siglos anteriores. Los economistas contemporáneos se preocupan por la creación de la riqueza, y por su desarrollo, con el mismo empeño con que se dedican a los asuntos relacionados con su distribución. El fomento simultáneo del progreso, y de la distribución satisfactoria de sus frutos, constituye el objeto de la economía moderna. El método de la economía La metodología empleada usualmente se sustenta sobre tres principios propios del conocimiento y del raciocinio mediante los cuales se puede comprender la realidad de manera objetiva: 1.−La observación; 2.−La inducción; 3.−La deducción. La observación es la base de los sistemas metodológicos de investigación científica. Está constituida por el conjunto de operaciones mediante las cuales los hechos reales son descritos y clasificados adecuadamente. La inducción que consiste en la formulación de hipótesis sobre el comportamiento de la realidad que permitan elaborar principios, teorías, leyes o modelos explicativos de esa misma realidad. La deducción que consiste en un proceso razonable que, a partir del conocimiento de determinados aspectos no conocidos suficientemente, o sea, sobre las relaciones entre los hechos conocidos y otros aun desconocidos. Ya sea que se oriente a los procesos inductivos o hacia los deductivos, la metodología de la economía parte de la observación sistemática de la realidad a través de la cual se ordenan y clasifican los hechos, los fenómenos y los acontecimientos normales de la actividad económica. CONCEPTOS ECONÓMICOS FUNDAMENTALES Necesidades. La necesidad es la falta de algo. Las necesidades físicas alteran el funcionamiento de nuestro cuerpo, afectan fisiológicamente al ser humano. Las necesidades psíquicas son aquellas de carácter moral, intelectual, de estética y de justicia, todas estas van hacia la mente del ser humano. Las necesidades morales nos hacen convivir con los grupos en sociedad. Las necesidades se dividen en vitales y culturales. Las vitales son las que su incumplimiento o falta de satisfacción conlleva a un riesgo para nuestra vida. Las culturales se llaman también secundarias si no se satisfacen no ponen en peligro la vida. Las necesidades innatas nace el hombre con ellas. Las adquiridas son las que a través del tiempo se van aprendiendo. Las negativas son aquellas que provocan una sensación de dolor o pena. Las positivas son las que nos provocan un placer cuando se satisfacen. Satisfactores. Satisfactor será todo aquello que mitigue una necesidad, siempre y cuando esté disponible para tal efecto y el cual se le da el nombre de agente económico, si no es algo disponible no se le puede llamar satisfactor. Se dividen en bienes y servicios: • Un bien es toda cosa apta para satisfacer una necesidad humana siempre que se encuentre disponible para tal efecto. • Un servicio es cualquier acto intangible que provoca una satisfacción a una necesidad determinada. Bienes económicos y no económicos. Un bien no económico es aquel que supere en mucho la necesidad y no se paga por él. Un bien económico será todo aquel que no alcance a cubrir la necesidad que exista. 2

Utilidad y escasez. Utilidad es el provecho que se obtiene de una cosa desde el punto de vista físico y moral. Se dice que algo es útil cuando pueda satisfacer una necesidad. Escasez es todo aquello que existe en menor cantidad que la necesidad. Clasificación de bienes económicos. (Directos e indirectos) Directos satisfacen la necesidad por sí mismos sin utilizar otros satisfactores. Indirectos, son aquellos que se utilizan para producir otros bienes y que no requieren de una transformación parcial o total. Naturales, humanos y mixtos. Naturales, son aquellos que satisfacen una necesidad en forma directa siempre y no sufran alguna alteración o modificación por parte del hombre. Bienes humanos, es el hombre y sus aptitudes. Mixtos, es cualquier modificación que realiza el hombre a los bienes naturales a otros bienes mixtos. Bienes sustitutivos, son aquellos que provocan una satisfacción similar a una necesidad determinada. Principio de selección. Según Samuelson este principio afecta a los bienes de consumo de producción y también de trabajo. El principio de sustitución afecta a los bienes de consumo de esta manera, si aumenta el precio del producto, el consumidor busca una alternativa para sustituirlo. La cantidad de consumo de un bien es inversamente proporcional al principio de sustitución (A mayor cantidad de un bien menor sustitución). Bienes complementarios serán aquellos que necesiten unirse para provocar una satisfacción. Ejemplo café y azúcar. RELACION CON OTRAS CIENCIAS Y DISCIPLINAS Hoy más que nunca la economía atenta a esta necesidad de vinculación con otras ramas; pero, sin perder de vista su característica de rama autónoma del conocimiento humano, está iniciando una aproximación cada vez mayor hacia las demás ciencias. La Economía y la Política. Actualmente los sistemas económicos y políticos se encuentran de tal suerte integrados que no tiene sentido el estudio aislado de cada uno de ellos, incluso por que esa conexión no se observa solo estructuralmente. También en términos coyunturales, la interrelación es bastante clara; en cualquier sociedad, la inestabilidad de las instituciones políticas conduce fatalmente a la inestabilidad económica. Recíprocamente, la estabilidad y el desarrollo económico se alinean entre los factores esenciales que condicionan la estabilidad de los centros de disposición del poder político. La Economía y la Sociología. Entre la economía y la sociología también hay relaciones estrechas y seculares. P. Sorokin, muestra que en la antigua Grecia los pensadores clásicos partieron de factores económicos para explicar muchos procesos sociales, mientras que en la Edad Media y en el Renacimiento la mayor parte de los autores cuido del examen conjunto de las interrelaciones entre las luchas sociales y de clase y los intereses económicos. Fue solo a partir del siglo XVIII cuando la economía y la sociología se fragmentaron como departamentos distintos de las ciencias sociales. A partir de entonces se ha impuesto la reducción de estas distancias entre las investigaciones de naturaleza económica y sociológica, debido al creciente interés de los economistas por determinados sectores que los 3

