Morfología latina

January 14, 2018 | Author: Anonymous | Category: Apuntes, Apuntes de enseñanzas medias, Latín
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1.− Explique los siguientes conceptos: Flexión y formas flexionadas: El latín, como el castellano, posee palabras que tienen un rango significativo. Una misma serie de elementos, emitidos en el mismo orden, se podrían interpretar de distintos modos, según las distintas maneras en que se construyesen las palabras: así, entre DEMISSIS abatidos y DE MISSIS acerca de los enviados, hay una gran diferencia de sentido, pese a que una y otra secuencia contienen los mismos elementos y en el mismo orden; la distinción entre ellos es que en la primera secuencia el proverbio se suelda, de tal forma, que no cabe entre él y el elemento siguiente la intercalación de otro, lo que es posible entre la preposición y su régimen. Para decir abatidos los embajadores no había otro orden posible que DEMISSIS LEGATIS o LEGATIS DEMISSIS, mientras que acerca de los embajadores enviados se podía decir lo mismo DE MISSIS LEGATIS, DE LEGATIS MISSIS, LEGATIS DE MISSIS y MISSIS DE LEGATIS. Una vez constatada la existencia de palabras, conjunto de elementos significativos que expresan una idea, observamos que se dan grupos de gran parecido entre sí, y referibles, por el sentido, a un mismo concepto: LEGATVS, LEGATA, LEGATVM. Sus diferencias no afectan al significado conceptual legado, enviado, sino que se establecen en relación a los demás significados del contexto (relaciones sintácticas) o por referencia a otros valores semánticos distintos del fundamental (procedencia, interés, etc.). No hablamos en estos casos de palabras de forma parecida, sino de una palabra con variaciones de forma. Hablaremos ahora de FLEXION, es decir, de la capacidad de las palabras para variar formalmente de acuerdo con unas determinadas variaciones, que se presentan sistemáticamente y que dan lugar a expresión de relaciones sintácticas o de valores semánticos accidentales. En época histórica, el latín presenta una inmensa mayoría de formas flexionadas que, de acuerdo con la gramática tradicional, podemos repartir en: • nombre sustantivo • nombre adjetivo • pronombre • y verbo Entre sustantivo y adjetivo hay grandes concomitancias: los dos son nombres. El primero es un apelativo de personas, de objetos, de entidades abstractas; el segundo designa cualidades concebidas en abstracto, que se actualizan aplicadas a un sustantivo. A veces un adjetivo puede estar sustantivado, es decir, deja funcionalmente de ser sustantivo para designar entidades caracterizadas por poseer la cualidad. El pronombre abarca un número restringido de formas, que presentan características especiales en cuanto a su morfología y función. La principal diferencia con respecto al nombre, estriba en que éste es apelativo, mientras que el pronombre está desprovisto de valor semántico. En cuanto a la distinción entre nombre y verbo, mientras que el nombre designa objetos y cualidades, el verbo expresa acción o proceso. Desde el punto de vista léxico la distinción no es clara a veces, ya que una misma raíz nos provee, a veces, tanto de elementos nominales como de elementos verbales, como: CANTO= canción / CANTO= (acción del verbo en presente y primera persona).

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HELP = ayuda / HELP = ayudar La distinción a partir de unas nociones anejas, que introduce el verbo y no pueden aparecer en el sustantivo: las nociones de voz, tiempo, aspecto, modo, persona: son los accidentes verbales. El verbo presenta en latín accidentes comunes al sustantivo: así, el número, pero también el sustantivo presenta algunos específicos suyos: el género y el caso. Accidentes: Los accidentes que se pueden indicar por procedimientos morfológicos en latín son: género, número, caso, persona, voz, aspecto, tiempo y modo. La expresión morfológica número, es la única que aparece en cualquier forma flexionada, unida a la expresión de género y caso en los nombres, unida a la expresión de alguno de los demás accidentes citados en las formas verbales. Sólo en el caso de participio podemos encontrar juntos accidentes propios del verbo y del nombre. En latín, desde le punto de vista morfológico, se distinguen tres géneros: masculino, femenino y neutro, la distinción más tajante se encuentra entre el último y los dos primeros, ya que el neutro se caracteriza por la identidad de su nominativo−vocativo−acusativo en los dos números. Dentro de la flexión nominal latina existen palabras que se encuentran dentro del género animado o dentro del inanimado; otras presentan la capacidad de admitir ambas características a la vez, es decir, tener una forma de acusativo distinta de la correspondiente de nominativo y otra coincidente con ella. En esta diferencia de posibilidades formales estriba el fundamento más importante para distinguir, dentro de este tipo de flexión una estrictamente nominal, o de sustantivos, y otra adjetival. Así: PASTOR tiene como único acusativo PASTOREM, es un sustantivo de género animado. MARMOR tiene como único acusativo MARMOR, es un sustantivo de género neutro. PRVDENS tiene dos acusativos posibles: PRVDENS y PRVDENTEM: es una forma adjetival. Por otra parte, es únicamente en la flexión adjetival donde hay una diversidad morfológica entre femenino y masculino, ya que se especializaron para femenino las formas flexionadas sobre tema en −a, y para masculino y neutro las formas con vocal temática. De modo semejante, el tipo en −er especializado para el masculino polarizó como femeninos las formas terminadas en −is (ej. ACER, ACRIS, ACRE). A esta capacidad para indicar géneros diferentes mediante temas distintos se le designa con el nombre de moción. En latín la aplicación de la moción era prácticamente ilimitada para el adjetivo, mientras que se sentía muy limitada en el sustantivo. El accidente número en latín sólo se distingue singular y plural, si bien quedan algunos restos de dual totalmente aislados, que a efectos de función, se comportan como plurales y como indeclinables: OCTO, AMBO. Respecto al accidente caso la lengua latina ofrece una reducción, con respecto a la distribución originaria indoeuropea que estableció una declinación de ocho casos: nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo, ablativo, instrumental y locativo. En latín al caso ablativo se han incorporado los valores de instrumental y locativo; la oposición nominativo/vocativo está casi neutralizada; el ablativo sólo se distingue del dativo en el singular y no en todas las declinaciones, y existe una fuerte tendencia a unificar nominativo y acusativo en plural. 2

