Qué es la trikita

January 13, 2018 | Author: Anonymous | Category: Trabajos y Tareas, Música
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¿Qué es la trikitixa? El término genérico de trikitixa es utilizado para citar cosas que difieren mucho entre sÃ−. Para unos es un tipo de baile, para otros un estilo de música, pero hoy en dÃ−a y por general se le denomina trikitixa al acordeón diatónico. En Bizkaia el término trikitixa se utiliza desde hace solo 20 años, hasta entonces se la denominaba filarmonikea, término que procede del italiano fisarmonoche. AsÃ−, en opinión de Perez de Urraza, se trata de un dúo instrumental formado por el acordeón diatónico y el pandero. Por el contrario, Juan Mari Beltran se ciñe más a la etimologÃ−a del término: Trikitixa es una onomatopeya, y dicha onomatopeya no corresponde a la trikitia, sino al sonido del pandero, trikiti-trikiti-trikiti... La trikitixa siempre la hemos relacionado con el baile, al baile agarrado y al baile suelo. En lo que al baile suelo respecta, estas son las palabras de Juan Antonio Urbeltz: El baile suelo se trataba de una parte del final del baile de la cuerda. Tras unos bailes bien ordenados llegaba un baile caótico. Durante estos últimos años hemos conocido numerosas parejas de trikitia, la trikitia se nos muestra como un instrumento estrechamente vinculado al pandero. Antes solÃ−an ser las mujeres quienes tocaban la pandereta y existÃ−a entre ellas una costumbre muy curiosa, pues algunas de esas mujeres que tocaban el pandero dibujaban la imagen de sus novios en dichos instrumentos. ¿Cuándo y cómo llegó la trikitixa a Euskal Herria? La primera mención escrita sobre el acordeón diatónico data de 1889. En dicha mención Juan Carlos Guerra sitúa en la romerÃ−a de Urkiola lo que él denomina un nuevo acordeón diatónico. En cambio no está tan claro de dónde proviene y se extiende. Existen dos teorÃ−as ante esta cuestión. Según la teorÃ−a con mayor aceptación, este instrumento llegó de manos de los trabajadores de los Alpes (franceses e italianos) que vinieron a construir el ferrocarril. Pero Kepa Perez de Urraza nos muestra una teorÃ−a bien diferente: Para que exista un florecimiento, debe de haber público, buenos intérpretes y puntos de venta. La tienda Zengoitia se encontraba en Bilbo, probablemente fueran de la marca Honner los primeros acordeones, y los comercializaba Zengoitia. Aingeru Berguizes dice que Bilbao ha sido el centro y que si nos fijamos en la edad de los viejos acordeonistas, tenemos que dirigirnos hacia el este para encontrar acordeonistas más jóvenes, cuando más al este más jóvenes. Ello significarÃ−a que el instrumento se dio a conocer de Bilbao a Gipuzkoa. De Bilbao a Arratia, a Amorebieta, a Gernika, a Lea Artibai y luego a Elgoibar, a las cercanÃ−as de Gelatxo y a Eibar, y de aquÃ− a Elgeta. De todas formas, Urraza no invalida la teorÃ−a del ferrocarril: La trikitixa aparece en una fotografÃ−a realizada en Altsasu en el año 1890, signo de que también llegó por medio del ferrocarril. No hay dudas de que se extendió por todo Europa a finales del siglo XIX, por barco, tren y todo tipo de medios de transporte. Arraigo La trikitixa pronto ocupó un lugar importante entre los instrumentos que interpretaban el repertorio de la música popular. En opinión de Urraza, se trata de un instrumento ligero, pequeño, fácil de llevar a cualquier ermita. Los bajos posibilitan seguir a un ritmo. Afincó sus raÃ−ces en ambientes campestres, puesto que en las ciudades tenÃ−a muchos competidores, como las banda, metales, etc. A los txistularis y atabalaris se les pagaba en cualquier municipio, y la trikitixa se convirtió en pieza fundamental de las romerÃ−as. 1