sociólogos empezaron a estudiar en forma especifica. Tal es la importancia del análisis sociológico que lleva a la perfecta comprensión de la realidad económica y que se ha venido desarrollando desde finales de la Segunda Guerra mundial entre las ramas de la sociología y con un particular interés en la sociología económica, se puede decir que partir de entonces, los sociólogos se tornaron en los principales colaboradores de los economistas. La Economía y la Historia. Los problemas económicos están condicionados por la permanente evolución histórica de las civilizaciones, ofreciéndole la necesaria localización, en el tiempo y en el espacio, de las actividades humanas, de la naturaleza en general y de las correlaciones entre los acontecimientos, así como de la organización y evolución de los hechos. Si bien no se puede afirmar que la investigación histórica sea la principal fuente del análisis económico, se debe reconocer que la economía es altamente auxiliada por la historia, principalmente por que el economista necesita seguir diariamente las rápidas transformaciones culturales que están marcando las civilizaciones de Occidente y de Oriente. Finalmente, la historia como ciencia de la evolución, el análisis económico solamente podrá establecer un continuo contacto con la dinámica de las sociedades contemporáneas a través de una creciente interrelación con la investigación histórica. La Economía y la Geografía. Las interrelaciones entre la economía y la geografía resultan de una comprobación fundamental. La geografía se transformo en unas de las áreas del conocimiento que mas ha auxiliado la tarea del análisis económico. La geografía económica, ha demostrado ser de interés estimable utilidad para la política económica, pues esta exige el inventario preciso de los recursos naturales y humanos de la sociedad, teniendo en cuenta su mejor aprovechamiento. La Economía y Métodos cuantitativos. La economía mantiene también estrechas relaciones con otras ramas del conocimiento que no se sitúan necesariamente en al ámbito de las ciencias sociales. Entre estas se destacan los campos reunidos genéricamente bajo la denominación de métodos cuantitativos, tales como las matemáticas y la estadística. Los métodos cuantitativos han demostrado especial interés por la economía no solo en razón de la necesidad de cuantificar ciertos fenómenos económicos, sino también debido al extraordinario desarrollo de la geometría. Los modernos modelos macroeconómicos, el desarrollo de la teoría del crecimiento, los análisis de las relaciones intersectoriales, los cálculos exigidos para la planificación de la actividad económica y finalmente la previsión de las fluctuaciones coyunturales son algunos de los factores que han impulsado la interrelaciones entre el análisis económico y los métodos cuantitativos. PROCESO ECONOMICO Economía del desarrollo, rama de la ciencia económica que trata de estudiar los procesos de desarrollo económicos. ¿Qué etapas atraviesa una economía desde las formas más simples de organización y producción hasta las complejas organizaciones productivas de los países industrializados modernos? Esta es la gran pregunta que trata de contestar la economía del desarrollo. En las sociedades primitivas las personas vivían en pequeñas comunidades que se autoabastecían recolectando lo que les ofrecía la naturaleza: alimentos, pieles, leña, hasta que se agotaban los recursos y se desplazaban a otro lugar. Uno de los primeros adelantos tecnológicos fue el que permitió la transición de la vida nómada a las sociedades sedentarias agrarias, que constituyen la base de las sociedades actuales. Campos de arroz, Burkina Faso Burkina Faso es uno de los países más pobres del mundo, muy dependiente de la ayuda extranjera. Como muchos países en el África subsahariana, aún no ha logrado alcanzar un desarrollo 4

industrial. Casi el 85% de su mano de obra está empleada en la agricultura, sobre todo en un nivel de subsistencia. En esta fotografía, los trabajadores recogen arroz, uno de los principales productos del país.Hervy/Photo Researchers, Inc. Los economistas distinguen entre dos conceptos: crecimiento, que permite obtener mayores cantidades de los mismos bienes, utilizando los mismos procesos productivos, y desarrollo, que consiste en un crecimiento a partir de un cambio tecnológico y estructural. Por lo común, las primeras etapas que atraviesa una economía se caracterizan por el predominio de la agricultura; más tarde, la economía se desarrolla, al adquirir mayor importancia los sectores industriales y de servicios (entre estos últimos se incluye la administración, la defensa, los transportes, las finanzas, los seguros, la banca y todas aquellas tareas que no implican la fabricación de bienes, es decir, las tareas desempeñadas por abogados, contables o auditores, profesores o peluqueros). Una de las etapas más importantes en los procesos de desarrollo de las economías es aquella en la que aparecen los mercados y el dinero. Las personas siempre han tenido que alimentarse, pero cuando para ello acuden a un restaurante y pagan para que otra persona les prepare los alimentos, aparece el sector de la hostelería, y pasa a formar parte de lo que se denomina producto interior bruto (PIB). Para que haya desarrollo es imprescindible que la economía se especialice y aparezca la división del trabajo: a medida que las personas van desempeñando funciones más específicas y aumenta el nivel de producción, la producción per cápita, o lo que es lo mismo, la productividad del trabajo, aumenta. Este cambio organizativo es una parte tan importante del progreso tecnológico como lo es la invención de una nueva máquina o un descubrimiento científico. Otra clave fundamental cuando se habla de desarrollo es la relativa a la pobreza. La economía de un país poco desarrollado puede definirse como pobre; ésta puede crecer y crear riqueza y, sin embargo, dejar a grandes capas de la población sumidas en la miseria. Durante la segunda mitad del siglo XX se ha empezado a tener conciencia de las dificultades que atraviesan la mayoría de los países en vías de desarrollo, muchos de los cuales fueron antiguas colonias de los países industrializados. Por ello, el término `economía del desarrollo' ha pasado a ser sinónimo del estudio de las soluciones que podrían aplicarse en estos países para erradicar la pobreza. De igual forma, los historiadores económicos han analizado los procesos de desarrollo de los países industrializados y coinciden en que éstos también fueron en algún momento `subdesarrollados'. La mayor parte de la historia económica versa pues sobre la historia del desarrollo económico. FACTORES DE PRODUCCION Factores de producción, medios utilizados en los procesos de producción. De forma habitual, se consideran tres: la tierra (bienes inmuebles), el trabajo y el capital (por ejemplo, una inversión en maquinaria); a veces se considera que la función empresarial es el cuarto factor de producción. La disponibilidad relativa de estos factores en un país (su dotación de factores) es uno de los aspectos más determinantes de la inversión y el comercio internacional. Para que una empresa logre sus objetivos tiene que conseguir la mejor combinación de los factores de producción disponibles. Esta combinación variará a lo largo del tiempo y dependerá de la necesidad de crecimiento, de la disponibilidad de mano de obra cualificada y de la experiencia de los gestores, de las nuevas tecnologías y de los precios de mercado de los distintos factores de producción. Tierra. Hasta hace poco tiempo, el consumo estaba condicionado por el volumen de los recursos materiales existentes llamados bienes naturales, representados por la tierra, el agua, el clima y los minerales. Quienes estudian la economía consideran que existen dos tipos básicos de recursos: los que mantienen su productividad en el transcurso del tiempo, denominados recursos renovables. Estos recursos tienen vida continua, por ejemplo, la energía de las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas. Existen también los recursos no renovables que se integran al proceso productivo, tal es el caso del petróleo y de los productos petroquímicos, como son pinturas, lacas, barnices, esmaltes, etc., que se utilizan con el nuevo producto fabricado. 5