Radical y terminación/tema y desinencia: La diferente proyección, preferentemente sincrónica o preferentemente diacrónica del estudio de la morfología, puede repercutir también en el empleo y la utilización de las parejas terminológicas: radical y terminación; tema y desinencia. El término radical designa la parte no alterada a lo largo de dicha flexión y que contiene los elementos propios de la raíz de la palabra. La terminación designa las partes que van cambiando y constituyendo con sus cambios la flexión misma. Pero en un estudio de tipo diacrónico, se observa en una flexión de tipo de TERRA, donde sólo queda terr− como invariable, aparece una −a− en la mayoría de los casos, que no parece servir para la distinción de las diversas formas de la flexión; es más, en formas dialectales esta −a− aparece, incluso, en el dativo−ablativo plural (DEVAS CORNISCAS), careciendo de la −i − que presenta la forma clásica. Mediante un estudio comparativo con formas paralelas de la lengua griega, podemos llegar a la conclusión de que la forma originaria era −ais, que evolucionó a −is, a través de un intermediario −eis bien atestiguado (SVEIS). En esta consideración resultará más útil el empleo del par tema−desinencia. Es cierto también que en no pocas ocasiones encontraremos coincidencia entre radical y tema (PASTOR, PASTOR−IS) o entre terminación y desinencia (en DIE−M, la m es ambas cosas a la vez. 2.− Haga un esquema completo de las desinencias de la flexión nominal: Animados Inanimados Singular Nom. −s; cero −m; cero Voc. cero; (igual Nom.) Ac. −m/−em Gen. −i; −s/−is Dat. −i Abl. −d; −e Plural Nom. Voc. −i; −es −a Ac. −s/−es Gen. −um; −rum Dat. Abl. −is; −bus • Características y particularidades de las distintas declinaciones:

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TERCERA DECLINACION: I) Temas en consonante: • sustantivos con nominativo asigmático: temas en −n, −s, −r, −l. • sustantivos con nominativo sigmático: temas en oclusiva y en −m. II) Temas en −i y temas sincopados. III) Temas en vocal larga y temas en diptongo. IV) Nombres griegos. En ella se encuentran temas muy variados. La coincidencia de unos y otros en tener genitivo singular en −is es prácticamente completa. En cambio, en algunos otros casos la flexión no era aún total: el genitivo plural (unos en −um, otros en −ium); pero también subsistieron diferencias en ablativo singular, en acusativo del mismo número y hasta bien entrada la época clásica en el del plural. Con un enfoque diacrónico una gran parte de estas diferencias se deben a la que media entre dos grandes grupos: los en consonante y los en −i. I) Temas en consonante: forman un grupo relativamente homogéneo, pese a la variedad de consonantes finales de tema que podemos encontrar. Las diferencias más notables están en la formación del nominativo singular, según sea o no sigmático, dentro del género animado. a) Los temas asigmáticos caracterizan el nominativo con alargamiento; es la formación propia de los temas −n, −s, −r, −l. Entre los sigmáticos se cuentan todos los temas restantes. b) Los temas en −n presentan grado −o en el género animado y caracterizan, su nominativo con alargamiento. Los sustantivos de género neutro presentan grado −e y nominativo con tema puro: HOMO(N) / NVMEN La terminación −on del nominativo funcionó a la manera de un diptongo largo con pérdida de su segundo elemento, originándose formas del tipo HOMO(N) / CAVPO(N). Este grado largo se extendió en muchos sustantivos al resto de la flexión, generándose así el doble tipo: CAVPO−CAVPONIS/HOMO−HOMINIS. Tres tipos: CAVPO−CAVPONIS . Género animado HOMO−HOMINIS Género animado NVMEN−NVMINIS Género neutro La palabra SENEX presenta en el nominativo un fonema laringal, que en contacto con la −s origina el fonema x. El resto de la flexión (gen. SENIS, ac. SENEM, etc.) presenta un tema en −n quizá por influjo de IVVENIS, con el que forma antinomía. Existen algunos temas neutros que presentan sufijo alternante −r/−n, con r en el nominativo y n en el resto de la flexión: el tipo originario era, pues, FEMVR − FEMINIS o ITER − ITINIS. Sin embargo, la lengua tendió a hacer regular un tipo sin paralelo en el resto de la flexión, bien a partir del nominativo: FEMVR − FEMORIS, o a partir de los demás casos: FEMEN − FEMINIS. En algunos casos perduran formas procedentes de ambos tipos de regularización : ITER − ITINERIS, IECVR 4