Repertorio y bailes El repertorio de la trikitixa está estrechamente vinculado a las piezas de baile. Tanto para el baile agarrado como para el baile suelto la trikitixa ha sido un elemento fundamental de las romerÃ−as. La palabra fandango se conoce en Euskal Herria desde el siglo XVIII. Si la trikitixa tuvo éxito no fue debido a que copiaran las piezas que eran interpretadas hasta entonces con instrumentos de música tradicionales, sino gracias al repertorio que mostraba estrechos vÃ−nculos con el baile agarrado, el bals y otros. Baile suelo ya habÃ−a, tubo éxito con el baile agarrado, opina Urraza. Cita tres fuentes del repertorio de la trikitixa: la música de los carlistas, las bandas de música y el repertorio de los instrumentos habituales. En opinión de Beltran, la trikitixa hace suya el repertorio de los anteriores tamborileros, albokaris y especialmente dulzaineros, y los adecua, puesto que la trikitixa ofrece muchas mas opciones que aquellos. El dulzainero necesitaba de un tambor, y el acordeón ofrece la opción de dejar la mano izquierda libre para llevar a cabo las labores del tambor. Además, si al aspecto económico nos referimos, una sola persona realizaba el trabajo de dos. En cambio Urbeltz destaca la importancia que el baile tiene en las relaciones de los chicos con las chicas. Con el baile existÃ−a un idioma cripto para poder hacer relaciones. De ahÃ− esa costumbre de acompañar a las chicas en el baile y otras. Por eso estaba mal visto. La música tradicional vasca, las raÃ−ces vascas ¿Qué es la música vasca?, ¿qué es la música tradicional?. Son preguntas complejas, pero nadie niega que la trikitixa, que no tiene más de un siglo en Euskal Herria, se trata de un instrumento popular y tradicional. Beltran no tiene dudas al respecto: Existen raÃ−ces que son nuevas. La raÃ−z no tiene por qué ser un cuento viejo, sino algo que se ha enraizado, elemento indispensable. La trikitixa no ha sido un instrumento nada académico, ha sido un instrumento popular. El tesoro que ha conseguido ha sido popular, el repertorio lo compuso tomado de las piezas populares (alboka. txistu, dulzaina...), y los hizo suyas. Es tradicional lo que se lleva a cabo por tradición, lo que se repite. Cuando el pueblo concede a algo su propia idiosincrasia se convierte en popular, propio, música popular vasca. Cuando hacemos nuestras las influencias exteriores, a nuestro modo, entonces se vuelven populares, y si se repiten una y otra vez, en tradicionales. Joseba Tapia añade lo siguiente partiendo de su propia experiencia: En otros instrumentos se aprende teorÃ−a musical y luego se le aplica al instrumento, y con la trikitixa la definición musical se realiza con el instrumento, y muchas veces se chocaba con la teorÃ−a musical. Es otra forma de entender la misma música. Función social En lo que a la función social respecta, no hay que olvidar, además de la relación que tenÃ−a con el pueblo, el punto de vista de la forma de vida de los trikitilaris. En opinión de Beltran, "también tenÃ−a una función económica y social, puesto que los trikitilaris han sido semiprofesionales. Surgieron muchos trikitilaris vinculados a ventas, sidrerÃ−as y tabernas, ya que la posibilidad de baile atraÃ−a a mucha gente. La trikitixa quedó vinculada al entorno rural, a la romerÃ−a, mientras que en la ciudad se imponÃ−a el acordeón cromático. Siempre ha estado presente en la vida cotidiana popular (no asÃ− en las celebraciones especiales), ha sido algo cotidiano. Lo ha mantenido el pueblo, se pagaba por ir a las romerÃ−as, no ha sido subvencionado o apoyado económicamente". Por otra parte Urraza nos recuerda que ha sido un elemento libertador: "Tal y como una nueva corriente, trajo 2

consigo una ruptura. Los trikitilaris tocaban el instrumento hasta que se casaban, una vez contraÃ−do el matrimonio dejaban de hacerlo, era indigno. En una época de religión integrista y gran represión ideológica la trikitixa cumplió con una función libertadora en el entorno rural. Sin duda trajo consigo una mayor libertad a la hora de la divertirse. Fue un elemento progresista y se enfrentó a las prohibiciones sociales y religiosos." Urbeltz también tiene algo que comentar al respecto: "Ha sido nuestra generación la que ha sido testigo de la muerte de la sociedad rural. Es tremendo el cambio que ello conlleva. Se trata de un instrumento moderno