La retribución monetaria al factor productivo tierra se le denomina renta. Trabajo. El factor trabajo lo constituye el elemento humano que colabora en el proceso de producción. Trabajo es la creación de bienes y servicios para la satisfacción de sus necesidades materiales. El hombre como generador de riqueza es limitado debido a que su preparación o escolaridad es diferente. Capital. Cuando se fabrico el primer instrumento que ayudo al hombre a aumentar su producción, se desarrollo un nuevo factor productivo: el capital. Comúnmente al dinero se le identifica como capital; esta es una forma de representarlo, no es un significado económico. Económicamente bienes de capital son las herramientas, maquinaria, equipo, recursos humanos o cualquier otro medio, que facilita la producción de bienes o generación de servicios. SISTEMAS ECONOMICOS En toda comunidad organizada se mezclan, en mayor o menor medida, los mercados y la actividad de los gobiernos. Es más, el grado de competencia de los mercados varía, desde aquellos en los que sólo opera una empresa, ejerciendo un monopolio, hasta la competencia perfecta de un mercado en el que operan cientos de minoristas. Lo mismo ocurre en cuanto a la intervención pública, que abarca desde la intervención mínima al regular impuestos, crédito, contratos y subsidios, hasta el control de los salarios y los precios de los sistemas de economía planificada que imperan en los países comunistas. Incluso en las sociedades en las que se defiende a ultranza la planificación de la economía se ha tenido que modificar la postura oficial y se hacen concesiones a la empresa privada. Por ejemplo, la Unión Soviética permitía a sus agricultores, aunque fuese a través de empresas colectivas, vender las cosechas de sus parcelas privadas. Durante la dominación comunista en Polonia, casi todas las granjas estaban en manos privadas. En Yugoslavia se permitió la gestión de las fábricas por los trabajadores bajo el mandato del mariscal Tito, que al mismo tiempo asentaba la evolución de su régimen hacia sistemas de economía mixta, alejados de las premisas dominantes en la Unión Soviética. En las economías de mercado también se producen este tipo de divergencias. En casi todas existe monopolio estatal sobre las líneas aéreas y los ferrocarriles. Incluso en los países en los que el Estado no tiene empresas públicas, como en Japón, su influencia sobre la actividad económica es enorme. En Estados Unidos, el más firme defensor de la economía de mercado, el gobierno ha tenido que intervenir para evitar la quiebra de empresas en crisis, como Lockheed y Chrysler; de hecho, ha convertido a los principales fabricantes de armamento en empresas públicas de facto. Muchos economistas estadounidenses han tenido que aceptar la existencia de una economía mixta: combinación de iniciativa privada e intervención del gobierno. Libre empresa Las principales diferencias entre la organización económica planificada y la capitalista radica en quién es el propietario de las fábricas, granjas y el resto de las empresas, así como en sus diferentes puntos de vista sobre la distribución de la renta o la forma de establecer los precios. En casi todos los países capitalistas, una parte importante del producto nacional bruto (PNB) la producen las empresas privadas, los agricultores e instituciones no gubernamentales como universidades y hospitales privados, cooperativas y fundaciones. Aunque existe una fuerte oposición en los países industrializados al control de precios y a la planificación de la economía, los gobiernos han tenido que recurrir a este tipo de medidas en casos de emergencia, como 6

durante la II Guerra Mundial. Sin embargo, en las economías de libre mercado se considera que la propiedad pública de medios de producción y la intervención pública en la fijación de precios son excepciones, que se deben evitar, a las reglas de la propiedad privada y de la fijación de precios a través de mercados competitivos. Sistema Socialista La visión totalmente opuesta a la anterior es la que prevalece en los países comunistas, donde predomina la tendencia hacia la planificación centralizada de la economía. Aunque cada vez se tolera más la existencia de empresas privadas, y a pesar de que ninguna economía planificada ha podido funcionar sin cierto grado de privatización de la agricultura, la ideología dominante favorece la planificación estatal, al menos en teoría, para fijar los precios, la propiedad pública de las fábricas, las granjas y las grandes redes de distribución, públicas. En teoría no existe ninguna razón que impida a una sociedad democrática optar por una planificación centralizada de la producción, los precios y la distribución de la renta. Sin embargo, la experiencia demuestra que la planificación central de las economías ha ido en general acompañada del control del partido político. No obstante, existen importantes diferencias en el grado de control entre los distintos países comunistas, e incluso en un mismo país a lo largo del tiempo. Y también se puede constatar que el capitalismo a veces ha ido acompañado de regímenes políticos totalitaristas. Los principales problemas a los que se enfrenta el capitalismo son el desempleo, la inflación y las injustas desigualdades económicas. Los problemas más graves de las economías planificadas son el subempleo o el masivo empleo encubierto, el racionamiento, la burocracia y la escasez de bienes de consumo. Sistemas Mixtos En una situación intermedia entre la economía planificada y la economía de libre mercado se encuentran los países socialdemócratas o liberales socialistas. Entre ellos destacan las democracias de los países escandinavos, sobre todo Suecia. En este país la actividad económica recae en su mayor parte sobre el sector privado, pero el sector público regula esta actividad, interviniendo para proteger a los trabajadores y redistribuir la renta entre los de mayores y los de menores ingresos. Por otra parte, Yugoslavia constituyó otro ejemplo importante de economía mixta entre la décadas de 1950 y 1980. Aunque el partido comunista institucional seguía ejerciendo un férreo control, la censura fue escasa, la emigración no estaba prohibida, existía libertad de cultos y una mezcla de propiedad pública, cooperativismo y propiedad privada, que crearon una economía bastante próspera. DOCTRINAS ECONOMICAS Fisiócratas y Mercantilistas Mercantilistas El desarrollo de los modernos nacionalismos a lo largo del siglo XVI desvió la atención de los pensadores de la época hacia cómo incrementar la riqueza y el poder de los estados nacionales. La política económica que imperaba en aquella época, el mercantilismo, fomentaba el autoabastecimiento de las naciones. Esta doctrina económica imperó en Inglaterra y en el resto de Europa occidental desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. Los mercantilistas consideraban que la riqueza de una nación dependía de la cantidad de oro y plata que tuviese. Aparte de las minas de oro y plata descubiertas por España en el continente americano, una nación sólo podía aumentar sus reservas de estos metales preciosos vendiendo más productos a otros países de los 7