− IECINORIS. c) Los temas en −r de género animado presentaban alargamiento en la vocal del tema que perduró sólo en los monosílabos: FVR, ya que toda larga final ante −r o −l, abrevió en época clásica. Se dio entonces la paradoja de que algunos temas que habían alargado por analogía con el nominativo la vocal final de su raíz, mantuvieron el alargamiento frente al posterior grado breve del nominativo, creándose una nueva oposición cuantitativa distinta de la originaria: SOROR−SORORIS. Un sufijo −ter− produjo nombres de parentesco, con grado breve en nominativo y cero en el resto de la flexión : PATER − PATRIS. Existen también neutros que no presentan grado largo en caso alguno, generalmente en grado 0. Así, los tipos: SOROR − SORORIS . animado MARMOR − MARMORIS neutro PATER − PATRIS animado FVR − FVRIS . animado Los temas en −l alargaron la vocal en el nominativo, que persistió sólo en los monosílabos: EXVL, EXVLIS/ SAL, SALIS. Los temas en −s heredan un sufijo alternante indoeuropeo muy productivo: −es/−os/−s. Aparecen en una gran mayoría masculinos y neutros. Entre los femeninos ARBOS (árbol), GLOS (cuñada) y los nombres que designan diosas VENVS, CERES y TELLVS. Los masculinos presentan generalmente grado o, salvo algunos como PVBES y CINIS, y alargamiento en el nominativo, salvo LEPVS. Por regla general, la vocal larga del nominativo se extendió al resto de la flexión, y a la inversa la −r, se extendió al nominativo. Esto originó dobletes del tipo ARBOS / ARBOR en el nominativo, bien la pérdida de la forma originaria del nominativo, RVBOS. En los monosílabos, la tendencia es la conservación de la −s y de la vocal larga: FLOS, GLOS, MOS, MVS, MAS. Los nombres del género neutro aparecen con grado o, o con grado alternante: o para los casos rectos del singular y e para el resto de la flexión. El nominativo no aparece caracterizado. Los tipos serían: TEMPVS, TEMPORIS / GENVS, GENERIS. Algunos neutros presentan el sufijo en grado cero, −s, y el grado largo de la raíz: así, IVS, CRVS, o el indeclinable FAS. d) Los temas con nominativo sigmático pueden clasificarse en: • 5

a) temas en oclusiva : los temas en oclusiva de género animado presentan diversos aspectos en el nominativo, según se trate de oclusiva dental (presencia de la −s y pérdida de oclusiva), gutural (final en −x por combinación de los dos fonemas) o labial (conservación de ambos fonemas como tales): MILE(T)S / REX / PLEBS. Los temas neutros presentan tema puro: CAPVT. Los casos de final de palabra biconsonánticos terminados en oclusiva se simplificaron con pérdida de consonante: CORD > COR / LACT> LAC. b)temas en −m (uno solamente), es el femenino HIEMS. II) Temas en −i y temas sincopados: Los temas en −i, aunque de declinación casi idéntica a los anteriores, presentan algunos casos en los que la fusión no ha sido total: su genitivo plural es el −ium siempre, y existe la posibilidad de acusativo singular en −im, plural en −is y de un ablativo singular en −i. Como regla general, estos sustantivos presentan un nominativo tipo NAVIS, sin embargo encontramos un grupo de sustantivo con nominativo en −es, en este caso la mayor parte de sus genitivos plurales toman forma en −um, propia de la flexión consonántica: SEDES − SEDVM. En algunos nominativos terminados originalmente en −ri, la −i se apocopó, la −s se vio absorbida por la −r y al surgir una vocal de apoyo nació una forma en −er: IMBRIS − IMBRS − IMBR − IMBER Los sustantivos neutros presentan el tema puro: la −i se abrió en −e: MARI>MARE, pero la −e se suprimió cuando era larga la sílaba anterior ANIMALE>ANIMAL. En algunas palabras al perderla la −i>−e, podía desarrollarse una vocal de apoyo, FACVL o DIFFICVL. El acusativo propio de este tipo de palabras es en −im, pero sólo subsiste en algunas formas adverbiales (PARTIM) y en términos de lenguaje técnico: Naval NAVIM, PVPPIM Agrícola... CVCVMIN, MESSIM, SEMENTIM Médico ... FEBRIM, TVSSIM Aunque en bastantes casos estas formas concurren con sus alomorfos en −em: NAVIM/ NAVEM FEBRIM/ FEBREM La forma originaria del ablativo en −i fue suplantada en su mayoría por la normal de los temas en consonante, excepto algunos casos como CARNI. El ablativo en −i se mantuvo hasta época clásica, sobre todo en los siguientes grupos de nombres: . Neutros, para evitar confusión entre nominativo−acusativo ( MARI abl. / MARE nom.), salvo el ablativo 6