pero cubre un entorno rural. Los txistularis van al pueblo y los trikitilaris de caserÃ−o en caserÃ−o." En la actualidad La sociedad ha sido testigo de grandes cambios desde el siglo anterior al dÃ−a de hoy. La trikitixa ha cambiado junto a la sociedad, y se ha abierto ha nuevas influencias, estilos y formas de interpretar. En opinión de Beltran, " no existe en la sociedad actual aquel deseo de entonces de bailes de plaza. La trikitixa ha encontrado nuevos espacios y todavÃ−a es algo en constante cambio. Se están creando muchos caminos, pero en general conserva es punto de lo popular. Mucha gente sigue viviendo de la trikitixa (enseñando, vendiendo, tocando, organizando, ...)." Urraza, en cambio, se nos muestra muy crÃ−tico: "Es un elemento en la formación musical. Muchos que no muestran interés alguno ante el solfeo aprenden trikitixa. Se ha extendido a nivel popular. Hubo creadores y existen unos pocos, pero son demasiados los que repiten". Podemos decir que la tendencia tradicional de la trikitixa es parte del patrimonio cultural. Si no se transforma no se mantiene, y si no se mantiene, se muere. En el futuro La trikitixa ha conocido un gran auge estos últimos años. Gran cantidad de escuelas, muchos trikitilaris, diferentes estilos, profesionales, discos, salida a nivel internacional. ¿Pero y en el futuro qué? ¿Cómo se puede mantener la trikitixa en el futuro sin negarle su personalidad? Urraza no puede ser más claro: "Podemos decir que la tendencia tradicional de la trikitixa es parte del patrimonio cultural. Si no se transforma no se mantiene, y si no se mantiene, se muere." Beltran nos muestra aún más claro la necesidad de la evolución permanente: "Hay que cumplir con dos condiciones para mantenerse a lo largo del tiempo: actitud y aptitud. Si la actitud no es flexible, cambiante y creativa, no se puede avanzar. Si la actitud es la de repetir lo anterior lo más fidedignamente posible, no se puede mantener. Si la actitud es abierta, cambiante, entonces sÃ−. Para ello es fundamental la aptitud, sin duda". LA TRIKITIXA Y... (Por Joseina Etxeberria - locutor de Euskadi Gaztea) Poco ha cambiado tanto en el ámbito musical del PaÃ−s Vasco como lo ha hecho la Trikitixa. En pocas palabras: que el antaño y el actual no guardan el más mÃ−nimo parecido, aun compartiendo la misma procedencia o sangre. Viendo el uno junto al otro, nadie afirmarÃ−a que tienen parentesco. Nadie, a primera vista, meterÃ−a en un mismo saco estos hermanos, que se llevan diez años entre sÃ−. ¿Dónde están todas aquellas parejas de otros tiempos? ¿Dónde podemos encontrar los trikitilaris y pandereros que hace pocos años actuaban en pareja? Por otro lado, ¿quién no conoce Tapia Ta Leturia, o Kepa Junkera, o Maixa Ta Ixiar, Gozategi, Alaitz eta Maider, Etzakit, Iker Goenaga...? Incluso el grupo Hiru Truku, ¿por qué no?... En poco tiempo, el acordeón diatónico se ha quedado sin un nexo entre pasado y presente. Seguramente también en esos tiempos habrÃ−a algo, ya que veÃ−amos cajas de ritmo y demás con 3

trikitixas y panderos, pero fueron Tapia eta Leturia y Kepa Junkera quienes pusieron en marcha todo este movimiento, cuando los primeros desde Gipuzkoa, y los segundos desde Bizkaia, empezaron a principios de esta década a quitar el polvo al esquema musical que comenzaba a acartonarse por completo. En este sentido, Joseba Tapia tuvo alguna que otra controversia en varios concursos, quizás en los más ortodoxos, al no dejarle introducir su nuevo proyecto. En diez años se ha hecho prácticamente de todo en ese afán de renovar la trikitixa; los pasos han sido importantes y positivos, aunque probablemente, amén a la verdad, la mayorÃ−a se los debamos a Gozategi, Alaitz eta Maider... Tampoco han faltado tropezones, como en el caso de Tapia Ta Leturia Band. Pero, ¿en qué consiste ese cambio? ¿En qué ha variado el acordeón en estos diez años? Yo creo que todo se debe al hecho de haber prescindido de los purismos y haber agrupado los dos instrumentos con otros más: fusión, mezcla, casamiento, unión, amalgama, es