que compraba. El conseguir una balanza de pagos con saldo positivo implicaba que los demás países tenían que pagar la diferencia con oro y plata. Los mercantilistas daban por sentado que su país estaría siempre en guerra con otros, o preparándose para la próxima contienda. Si tenían oro y plata, los dirigentes podrían pagar a mercenarios para combatir, como hizo el rey Jorge III de Inglaterra durante la guerra de la Independencia estadounidense. En caso de necesidad, el monarca también podría comprar armas, uniformes y comida para los soldados. Esta preocupación mercantilista por acumular metales preciosos también afectaba a la política interna. Era imprescindible que los salarios fueran bajos y que la población creciese. Una población numerosa y mal pagada produciría muchos bienes a un precio lo suficiente bajo como para poder venderlos en el exterior. Se obligaba a la gente a trabajar jornadas largas, y se consideraba un despilfarro el consumo de té, ginebra, lazos, volantes o tejidos de seda. De esta filosofía también se deducía que era positivo para la economía de un país el trabajo infantil. Un autor mercantilista tenía un plan para los niños de los pobres: cuando estos niños tienen cuatro años, hay que llevarlos al asilo para pobres de la región, donde se les enseñará a leer durante dos horas al día, y se les tendrá trabajando el resto del día en las tareas que mejor se ajusten a su edad, fuerza y capacidad. Fisiócratas Esta doctrina económica estuvo en boga en Francia durante la segunda mitad del siglo XVIII y surgió como una reacción ante las políticas restrictivas del mercantilismo. El fundador de la escuela, François Quesnay, era médico de cabecera en la corte del rey Luis XV. Su libro más conocido, Tableau Économique (Cuadro económico, 1758), intentaba establecer los flujos de ingresos en una economía, anticipándose a la contabilidad nacional, creada en el siglo XX. Según los fisiócratas, toda la riqueza era generada por la agricultura; gracias al comercio, esta riqueza pasaba de los agricultores al resto de la sociedad. Los fisiócratas eran partidarios del libre comercio y del laissez−faire (doctrina que defiende que los gobiernos no deben intervenir en la economía). También sostenían que los ingresos del Estado tenían que provenir de un único impuesto que debía gravar a los propietarios de la tierra, que eran considerados como la clase improductiva. Adam Smith conoció a los principales fisiócratas y escribió sobre sus doctrinas, casi siempre de forma positiva. Clásicos y Carlos Marx Como cuerpo teórico coherente, la escuela clásica de pensamiento económico parte de los escritos de Smith, continúa con la obra de los economistas británicos Thomas Robert Malthus y David Ricardo, y culmina con la síntesis de John Stuart Mill, discípulo de Ricardo. Aunque fueron frecuentes las divergencias entre los economistas desde la publicación de La riqueza de las naciones (1776) de Smith hasta la de Principios de economía política (1848) de Mill, los economistas pertenecientes a esta escuela coincidían en los conceptos principales. Todos defendían la propiedad privada, los mercados y creían, como decía Mill, que sólo a través del principio de la competencia tiene la economía política una pretensión de ser ciencia. Compartían la desconfianza de Smith hacia los gobiernos, y su fe ciega en el poder del egoísmo y su famosa mano invisible, que hacía posible que el bienestar social se alcanzara mediante la búsqueda individual del interés personal. Los clásicos tomaron de Ricardo el concepto de rendimientos decrecientes, que afirma que a medida que se aumenta la fuerza de trabajo y el capital que se utiliza para labrar la tierra, disminuyen los rendimientos o, como decía Ricardo, superada cierta etapa, no muy avanzada, el progreso de la agricultura disminuye de una forma paulatina. El alcance de la ciencia económica se amplió de manera considerable cuando Smith subrayó el papel del consumo sobre el de la producción. Smith confiaba en que era posible aumentar el nivel general de vida del conjunto de la comunidad. Defendía que era esencial permitir que los individuos intentaran alcanzar su propio bienestar como medio para aumentar la prosperidad de toda la sociedad.

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En el lado opuesto, Malthus, en su conocido e influyente Ensayo sobre el principio de la población (1798), planteaba la nota pesimista de la escuela clásica, al afirmar que las esperanzas de mayor prosperidad se escollarían contra la roca de un excesivo crecimiento de la población. Según Malthus, los alimentos sólo aumentaban adecuándose a una progresión aritmética (2−4−6−8−10, etc.), mientras que la población se duplicaba cada generación (2−4−8−16−32, etc.), salvo que esta tendencia se controlara, o por la naturaleza o por la propia prudencia de la especie. Malthus sostenía que el control natural era positivo: El poder de la población es tan superior al poder de la tierra para permitir la subsistencia del hombre, que la muerte prematura tiene que frenar hasta cierto punto el crecimiento del ser humano. Este procedimiento de frenar el crecimiento eran las guerras, las epidemias, la peste, las plagas, los vicios humanos y las hambrunas, que se combinaban para controlar el volumen de la población mundial y limitarlo a la oferta de alimentos. La única forma de escapar a este imperativo de la humanidad y de los horrores de un control positivo de la naturaleza, era la limitación voluntaria del crecimiento de la población, no mediante un control de natalidad, contrario a las convicciones religiosas de Malthus, sino retrasando la edad nupcial, reduciendo así el volumen de las familias. Las doctrinas pesimistas de este autor clásico dieron a la economía el sobrenombre de ciencia lúgubre. Los Principios de economía política de Mill constituyeron el centro de esta ciencia hasta finales del siglo XIX. Aunque Mill aceptaba las teorías de sus predecesores clásicos, confiaba más en la posibilidad de educar a la clase obrera para que limitase su reproducción de lo que lo hacían Ricardo y Malthus. Además, Mill era un reformista que quería gravar con fuerza las herencias, e incluso permitir que el gobierno asumiera un mayor protagonismo a la hora de proteger a los niños y a los trabajadores. Fue muy crítico con las prácticas que desarrollaban las empresas y favorecía la gestión cooperativa de las fábricas por parte de los trabajadores. Mill representó un puente entre la economía clásica del laissez−faire y el Estado de bienestar. Acerca de los mercados, los economistas clásicos aceptaban la ley de Say, formulada por el economista francés Jean Baptiste Say. Esta ley sostiene que el riesgo de un desempleo masivo en una economía competitiva es despreciable, porque la oferta crea su propia demanda, limitada por la cantidad de mano de obra y los recursos naturales disponibles para producir. Cada aumento de la producción aumenta los salarios y los demás ingresos que se necesitan para poder comprar esa cantidad adicional producida. Marxismo La oposición a la escuela clásica provino de los primeros autores socialistas, como el filósofo social francés Claude Henri de Rouvroy conde de Saint−Simon, y el utópico británico Robert Owen. Sin embargo, fue Karl Marx el autor de las teorías económicas socialistas más importantes, manifiestas en su principal trabajo, El capital (3 vols., 1867−1894). Para la perspectiva clásica del capitalismo, el marxismo representó una seria recusación, aunque no dejaba de ser, en algunos aspectos, una variante de la temática clásica. Por ejemplo, Marx adoptó la teoría del valor trabajo de Ricardo. Con algunas matizaciones, Ricardo explicó que los precios eran la consecuencia de la cantidad de trabajo que se necesitaba para producir un bien. Ricardo formuló esta teoría del valor para facilitar el análisis, de forma que se pudiera entender la diversidad de precios. Para Marx, la teoría del valor trabajo representaba la clave del modo de proceder del capitalismo, la causa de todos los abusos y de toda la explotación generada por un sistema injusto. Exiliado de Alemania, Marx pasó muchos años en Londres, donde vivió gracias a la ayuda de su amigo y colaborador Friedrich Engels, y a los ingresos derivados de sus ocasionales contribuciones en la prensa. Desarrolló su extensa teoría en la biblioteca del Museo Británico. Los estudios históricos y los análisis económicos de Marx convencieron a Engels de que los beneficios y los demás ingresos procedentes de una explotación sin escrúpulos de las propiedades y las rentas son el resultado del fraude y el poder que ejercen los fuertes sobre los débiles. Sobre esta crítica se alza la crítica económica que desemboca en la certificación 9