RETE. . En gran número de los sustantivos que conservan el acusativo singular en −im: RESTI, RVMI, SITI, TIBERI y TVSSI. . En algunas ocasiones, ablativo en −i de los sustantivos AMNIS, ANGVIS, AVIS, AXIS, CANALIS, CIVIS, COLLIS, FINIS, IGNIS, ORBIS, OVIS, PELLIS, RVDIS, VNGVIS y VITIS. Los nominativo−acusativo plurales de género inanimado presentan una terminación −ia (MARIA). En el genitivo plural aparece la terminación −ium, pero también en −um: MARVM frente al regular MARIVM. A la inversa se encuentran genitivo plural en −ium en temas consonánticos que se asemejen a los sincopados: DENTIVM, de DENS, como MENTIVM, de MENS. Los temas que se designan como sincopados con aquellos que han perdido la vocal −i, dando lugar a nominativos monosilábicos y genitivos con dos consonantes antes de la desinencia: GEN / GENTIS, MONS / MONTIS, CO−HORS / DO−HORTIS. Este tipo de flexión es seguido por sustantivos de nominativo monosilábico, con vocal larga o diptongo del tipo: COS / COTIS, DOS / DOTIS, LIS / LITIS . III) Temas en vocal larga y en diptongo: a)Temas en −i larga: Acerca de ellos sólo podemos hablar con seguridad refiriéndonos a VIS, que, aparte del acusativo y ablativo singulares (VIM y VI), es inusitado es los restantes casos del singular (genitivo VIS, dativo VI). En cuanto al plural: Nominativo, vocativo y acusativo, VIRES; dativo y ablativo VIRIBUS; genitivo VIRIUM. b)Temas en −v− larga: Los temas en −u larga, que originariamente eran paralelos a los temas −i larga, se asemejaron en el género animado a los temas consonánticos, mientras que los neutros quedaron absorbidos por los temas en −u (cuarta declinación): GRVS y SVS,; ac. SVEM, gen. SVIS, etc.. En el dativo y ablativo plurales SVIBVS, también existe la forma originaria SVBVS y otra con la vocal breve de los demás casos del singular SVBVS. c)Temas en diptongo El grupo de los temas en diptongo lo integran los vocablos BOS y IVPITER. El diptongo −ou− queda como tal, abreviando su primer elemento en los casos cuya desinencia comienza por vocal: BOV−EM, BOV−IS, BOV−I, BOV−E, BOV−ES, BOV−VM. Las formas IVPITER y IVPITER proceden de una antiguo forma de vocativo empleada como nominativo y representan un antiguo IOV−PATER. La segunda parte PATER, se pierde en el resto de los casos. La primera supone la misma raíz de DIES. Por lo demás, el tratamiento del diptongo es semejante al caso anterior: OV se mantiene antes las desinencias vocálicas: IOVEM, IOVIS, IOVI, IOVE. IV) Nombres griegos: Ya desde la época antigua, Roma recibe la influencia de la lengua griega y toma en préstamo palabras que 7

latiniza. Terminaciones griegas de la flexión consonántica acogidas en latín fueron: Acusativo singular .. −a Genitivo singular −os Nominativo plural .. −es Acusativo plural . −as Nom., voc., ac., pl. neutro .. .. −e (−ea) Por ejemplo: CETE, nominativo, vocativo, acusativo plural de CETVS (cetáceo). ORPHEVS, con acusativo ORPHEA, que por semejanza de su nominativo con los de la segunda declinación establece el genitivo ORPHEI. Algunas formas del tipo CAVPO, fueron adaptadas a una flexión de acuerdo con su origen (acusativo y dativo −o, genitivo en −us). La coexistencia en griego de sustantivos y nombres propios con nominativo en −ns pertenecientes a la primera declinación y a la tercera originó en latín una dualidad de genitivos −i, e −is para sustantivos con nominativo en −es, y confusiones en algún otro caso: así, el acusativo SATRAPE de SATRAPES. CUARTA Y SEGUNDA DECLINACIONES: Cuarta declinación La cuarta declinación comprende nombres de género animado en −u− y neutros en −u−. Esta declinación no muy numerosa, por su proximidad morfológica con la tercera y la segunda, sufrió su influencia, especialmente de la segunda, de tal modo que llegó a difundirse en alguna medida un genitivo en −i propio de la declinación temática: EXERCITI, SENATI, y se vio absorbida finalmente por ella. El nominativo singular de género animado se forma por la adición al tema de la desinencia −s: SENATVS, EXERCITVS. Es la forma utilizada también para el vocativo. El nominativo−vocativo−acusativo de género neutro presenta desinencia 0. El genitivo, aparte de su terminación propia −us, podía presentar la terminación −i, y en algunas ocasiones la desinencia −is, como SENATVIS. En dativo singular, frente a la forma corriente en −ui, puede presentar otra en −u. Esta forma resultó coincidente con la del ablativo singular cuando este caso perdió su −d final. Se perdió la distinción entre nominativo, vocativo, acusativo singular inanimado GELU, y el dativo, ablativo singular GELV; sólo el genitivo se destacaba, si bien la −s final era débilmente pronunciada en buen parte de la latinidad. Por ello, el aspecto de indeclinable que presentaba esta flexión, llegó a consolidarse, determinándose una sola forma en −u para todo el singular. En plural, el nominativo del género animado se forma por la adición de −es al tema, que tras la contracción, origina −us: MANVS.