la nueva tendencia de la mayorÃ−a de las músicas. Y, en nuestro caso, a los solitarios panderos y acordeones diatónicos se les han unido el bajo eléctrico, sampler, baterÃ−as, etc.;suma que en música se convierte en multiplicación. He ahÃ− la clave, o al menos una de las claves. La segunda cuestión. Este movimiento estilÃ−stico ha motivado miles de cambios más. Por ejemplo, el de los escenarios. Las plazas, romerÃ−as populares y pasacalles de antaño han sido llevadas a gaztetxes , calles urbanas y a paÃ−ses internacionales. Los trikitilaris de hoy en dÃ−a suelen tocar en Argentina, Uruguay, Canadá, Reino Unido, etc. En las tablas podemos ver junto a los trikitilaris vascos a las mayores figuras del folk y rock; la trikitixa se escucha en cualquier sala moderna o fiesta urbana, cualquier sábado a la noche; vascos y no vascos, todos bailaremos alguna pieza de ritmo vivo y pegadizo. Este cambio de escenario ha repercutido en la misma música, porque para acudir a este tipo de lugares se necesitaba algo más de "lo habitual". ¿Quién no recuerda Bexamela Ta Pastela, de Maixa Ta Ixiar, o Txanpon Baten Truke, de Alaitz eta Maider? ¿O el éxito internacional que Kepa Junkera con este nuevo y doble trabajo, Bilbao 00:00h? Pero, y sin restar nada a la aceptación comercial que han tenido los citados, quizás el caso más curioso sea el de Gozategi, el Nirekin de este trÃ−o, sÃ−, ... aquel Emoiztasu Musutxue... Esta canción sobrepasó en un abrir y cerrar de ojos los lÃ−mites lingüÃ−sticos, hasta convertirse casi en un popular de la Música Vasca, como Euskal Herrian Euskaraz, de Oskorri; Lau Teilatu, de Itoiz; Nere Herriko Neskatxa, de Benito Lertxundi, o Haika Mutil, de Laboa... Algunos sellos y casas discográficas han dado un empuje decisivo esa música, y continúan haciendo ese esfuerzo. Es el caso de Elkarlanean, porque la mayorÃ−a de los artistas nombrados hasta ahora han publicado sus trabajos gracias a esta casa. Este sello -antes simplemente Elkar- reúne la mayorÃ−a de los aires de estas nuevas trikitixas, y parece que tiene intención de seguir ese mismo camino con los nuevos trabajos de Etzakit, Iker Goenaga, etc. Pero, ¿qué ocurrirá con el acordeón tradicional? Lo que es consumir, ahora mismo se consume la mitad de lo que se hacÃ−a hace un tiempo. En pocos años, el mercado con que contaba la trikitixa tradicional se ha visto reducido a la mitad. Durante estas últimas décadas las escuelas de trikitixa siguen enseñando las bases tÃ−picas con gran éxito de público, si bien luego los más innovadores son precisamente esos alumnos. Los aires tradicionalistas tengan tal vez algún espacio en las radios, y no faltarán en los ambientes familiares y populares. Prueba de ello es el caso de Tapia Ta Leturia, ver cómo han vuelto en su último disco hacia la ortodoxia... Quienes iniciaron esta revolución han pasado a fijarse de nuevo en los orÃ−genes. Parece contradictorio, ¿no? Los más innovadores, los más revolucionadores, son ahora tradicionalistas. Sin embargo, opino que el "regreso" de esta pareja no es más que una significativa muestra de su inquietud. No se encuentran cómodos en el lugar en el que está la mayorÃ−a. Como decÃ−a, el tirón de la trikitixa tradicional ha bajado hasta la mitad, o puede que incluso a menos. A partir de aquÃ− ya se trata de gustos, de meras aficiones. Algunos, tanto los mayores como los más 4

jóvenes -en esto no hay edad-, prefieren el acordeón tradicional; la música del pandero y la trikitixa, sin ningún otro instrumento. Además, según sus palabras, cuando se incluyen trastos modernos (el pop, folk, rock que se hace partiendo del acordeón diatónico y el pandero) no es trikitixa. Frente a ellos están los que apuestan por nuevos aires e involucraciones, por hacer cada cosa a su tiempo, que desean arrinconar los purismos e iniciarse en nuevos caminos. Bien o mal, pero partidarios de que dentro de unos años haya constancia de que también nosotros estuvimos aquÃ−...

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