histórica de la lucha de clases. La acumulación primitiva en la historia económica de Inglaterra fue posible gracias a la delimitación y al cercamiento de las tierras. Durante los siglos XVII y XVIII los terratenientes utilizaron su poder en el Parlamento para quitar a los agricultores los derechos que por tradición tenían sobre las tierras comunales. Al privatizar estas tierras, empujaron a sus víctimas a las ciudades y a las fábricas. Sin tierras ni herramientas, los hombres, las mujeres y los niños tenían que trabajar para conseguir un salario. Así, el principal conflicto, según Marx, se producía entre la denominada clase capitalista, que detentaba la propiedad de los medios de producción (fábricas y máquinas) y la clase trabajadora o proletariado, que no tenía nada, salvo sus propias manos. La explotación, eje de la doctrina de Karl Marx, se mide por la capacidad de los capitalistas para pagar sólo salarios de subsistencia a sus empleados, obteniendo de su trabajo un beneficio (o plusvalía), que era la diferencia entre los salarios pagados y los precios de venta de los bienes en los mercados. Aunque en el Manifiesto Comunista (1848) Marx y Engels pagaban un pequeño tributo a los logros materiales del capitalismo, estaban convencidos que estos logros eran transitorios y que las contradicciones inherentes al capitalismo y al proceso de lucha de clases terminarían por destruirlo, al igual que en el pasado había ocurrido con el extinto feudalismo medieval. A este respecto, los escritos de Marx se alejan de la tradición de la economía clásica inglesa, siguiendo la metafísica del filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel, el cual consideraba que la historia de la humanidad y de la filosofía era una progresión dialéctica: tesis, antítesis y síntesis. Por ejemplo, una tesis puede ser un conjunto de acuerdos económicos, como el feudalismo o el capitalismo. Su contrapuesto, o antítesis, sería, por ejemplo, el socialismo, como sistema contrario al capitalismo. La confrontación de la tesis y la antítesis daría paso a una evolución, que sería la síntesis, en este caso, el comunismo que permite combinar la tecnología capitalista con la propiedad pública de las fábricas y las granjas. A largo plazo, Marx creía que el sistema capitalista desaparecería debido a que su tendencia a acumular la riqueza en unas pocas manos provocaría crecientes crisis debidas al exceso de oferta y a un progresivo aumento del desempleo. Para Marx, la contradicción entre los adelantos tecnológicos, y el consiguiente aumento de la eficacia productiva y la reducción del poder adquisitivo que impediría adquirir las cantidades adicionales de productos, sería la causa del hundimiento del capitalismo. Según Marx, las crisis del capitalismo se reflejarían en un desplome de los beneficios, una mayor conflictividad entre trabajadores y empresarios e importantes depresiones económicas. El resultado de esta lucha de clases culminaría en la revolución y en el avance hacia, en primer lugar, el socialismo, para al fin avanzar hacia la implantación gradual del comunismo. En una primera etapa todavía sería necesario tener un Estado que eliminara la resistencia de los capitalistas. Cada trabajador sería remunerado en función de su aportación a la sociedad. Cuando se implantara el comunismo, el Estado, cuyo objetivo principal consiste en oprimir a las clases sociales, desaparecería, y cada individuo percibiría, en ese porvenir utópico, en razón de sus necesidades. Neoclásicos y John M. Keynes La economía clásica partía del principio de escasez, como lo muestra la ley de rendimientos decrecientes y la doctrina malthusiana sobre la población. A partir de la década de 1870, los economistas neoclásicos como William Stanley Jevons en Gran Bretaña, Léon Walras en Francia, y Karl Menger en Austria, imprimieron un giro a la economía, abandonaron las limitaciones de la oferta para centrarse en la interpretación de las preferencias de los consumidores en términos psicológicos. Al fijarse en el estudio de la utilidad o satisfacción obtenida con la última unidad, o unidad marginal, consumida, los neoclásicos explicaban la formación de los precios, no en función de la cantidad de trabajo necesaria para producir los bienes, como en las teorías de 10

Ricardo y de Marx, sino en función de la intensidad de la preferencia de los consumidores en obtener una unidad adicional de un determinado producto. Este equilibrio también se alcanzaría en los mercados de dinero y de trabajo. En los mercados financieros, los tipos de interés equilibrarían la cantidad de dinero que desean prestar los ahorradores y la cantidad de dinero que desean pedir prestado los inversores. Los prestatarios quieren utilizar los préstamos que reciben para invertir en actividades que les permitan obtener beneficios superiores a los tipos de interés que tienen que pagar por los préstamos. Por su parte, los ahorradores cobran un precio a cambio de ceder su dinero y posponer la percepción de la utilidad que obtendrán al gastarlo. En el mercado de trabajo se alcanza asimismo un equilibrio. En los mercados de trabajo competitivos, los salarios pagados representan, por lo menos, el valor que el empresario otorga a la producción obtenida durante las horas trabajadas, que tiene que ser igual a la compensación que desea recibir el trabajador a cambio del cansancio y el tedio laboral. La doctrina neoclásica es, de forma implícita, conservadora. Los defensores de esta doctrina prefieren que operen los mercados competitivos a que haya una intervención pública. Al menos hasta la Gran Depresión de la década de 1930, se defendía que la mejor política era la que reflejaba el pensamiento de Adam Smith: bajos impuestos, ahorro en el gasto público y presupuestos equilibrados. A los neoclásicos no les preocupa la causa de la riqueza, explican que la desigual distribución de ésta y de los ingresos se debe en gran medida a los distintos grados de inteligencia, talento, energía y ambición de las personas. Por lo tanto, el éxito de cada individuo depende de sus características individuales, y no de que se beneficien de ventajas excepcionales o sean víctimas de una incapacidad especial. En las sociedades capitalistas, la economía clásica es la doctrina predominante a la hora de explicar la formación de los precios y el origen de los ingresos. John Maynard Keynes John Maynard Keynes fue alumno de Alfred Marshall y defensor de la economía neoclásica hasta la década de 1930. La Gran Depresión sorprendió a economistas y políticos por igual. Los economistas siguieron defendiendo, a pesar de la experiencia contraria, que el tiempo y la naturaleza restaurarían el crecimiento económico si los gobiernos se abstenían de intervenir en el proceso económico. Por desgracia, los antiguos remedios no funcionaron. En Estados Unidos, la victoria en las elecciones presidenciales de Franklin D. Roosevelt (1932) sobre Herbert Hoover marcó el final político de las doctrinas del laissez−faire. Se necesitaban nuevas políticas y nuevas explicaciones, que fue lo que en ese momento proporcionó Keynes. En su ya citada Teoría general (1936), aparecía un axioma central que puede resumirse en dos grandes afirmaciones: (1) las teorías existentes sobre el desempleo no tenían ningún sentido; ni un nivel de precios elevado ni unos salarios altos podían explicar la persistente depresión económica y el desempleo generalizado; (2) por el contrario, se proponía una explicación alternativa a estos fenómenos que giraba en torno a lo que se denominaba demanda agregada, es decir, el gasto total de los consumidores, los inversores y las instituciones públicas. Cuando la demanda agregada es insuficiente, decía Keynes, las ventas disminuyen y se pierden puestos de trabajo; cuando la demanda agregada es alta y crece, la economía prospera. A partir de estas dos afirmaciones genéricas, surgió una poderosa teoría que permitía explicar el comportamiento económico. Esta interpretación constituye la base de la macroeconomía contemporánea. Puesto que la cantidad de bienes que puede adquirir un consumidor está limitada por los ingresos que éste percibe, los consumidores no pueden ser responsables de los altibajos del ciclo económico. Por lo tanto, las fuerzas motoras de la economía son los inversores (los empresarios) y los gobiernos. Durante una recesión, y también durante una depresión económica, hay que fomentar la inversión privada o, en su defecto, aumentar el gasto público. Si lo que se produce es una ligera contracción, hay que facilitar la concesión de créditos y reducir los tipos de interés (substrato fundamental de la política monetaria), para estimular la inversión privada y restablecer la demanda agregada, aumentándola de forma que se pueda alcanzar el pleno empleo. Si la contracción de la economía es grande, habrá que incurrir en déficit presupuestarios, invirtiendo en obras públicas o concediendo subvenciones a fondo perdido a los colectivos más perjudicados. 11