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El resultado del acusativo es el mismo. La u breve del tema evoluciona normalmente ante la desinencia −ns, constituyendo una terminación larga en −us. En el género inanimado los tres casos coinciden en la adición de la desinencia −a. En el genitivo plural la terminación habitual −uum aparece como −um: CVRRVM y CVRRVVM / MANVM y MANVVM. El dativo−ablativo plural añade al tema −bus, de ahí las formas MANVBUS, CORNVBVS; sin embargo, aparecen formas en −ibus. En época clásica ha triunfado la terminación en −ibus, en analogía con la tercera declinación. Encontramos, sin embargo, dos grupos de sustantivos que mantuvieron la terminación en −ubus. • Los sustantivos en que la u del tema iba precedida de −c: LACVS, SPECVS. • Los sustantivos ARCVS, ARTVBVS, PARTVBVS, ya que podían haberse confundido con los dativos−ablativos de la tercera correspondientes a ARX, ARS y PARS. La palabra DOMVS aparecía provista de un doble tema: en −u y en −o / −e. El nominativo y acusativo singular son coincidentes en ambas declinaciones: DOMVS, DOMVM. En el genitivo singular encontramos formas de una y otro tema DOMI / DOMV, e igualmente en dativo DOMO / DOMVI, y ablativo DOMO / DOMV. En plural aparecen usadas formas de ambos temas en acusativo DOMOS / DOMVS y en genitivo DOMORVM / DOMVVM. Las formas propias de la declinación temática son las más frecuentes (salvo el dativo singular DOMVI) y las únicas en el locativo singular DOMI. En cambio, sólo se utilizan formas de tema en −u para: vocativo singular : DOMVS, nominativo−vocativo plural: DOMVS y dativo−ablativo plural: DOMIBVS. Segunda declinación La segunda declinación conserva la alternancia de la vocal temática sólo en un caso: el vocativo con grado −e, frente a los demás casos con grado −o. De todos modos, la vocal temática no aparece claramente a lo largo de la flexión, salvo en el vocativo singular y acusativo y genitivo plurales (grado largo), debido a las transformaciones fonéticas sufridas. Sin embargo, encontramos un grupo de palabras en que la vocal temática apareció, con su timbre originario −o−, en nominativo y acusativo de singular: se trata del tipo en que la vocal iba precedida del sonido −u: SERVOS, EQVOS / SERVOM, EQVOM. El nominativo de singular en el género animado se caracterizaba por la adición de −s al tema. La vocal temática o se transformaba en u en sílaba final cerrada. En un cierto número de sustantivos en −ros se tendió a suprimir la vocal temática cuando la −r iba precedida de otra consonante. La −s en contacto con la −r era absorbida por ella y la secuencia consonántica obligaba a introducir una vocal de apoyo: AGROS−AGRS−AGR−AGER. Esa síncopa debió también producirse en el caso de VIROS, que encontramos bajo la forma VIR, si bien otros 9

disílabos con sílaba inicial breve han mantenido la forma completa: FERVS, MERVS. En la contigüidad del sonido −l existió esta misma tendencia, como lo demuestra la existencia de dobletes tipo FAMVL / FAMVLVS. El sufijo −ios proporciona en ocasiones nominativos con doblete: MERCVRIVS / MERCVRIS CLODIVS / CLODIS El vocativo presenta la vocal temática con grado −e y desinencia 0. En aquellos casos, temas en −ro−, en los que la vocal temática se ha perdido en el nominativo, los dos casos aparecen igualados. Nominativo, vocativo PVER, VIR. En los temas en −ius, es regular el vocativo sin vocal temática y con terminación en −i . Hay que señalar también que, al existir un número de casos en que la terminación era −i o empezaba por esta vocal, se presentaba el problema de tratamiento de las dos íes en contacto, la del radical y la de la terminación. El nominativo−vocativo−acusativo singular inanimados no presentan en este caso el tema puro. Aparece la −m como desinencia. En el genitivo de singular era predominante la contracción en época arcaica, pero triunfó la forma no arcaica salvo en fórmulas fijas del tipo COMPENDI FACERE. En el locativo plural la forma usual fue la no contracta, como en FLVVII. En el dativo−ablativo plural se impuso la forma en −is. En la formación del genitivo plural la terminación más habitual −orum no es la originaria y que ésta, −um, aparece en ciertos tipos de sustantivos que podríamos agrupar en: − arcaismos DIVES EQVOM − palabras largas..... MAGNANIMVM − palabras con acumulación de −r− ............ TRIVMVIRVM − palabras del lenguaje técnico.............. − religioso: DEVM − jurídico: LIBERVM − militar: SOCIVM − comercial: NVMMVM La palabra DEVS proviene de una antigua forma, DEIVOS. La evolución fonética esperada, ya que la −u semiconsonante tendía a desaparecer cuando le seguía una −o, y la −i desaparece en posición intervocálica, origina el nominativo DEVS. − Nombres griegos:

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Esta segunda declinación acogió los sustantivos de la segunda declinación griega con final en −os para el género animado y −on para el neutro, si bien se pudieron latinizar mediante las terminaciones −us y −um respectivamente. La terminación helénica de nominativo plural −oi, se transcribió normalmente mediante −oe. DECLINACIONES PRIMERA Y QUINTA Primera declinación La vocal −a formante de los temas de esta declinación se fue transformando en indicio de femenino. Sin embargo, quedan restos de una época en que su asignación en el género era indiferente: AGRICOLA, SCRIBA. Posteriormente acogió otros masculinos procedentes del griego: NAVTA, POETA; nombre geográficos: AETNA (monte), SEQVANA (río), etc. El genitivo singular se formó en la mayoría de los casos a partir de la desinencia −i: ALBAI LONGAI, con el cambio generalizado en época clásica de este diptongo en −ae: ALBAE LONGAE. Sin embargo, la terminación originaria fue −as < −a + −es, que quedó muy reducida por la fuerza analógica de la segunda declinación. Se encuentra en poesía arcaica: VIAS, TERRAS, y en época clásica, en el término jurídico FAMILIAS, junto con nombres de parentesco: PATER, MATER, etc. Si bien se alterna con la forma normalizada FAMILIAE. Han aparecido también genitivos en −aes en nombres de mujer o comunes. De ascendencia osca es la forma de un nominativo plural en −as (LAETITIAS INSPERATAS). Para el genitivo plural se adiciona una antigua desinencia de los demostrativos −som, que se añadió a la raíz en grado largo y que dio origen a la terminación −arum. No obstante, aparecen genitivos en −um con algunos compuestos masculinos de −cola y −gena: AGRICOLVM, CAPRIGENVM. Dativo−ablativo plural, la terminación debía ser −abus, pero se produjo una creación similar −a + −is que, por contracción originó −is. Sin embargo, no se ha prescindido del final −abus, sino que se ha utilizado para diferenciar formas femeninas de sus correspondientes de la segunda declinación. Nombres griegos: El uso más antiguo acogió palabras que entraron muy pronto y las identificó totalmente con la declinación latina. Posteriormente se introdujo la moda de tomar los nombres griegos de acuerdo con la forma que tenían en el dialecto jónico−ático y se llegaron a adoptar palabras incluso de origen no griego, especialmente en la onomástica. Las innovaciones principales respecto a las desinencias afectan al nominativo singular masculino, que se hace sigmático, frente al vocativo correspondiente. El acusativo aparece terminado en −n. La vocal del tema se mantiene como −e. En el genitivo singular puede aparecer una forma en −es y ocasionalmente para dativo, una −e, aunque se prefirió mantener en este caso la tradicional terminación en −ae para evitar confusiones. En plural esta declinación se muestra sobre todo en los patronímicos terminados en −ades, −eides. Se encuentra entre ellos como terminación propiamente griega la terminación del genitivo plural: AENEADVM (AENEADES). 11