UNIDAD II LEY DE LA OFERTA Y LA DEMANDA LA LEY DE LA DEMANDA Concepto La demanda de un determinado producto puede definirse como las diferentes cantidades que los consumidores estarán dispuestos y en condiciones de adquirir en función de los diferentes niveles de precios posibles, en determinado periodo de tiempo. Factores que determinan la demanda. La cantidad que los consumidores planean comprar de un bien o servicio determinado, depende de muchos factores. Los principales son: 1. El precio del bien 2. Los precios de los bienes relacionados 3. Los precios futuros esperados 4. El ingreso 5. la población 6. Las preferencias Primero veremos la relación entre la cantidad demandada y el precio de un bien. Para estudiar esta relación, mantenemos constantes todos los otros factores que influyen sobre las compras planeadas de los consumidores y preguntamos: ¿Cómo varia la cantidad demandad del bien a medida que varia a su precio? Desplazamientos de la demanda. Los factores determinantes de la demanda están constituidos por un conjunto de elementos que pueden alterar la propia posición de la curva, desplazándola positiva o negativamente. Los más importantes son los siguientes: 1.−Dimensión del mercado (D) 2.−Variación del poder adquisitivo (V) 3.−Actitudes y preferencias de los consumidores (A) 4.−Expectativas sobre la evolución de la oferta (E) 5.−Precios de los productos sustituidos (PaPkPn) Reuniéndolos, podemos afirmar que ellos son los factores determinantes de la demanda (P) existiendo incluso 12

entre ellos y esta ultima, una relación funcional de dependencia, que puede representarse matemáticamente de la siguiente manera: P = f (D, V, A, E, Pa,PkPn) Cuando aumenta la dimensión del mercado, a través del aumento de la población apta para consumir, la curva de la demanda de determinado producto podrá sufrir un desplazamiento positivo, pues para todos los precios posibles habrá, un número mayor de consumidores dispuestos y aptos para ingresar en el mercado. Desplazamientos (positivo y negativo) de la curva de demanda. El desplazamiento de la curva positiva o negativamente, para todos los niveles de precios, significa aumento o disminución de la demanda como un todo. Estos desplazamientos son diferentes de los aumentos o de las disminuciones de las cantidades demandadas, que se manifiestan a lo largo de determinada curva. ELASTICIDAD DE LA DEMANDA.

Elasticidad precio de la demanda Es la relación existente entre las modificaciones relativas observadas en las cantidades demandadas, resultante de relaciones relativas introducidas en los precios. Podemos considerar que la elasticidad precio de la demanda en determinado punto de la curva puede ser medida aproximadamente por la siguiente expresión: E = Modificación porcentual de la cantidad demandadas / Modificación porcentual del precio. Es importante observar que, generalmente, una misma curva de demanda puede presentar diferentes coeficientes de elasticidad precio a lo largo de su recorrido. Por ejemplo a niveles de precios muy altos, la demanda de determinado producto puede ser menos elástica que a niveles de precios más bajos. Esto significa que, en caso, los consumidores serian más sensibles a las modificaciones de los precios cuando estos se situaran en niveles más bajos que cuando se encontraran a niveles elevados. A pesar de las ligeras variaciones que pudieran presentarse a lo largo de las curvas de demanda, hay algunas marcadamente inelásticas y otras cuyo comportamiento es siempre elástico. Elasticidad Ingreso de la Demanda La elasticidad ingreso de la demanda es una medida de sensibilidad de la demanda de un bien o servicio ante un cambio en el ingreso, manteniendo todas las demás cosas constantes. Se calcula con la formula: Elasticidad Ingreso de la demanda = Cambio porcentual en la cantidad demandada Cambio porcentual en el ingreso Los valores de la elasticidad de la demanda pueden ser positivos o negativos, y caen dentro de tres rangos interesantes: • Mayor que 1 (bien normal, elástico al ingreso) • Entre cero y 1 (bien normal, inelástico al ingreso) • Menor que cero (bien inferior) Elástica Mayor que 1 13

Conforme aumenta el ingreso, aumenta la cantidad demandada, pero esta aumenta con más rapidez que el ingreso. Ejemplos de bienes en esta categoría son los cruceros marítimos, los viajes internacionales, la joyería y las obras de arte. Elasticidad entre cero y 1 En este caso, la cantidad demanda aumenta conforme aumenta el ingreso, por el ingreso aumenta con mas rapidez que la cantidad demandada. Ejemplos de bienes en esta categoría son los alimentos, la ropa, los periódicos y las revistas. Elasticidad inferior a 1 que se vuelve negativa En este caso la cantidad demandada aumenta conforme aumenta el ingreso hasta llegar a un punto máximo cuando el ingreso es m. Conforme el ingreso continuo aumentando por encima de m, la cantidad demandada disminuye. La elasticidad de la demanda es positiva pero menor que 1, cuando el ingreso esta entre cero y m. mas allá del ingreso m, la elasticidad de la demanda se vuelve negativa. Ejemplos de bienes en esta categoría son el transporte publico, las papas y el arroz. LA LEY DE LA OFERTA Concepto La Oferta de determinado producto puede definirse como las diferentes cantidades que los productores estaban dispuestos y en condiciones de ofrecer en el mercado, en función de los diferentes niveles de precios posibles, durante determinado periodo de tiempo. Factores que determinan la demanda. Las cantidades de cualquier bien o servicio que los productores planean vender, dependen de muchos factores. Los principales son: • El precio del bien. • Los precios de los recursos usados para producir el bien. • Los precios de los bienes relacionados. • Los precios futuros esperados. • El numero de oferentes. • La tecnología. Desplazamientos de la oferta. El mismo raciocinio que desarrollamos para la demanda puede aplicarse a la oferta, aunque los factores determinantes de esta última sean diferentes de los que afectan a la primera. 1.−Numero de empresas potencialmente aptas (N) 2.−Condiciones de la oferta (C) 3.−Precios de los diferentes recursos (PaPkPn) 4.−Variaciones en la estructura tecnológica (T)

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5.−Expectativas sobre la evolución de la demanda (E) 6.−Expectativas sobre el comportamiento de los precios (P) Agrupándolos podemos confirmar que estos factores son los principales determinantes de la oferta (O) existiendo incluso entre ellos y esta ultima una clara relación funcional de dependencia, que puede tener la siguiente representación matemática: O = f (N,C,Pa,PkPn,T,E,P,) Realmente estos seis factores ejercen gran influencia sobre la oferta definida inicialmente para determinado producto. Es importante observar que las variaciones de la oferta son bastante diferentes de las variaciones de las cantidades ofrecidas. Estas ultimas se presentan a lo largo de la curva inicialmente definida, mientras que las primeras son capaces de determinar nuevas curvas. EL EQUILIBRIO DE MERCADO

Cuando ponemos en contacto a consumidores y productores con sus respectivos planes de consumo y producción, esto es, con sus respectivas curvas de demanda y oferta en un mercado particular, podemos analizar como se lleva a cabo la coordinación de ambos tipos de agentes. Se observa cómo, en general, un precio arbitrario no logra que los planes de demanda y de oferta coincidan. Sólo en el punto de corte de ambas curvas se dará esta coincidencia y sólo un precio podrá producirlas. A este precio lo denominamos precio de equilibrio y a la cantidad ofrecida y demandada, comprada y vendida a ese precio, cantidad de equilibrio.

El precio de equilibrio es aquel para el que la cantidad demandada es igual a la ofrecida. Esa cantidad es la cantidad de equilibrio.

Para analizar la determinación del precio de equilibrio de un mercado se dibuja en un mismo gráfico las curvas de oferta y de demanda.

Tabla de oferta y demanda del bien A

Precio A 2 4 6 8 10

Cantidad demandada A 8 6 4 2 1

Cantidad ofrecida A 0 2 4 6 8

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UNIDAD III TEORIA DEL CONSUMIDOR Utilidad Total Es el beneficio o satisfacción que una persona obtiene del consumo de bienes y servicios, por lo que la utilidad total depende del nivel de consumo de la persona, es decir, miembros mas unidades de un articulo consumo por unidad de tiempo mayor será el beneficio o la utilidad total de lo que reciba. En algún nivel de consumo, la utilidad total que recibe la persona al consumirlo llegara aun máximo, y la utilidad total será cero; A esto se le llama punto de saturación. Las unidades adicionales que se consumen después del punto de saturación hará bajar la utilidad total y la utilidad marginal y llegara a convertirse en una magnitud negativa, en virtud de los problemas de almacenamiento o satisfacción. La utilidad para los subjetivistas es precisamente la capacidad que tienen los bienes para satisfacer las necesidades humanas, esta capacidad esta dada por las cualidades físicas del bien. Ejemplo, la utilidad de un automóvil esta dada por el conjunto de cualidades físicas que le permiten satisfacer las necesidades del transporte. La utilidad se relaciona con la escasez para determinar el valor de un bien, ya que en la medida que un individuo tenga mayor cantidad de bienes tendrá mayor utilidad a cada uno de ellos. Capacidad de los bienes para satisfacer necesidades humanas, esta capacidad esta dada por las cualidades físicas de un bien. La teoría subjetiva del valor empieza planteando que las actividades que realizan los hombres lo hacen con el objetivo de satisfacer sus necesidades. Es un sentimiento de que falta de insuficiencia y de ruptura interna entre las piezas de un organismo y del medio que les rodea. Ejemplo, necesidad de comer es provocada por un desequilibrio que es el hambre. Así mismo existen una serie de necesidades las cuales Maslov las clasifica: • Fisiológicas • De inseguridad 16

• Estimación • Económicas, etc Por otra parte la clasificación de las necesidades están garantizadas naturales las cuales son: la propia naturaleza del ser humano y las superiores: son aquellas que se desarrollan a partir de la clasificación de necesidades naturales cuando se producen bienes y servicios. Utilidad marginal. En Economía, la utilidad que le reporta al consumidor la última unidad de una serie de unidades similares de un bien de consumo que el consumidor considera que merece la pena adquirir. El concepto de utilidad marginal es parte de la "ley de la utilidad decreciente". Según esta ley, la posesión de unidades adicionales de un bien aumenta la satisfacción psicológica total o utilidad del propietario, pero con cada unidad adicional la utilidad total crece a una tasa menor a medida que el deseo de disfrutar cada unidad adicional es menos acuciante. Llega un momento a partir del cual no merecerá la pena realizar ningún esfuerzo adicional para adquirir el bien. Este concepto es importante, porque antes de que se aplicara en la teoría económica clásica los economistas pensaban que el coste de producción era el único y principal determinante del valor de mercado de los bienes. Esta creencia fue finalmente considerada como inadecuada por casi todos los economistas, porque no lograba dar un peso suficiente a factores como la inversión o las cargas del capital, a los diferentes valores entre los diferentes tipos de trabajo ni a los factores subjetivos que determinan la demanda individual de un bien. Con el reconocimiento de estos factores subjetivos, entre los que el concepto de utilidad marginal es uno de los más importantes, los economistas se dieron cuenta de que el valor del trabajo y el capital está en parte determinado por la demanda de los individuos de los bienes en los que se aplican, para su producción, esos factores. En otras palabras, aunque los costes de capital y trabajo de un bien pueden asegurar, de momento, que no se venderá ese bien a un precio inferior a ese coste, incluso si no hay compradores dispuestos a pagar el precio de coste, a largo plazo esta falta de demanda forzará una reducción en los costes de trabajo y capital con el fin de reducir el precio hasta el punto en que se pueda encontrar una demanda efectiva. Los costes sólo operan como uno de los factores interrelacionados a la hora de determinar el valor de mercado y están a su vez influidos por estos otros factores. De la misma manera, las actitudes subjetivas de los individuos hacia los bienes en el mercado no pueden por sí mismas determinar el valor de mercado, sino que tienen que tenerse en cuenta relacionándolas con los precios que de hecho se pagan al trabajo y al capital, y en relación con las utilidades marginales de todos los demás individuos que actualmente actúan en el mercado. En otras palabras, cada comprador compra de acuerdo con un ajuste entre sus propias valoraciones de los bienes y las valoraciones que prevalecen en el mercado, y éstas a su vez son el resultado del equilibrio de todas las valoraciones de todos los compradores individuales que hay en el mercado en ese momento. Es la medida en que el individuo posee mayor cantidad de un bien, la utilidad que le atribuye a cada unidad del bien va disminuyendo en relación directa con el aumento de unidades del bien que se trate lo que se conoce como ley de la utilidad decreciente. Por el contrario cuando el individuo posee pocas unidades de un bien, le atribuye mayor importancia a cada una, cada unidad del bien tendrá para la mayor utilidad. La utilidad marginal es un aumento de la utilidad total provocada por un incremento de una unidad consumida, poseída y producida. Cubos de agua 1 2