Quinta declinación Las palabras de esta declinación forman un conjunto muy homogéneo que no pertenece al género neutro (ni al masculino excepto DIES y su compuesto MERIDIES), ni presentan en su mayor parte plural. Esta declinación se constituyó según formas coincidentes con la tercera y primera declinaciones. Con respecto a la tercera declinación, hay coincidencias de forma con el nominativo singular de: 1º . Temas en dental, como QVIES, cuyo compuesto REQVIES se declina ya según el modelo de la quinta. 2º . Temas en −i, con nominativo en −es, como FIDES. 3º . Temas en −s, con nominativo singular en −es, como SPES. En la heteróclisis con respecto a la primera declinación, el grupo más importante lo forman los abstractos en −ies. La mayoría de estos sustantivos carecen de declinación en plural, salvo RES y DIES. A veces se encuentran formaciones como el genitivo plural SPECIEVM, analógico de la tercera, nominativos plurales como FACES y SPECIES y un genitivo, FACIERVM. Los nominativos singulares RES y DIES se presentan como hipercaracterizados, por sigmáticos y alargados. Los genitivos plurales se han originado a partir de la primera declinación: RERVM, DIERVM. En el genitivo singular la desinencia originaria fue −es, a imitación de −as de la primera declinación, pero más tarde, por influjo de la segunda y la primera, se tomó la desinencia −i, que se une a la raíz en grado 0. Posteriormente se ha originado la abreviación del segundo elemento REI, o la abreviación del primero en hiato REI y su paso posterior a diptongo: REI. A este respecto las formas mayoritarias son REI y DIEI. Lo mismo ocurrió en las formas del dativo. Aparecieron también formas como DIE, con pérdida del segundo elemento de un diptongo largo, y DII, con abreviación del diptongo y posterior monoptongación en −i. La palabra DIES, masculina en su origen y como lo avala su desuso en femenino plural y su compuesto MERIDIES, se presenta como femenino en la indicación de fechas por analogía seguramente con expresiones de fechas así: KALENDAE, NOVAE, etc. 4.− La flexión del adjetivo: tipos. Los grados del adjetivo. Forma de expresarlos en latín y en castellano. − Adjetivos de la 1ª clase: 3 terminaciones a) Declinación 3 terminaciones − Adjetivos de la 2ª clase: 2 terminaciones 1 terminación − Particularidades − Formación del comparativo b) Gradación − Formación del superlativo

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− Formaciones analógicas − Comparativos y superlativos asistemáticos − Defectividad de grado • DECLINACIÓN: La declinación de los adjetivos no tiene formas propias, sino que presenta características similares a las de los sustantivos. Según sus posibilidades de declinación, se distinguen dos categorías: 1º Adjetivos declinados por la primera y segunda declinación. Temas con vocal temática para masculino y neutro y temas en −a para femenino. Al tipo de nominativo más corriente, BONVS, BONA, BONVM, se añaden las formas con el nominativo sincopado: LIBER, LIBERA, LIBERVM, y un único tema en −ur: SATVR, SATVRA, SATVRVM. 2º Adjetivos declinados por la tercera declinación. Entre ellos encontramos temas en −i y temas en consonante que presentan algunas particularidades en su flexión, más o menos de acuerdo con los tipos correspondientes de sustantivos. Existen pues según este modelo de flexión tipos con nominativo: • de tres terminaciones: ACER, ACRIS, ACRE. • de dos terminaciones: BREVIS, BREVE. • de una terminación: VETVS, VETERIS. AMENS, AMENTIS. Ablativo singular: a la doble posibilidad de formas que presenta la tercera declinación para este caso, la terminación en −i era predominante en los tipos BREVIS, BREVE y ACER, ACRIS, ACRE, para evitar ambigüedades con el nominativo y acusativo singular neutro. En los adjetivos de una terminación, puesto que la mayoría procedía de temas en en −i con síncopa (por ej. AMENS en relación con MENS) la analogía con los tipos anteriores conservó con facilidad el ablativo en −i que le era propio. El ablativo en −e se mantiene en los adjetivos de tema en consonante en las formas de los comparativos, tipo ALTIOR, y en los adjetivos con tendencia a ser utilizados como sustantivos, como PRINCEPS= primero (adjetivo) / príncipe (sustantivo). En el grupo de formas con nominativo en −ns, el ablativo en −i se hizo característico de su uso como adjetivos (LAVDAMVR A VIRO SAPIENTI), mientras que la forma en −e quedó para su empleo sustantivado (LAVDAMVR A SAPIENTE) o plenamente verbal como el participio de un ablativo absoluto (REGNANTE ROMVLO). Sin embargo, en algunos casos encontramos oscilaciones de tipo PARI / PARE, VETERE / VETERI. En el genitivo plural, las formas en −ium son las más utilizadas en los tipos BREVIS, BREVE; ACER, ACRIS, ACRE. Las excepciones se basan en necesidades métricas: como CAELESTVM en Virgilio. En los adjetivos de una terminación es también predominante el genitivo en −ium, las formas en −um se 13

encuentran en correspondencia con las formas de ablativo en −e. En nominativo, vocativo y acusativo neutros, la forma en −ia es la regular para los tipos BREVIS y ACER. En los adjetivos de una terminación esta forma del neutro se corresponde generalmente con la del genitivo −ium. Un gran número de temas en consonante, carecen usualmente de las formas del plural neutro. Son excepciones VETVS, CAPAX, ATROX; los de nominativo singular en −ans y −ens, CONSTANS, PRVDENS, y LOCVPLES, QVADRVPES, PLVS, VBER. GRADACION: El sistema de gradación positivo−comparativo−superlativo, tan frecuente en nuestras lenguas, no parece que haya sido regular en la lengua indoeuropea. En ella cualquier forma adjetival era un positivo, si bien algunas de ellas presentaban algún sufijo con un valor peculiar, indicando un grado particularmente intenso de la cualidad en relación con un término de contraste (nuestro comparativo) o destacándola en primer lugar entre los elementos de un grupo (superlativo). Por esta razón, morfemas utilizados en latín en la formación de superlativos, parecen como formantes de numerales ordinales, que destacan a un ser por el lugar que ocupa entre los del grupo. En la lengua latina el comparativo de superioridad es el que conserva el sufijo −ios /−ies/−is, el más difundido en la lengua indoeuropea con tal valor, ya que los de inferioridad e igualdad se formulan con adverbios MINVS, TAM, etc. Este sufijo aplicado en el grado 0, aparece en ocasiones incorporado a la raíz (SEN−EX / SEN−IOR), pero cuando se morfologizó, tendió a incorporarse a la raíz de su positivo (ALT−VS / ALT−IOR). Su declinación es la de un tema en −s: ALTIOR (masculino y femenino), ALTIVS (neutro). En la formación de los superlativos latinos, el sufijo más característico es el heredado del indoeuropeo −mo−, y la combinación más frecuente −is −si −mo−, en que el primer elemento es el mismo formante de los comparativos, aunque en grado 0. La combinación de los elementos −so− y −mo−, que origina en latín la terminación −simus, es la misma empleada en la formación de ordinales de la decena y centena a partir de VICESIMVS. El elemento −to−, origen de algunos superlativos es también formante de ordinales: QVARTVS, SEXTVS. La declinación de los superlativos sigue el tipo de adjetivos de la primera categoría. Los adjetivos compuestos cuyo segundo elemento es −DICVS, −FICVS y −VOLVS, en relación con los verbos DICERE, FACERE Y VELLE, hacen derivar el comparativo y superlativo de las formas que les corresponderían. Así, de MALEDICVS, la forma participial sería MALEDICENS y su comparativo y superlativo, MALEDICENTIOR y MALEDICENTISSIMVS. Los adjetivos con nominativos en −er, ya pertenezcan a la primera o a la segunda categoría, forman el superlativo mediante los elementos −so−mo−. Como en los nominativos del positivo del tipo LIBER, o ACER, las vocales i, o, se pierden en contacto con la −r y surge una vocal de apoyo (e) ante la −r. Por último, la −r asimila la −s del primer sufijo originándose formas como LIBERRIMVS o ACERRIMVS. Evolución semejante existe en un número reducido de adjetivos en −ilis, ya que la mayoría hacen el superlativo según el tipo más frecuente: VTILISSIMVS, AGILISSIMVS. Estos casos se dan en adjetivos de mucho uso: FACILLIMVS, DIFICILLIMVS, GRACILLIMVS, HVMILLIMVS, SIMILLIMVS, SISSIMILLIMVS.

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Comparativos y superlativos asistemáticos. En algunas formaciones asistemáticas, los adjetivos que resultan afectados son de uso muy frecuente, como: BONVS MELIOR OPTIMVS MAGNVS MAIOR MAXIMVS MVULTVS PLUS PLURIMVS SVPERIVS SVPERIOR SVPREMVS o SVMMVS Defectivos de positivo: ANTERIOR / CITERIOR−CITIMVS / DETERIOR−DETERRIMVS/ INTERIOR−INTIMVS, etc. Carentes de comparativo: MERITVS / MERITISSIMVS NOVVS / NOVISSIMVS SACER / SACERRIMVS La defectividad de superlativo es más frecuente: ADVLESCENS, ALACER, CAPITALIS, HORRIDVS, etc. Falta de gradación desde el punto de vista morfológico presentan aquellos adjetivos cuyo positivo termina en dos vocales, así los adjetivos en −eus, ius, −uus. En estos casos, el comparativo de superioridad y el superlativo se realizan con los adverbios MAGIS (PLVS) y MAXIME. La falta de gradación en otros adjetivos puede depender de motivos extrínsecos a la morfología, generalmente semánticos: LVSCVS (tuerto). 5.− Los pronombres: clasificación, paradigmas y significado. Ponga un ejemplo de cada uno de ellos: Personales I) Reflexivos Posesivos a) Clasificación Deícticos II) Anafóricos Enfáticos Anafórico−enfático III) Relativo Interrogativos 15