Utilidad total 25 40

Utilidad marginal 25 15

Puntos A B 17

3 4 5 6 7 8

50 55 58 60 61 61

10 5 3 2 1 0

C D E F G H

La Curva de Indiferencia Considerando el caso de un consumidor que compra diferentes combinaciones de dos bienes, por ejemplo, alimentos y vestido, a determinados precios. Supondremos que cada combinación de los dos bienes prefiere un a la otra o es indiferente entre las dos. Por ejemplo, si le pedimos que elija entre la combinación A, formada por una unidad de alimentos y seis de vestido, y la B, formada por dos de alimentos y tres de vestido, puede 1) preferir la A a la B. 2) la B a la A. 3) ser indiferente entre las dos. Supongamos ahora que la combinación A y la B son igualmente buenas para nuestro consumidor, es decir, que es indiferente entre recibir una u otra. La siguiente figura muestra gráficamente combinaciones. Medimos las unidades de vestido en uno de los ejes y las de alimentos en el otro. Cada una de nuestras cuatro combinaciones, A, B, C, D, esta representada por un punto. Pero estas no son, en modo alguno, las únicas que dejarían a nuestro consumidor indiferente. Otra como la de 1 y medio unidades de alimentos y 4 de vestido, podría clasificarse igual que cualquiera de las demás, A, B, C, D; y, como esa, otras muchas que no se muestran. La curva de la figura, que une los cuatro puntos, es una curva de indiferencia. Estos representan cestas de consumo entre las que el consumidor se muestra indiferente; todas son igualmente deseables. Combinaciones Indiferentes Opciones A B C D

Alimentos 1 2 3 4

Vestido 6 3 2 1 y medio

Efecto Sustitución. El efecto sustitución es el efecto en el cambio de un precio sobre la cantidad comprada, cuando el consumidor permanece indiferente entre la situación original y la nueva. Cuanto mas escaso es un bien, mayor es su valor relativo de sustitución; su utilidad marginal aumenta en relación con la del bien que se ha vuelto abundante. Por ejemplo en la figura del tema anterior, para deslazarse del punto A al B, el consumidor estaría dispuesto a renunciar a 3 de sus 6 unidades de vestido para conseguir 1 adicional de alimentos. Sin embargo para desplazarse del B a C, solo sacrificara 1 de las unidades de vestido que le quedan para conseguir una tercera unidad de alimentos. La dirección del efecto sustitución nunca varía; cuando el precio relativo de un bien baja, el consumidor sustituye más de ese bien por otro; es decir, consume mas del bien cuyo precio relativo ha bajado.

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Es el primer factor que explica la disminución del consumo sube el precio. Si por ejemplo sube el precio del te; sin que varíen lo demás, se dice que este bien ha encarecido relativamente. Cuando el te se convierte en un estimulante relativamente mas caro que antes, se compra menos te y mas café o leche (estos dos últimos son los productos capaces de sustituirlos). Ley de sustitución. Según el grado de elasticidad o rigidez de la demanda se puede clasificar los bienes y productos en dos grandes categorías: La primera es integrada por aquellos bienes cuya demanda es poco elástica, es decir escasamente sensible a las variaciones de precio como sucede por ejemplo con los artículos de primera necesidad de los consumidores continúan comprando casi en la misma cantidad, incluso si el precio sube. A la segunda categoría pertenecen los bienes de demanda muy elástica, o sea todos los que no son imprescindibles y se venden menos cuando el precio aumenta. En este caso desempeña un papel muy importante una regla económica llamada ley de sustitución. Según esta cuando determinados bienes son demasiados caros, los consumidores o los usuarios si se trata un servicio adquiere otros precios inferior capaces de sustituirlo. Efecto Ingreso. El efecto ingreso es cuando existe la baja de precio del producto x, a consecuencia de la baja del precio el consumidor tiene la capacidad de adquirir mas productos x. O a medida que va en aumento el ingreso de la persona, ella aumenta el consumo de cierto producto. Para un bien normal, el efecto ingreso refuerza el efecto sustitución. El movimiento de un punto a otro de equilibrio del consumidor se puede dividir en un efecto de sustitución y un efecto de ingreso, según el primero, cuando baja el precio de un artículo, el individuo reemplaza con el otros artículos cuyos precios han permanecido sin cambio. Este efecto de sustitución hace aumentar la cantidad demandada del artículo cuyo precio baja. El efecto de ingreso puede explicarse como sigue. Si baja el precio de un articulo el poder adquisitivos del ingreso monetario constante de un individuo aumenta. En otras palabras aumenta su ingreso real. Al ocurrir esto el individuo tiende a comprar artículos cuyo precio bajo, si ese articulo es normal, menos unidades si es un articulo inferior. La separación de los efectos de sustitución y de ingreso de cambio de un precio. Tasa Marginal de Sustitución. Tasa marginal de sustitución. El numero de unidades de un bien Y y que deben sacrificarse por cada unidad adicional obtenida del bien X de tal manera que el consumidor continué indiferente entre los dos bienes y experimente el mismo nivel de satisfacción. La tasa marginal desustitucion de Y por X (tms xy) se refiere a la cantidad de Y que el consumidor esta dispuesto a sacrificar con el objeto de obtener una unidad adicional de X (permanece todavía en la misma curva de indiferencia). Cuando el individuo se mueve hacia abajo en la curva de indiferencia la tms xy disminuye. Curva de indiferencia

Curva de indiferencia

Curva de indiferencia

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