• CLASIFICACION: El término pronombres se utiliza para designar una categoría muy heterogénea cuyos miembros pueden, en su mayor parte, sin cambiar de forma, actuar como adjetivos determinativos. Sería más exacto hablar de pronombres o de personales por un lado, los únicos que no pueden actuar con función adjetival, y por otro, determinativos, que acogería a posesivos, demostrativos, relativos, interrogativos, indefinidos y numerales. Sin embargo, se puede establecer la siguiente agrupación: • Personales − Reflexivos− Posesivos • Deícticos − Anafóricos − Enfáticos − Anafórico−enfáticos • Relativo − Interrogativos • Indefinidos Personales − Reflexivo − Posesivos Personales: En la lengua indoeuropea, y la lengua latina ha heredado este uso, eran las desinencias verbales las que expresaban la persona−sujeto; de ahí el carácter casi enfático que tienen los personales en este caso, por innecesarios habitualmente. El pronombre personal no comporta diferencias de género, pero hace referencia a un accidente gramatical: la persona. En latín, la primera y segunda persona tiene su representante morfológico, no así la tercera, que se vale del anafórico en la mayoría de los casos o de un demostrativo. Sí existe la categoría de número en los pronombres personales y existe una forma de plural distinta del singular. En cuanto a la función de reflexivo, está neutralizada por las personas primera y segunda, pues no existe forma especial para ellas, la existencia en tercera persona es utilizable para singular y plural. Así, las formas de personales y reflexivos en latín son: EGO / NOS TV / VOS SE Los genitivos de las tres formas (MEI, TVI, SVI) han sido tomados de los posesivos correspondientes, también con sus plurales. En época arcaica existieron formas de genitivo MIS y TIS. Las formas originarias del ablativo singular (MED, TED, SE) coincidieron con las del acusativo al perder la −d oclusiva final. Tendencia a un uso aglutinado de las formas de ablativo con la preposición CVM, tanto en singular como plural: TECVM, NOBISCVM. Las diferencias más notables en la formación del dativo singular de primera persona: MIHI, TIBI, SIBI.

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La forma MI que aparece como dativo es resultante de la contracción de MIHI. Posesivos: Están formados por las mismas partículas que los personales y el reflexivo, con el incorporación de los significantes de género −o/−e (masculino−neutro) y −a (femenino), MEVS, TVVS, SVVS) y el sufijo especializado en la oposición de dos términos (NOSTER, VOSTER, VESTER), para varios poseedores. El posesivo SVVS hereda el carácter reflexivo de SE. En otro caso la posesión de la tercera persona se indica mediante el genitivo de otros pronombres: EIVS, ILLORVM, etc. SVVS hace referencia tanto a la singularidad como a la pluralidad de poseedores. Deícticos − Anafórico − Enfático − Anafórico−enfáticos: Esta categoría de pronombres reemplaza a un sustantivo claramente determinado, bien se haya expresado en el enunciado anterior (caso del anafórico), o esté determinado por el gesto (caso del demostrativo). Entre anafórico y demostrativo la diferencia está en la intensidad de la referencia. Como demostrativos, el latín dispone de tres formas: 1º HIC − HAEC − HOC, demostrativo de primera persona y lo relacionado con ella. 2º ISTE − ISTA − ISTVD, demostrativo de segunda persona y de su entorno. 3º ILLE − ILLA − ILLVD, demostrativo de tercera persona y de lo alejado. En general, presentan la declinación de los temas en −o / −e para masculino y neutro, y de los temas −a para el femenino, salvo en algunos casos. Hay que señalar la presencia del grado −e en los nominativos singulares masculinos: ILLE, ISTE, y el tema en −i de HIC. Relativos−interrogativos: Las formas QVI, QVIS, VTER, derivan todas de la misma raíz indoeuropea quo / qui. En VTER encontramos en sufijo −tero, especializado en la oposición de dos términos. VTER es utilizado como interrogativo en series de dos y tiene un empleo con valor indefinido. No fue utilizado como relativo, función que desempeñó QVI. La principal diferencia entre el relativo QVI y el interrogativo QVIS, es que el paradigma del relativo se realiza sobre el tema en −o− y el del interrogativo−indefinido sobre tema en −i. Después hubo interferencias entre ellos así, el acusativo singular masculino del relativo debía ser QVOM, que luego quedó marginado del paradigma, constituyendo la conjunción CVM (QVVM), siendo sustituido por el correspondiente del paradigma de QVIS, es decir, por QVEM. QVIS? / QVI MILES? ALIQVID / ALIQVOD VERBVM Otra coincidencia afecta el nominativo singular femenino y al nominativo−acusativo plural neutro, donde QVAE se utiliza para interrogativo y relativo, mientras que QVA se utiliza para el indefinido. En ablativo singular se unificaron también las formas con predominio del relativo: QVO, QVA, QVO. El nominativo plural animado de QVIS, QVES, perdura en la lengua arcaica y el inanimado fue relegado a la conjunción QVIA. Se sustituyeron las formas correspondientes del relativo. Lo mismo ocurrió con las formas del genitivo plural QVORUM, QVARVM, QVORVM, frente al QVIVM esperado, mientras que en dativo−ablativo plural predominó la forma del tema en −i: QVIBVS. De modo más general, las formas de QVI que permanecían diferentes de los de QVIS pasaron a emplearse 17

como interrogativo−indefinidos si funcionaban como adjetivos, incluso en sus compuestos: 17 1

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