Hanaqpachaq - oscar escalada

June 21, 2018 | Author: Anonymous | Category: Trabajos y Tareas, Música
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Universidad Nacional de La Plata Investigador: Prof. Oscar Escalada

Hanaqpachaq Primer obra polifónica Impresa (¿y compuesta?) en el Nuevo Mundo

Desde que era estudiante, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Plata, tuve una relación muy especial con Hanacpachac. Mi amor por esta obra se despertó desde el mismo momento en que la tuve en mis manos. Mi entonces profesor de Historia de la Música, Mario Videla me la presentó. Me conmocionaba particularmente su belleza pero también su origen. Deseaba leer todo lo que pudiera sobre ella. Quería saber todo sobre Hanacpachac. Una vez, mi coro fue invitado a ofrecer un concierto al que asistió el Gobernador. Antes de comenzar, hice un pequeño comentario sobre el significado y origen de esta obra que interpretaba por primera vez. Luego del concierto, el Gobernador se acercó a saludar, me estrechó la mano y me dijo: “Gracias. Fue magnífico conocer parte de nuestra herencia musical de una manera tan bella”. A partir de entonces Hanacpachac me acompañó en todos los coros que dirigí. Y lo sigue haciendo. Traten de imaginar Vds. lo que sentí cuando llegué por primera vez al lugar donde fue creada: Cusco, Adahuailillas. Fue encontrar el lugar de nacimiento de mi amada profesión aquí en mi tierra americana. Al ver la Plaza de Armas, la Catedral, la Compañía de Jesús y lo que quedó de los templos Incas en Cusco, no pude ni quise frenar mi emoción. Hanacpachac se presentó ante mi con una nueva imagen de la que yo ya tenía, luego de haber conocido más profundamente su origen y haber compartido aunque por breve tiempo, el afecto que me brindaron los descendientes de aquella cultura incaica, orgullosos de su pasado que aún hoy veneran.

Son incalculables las obras musicales que atesoran las iglesias americanas. Tal vez debido a la subestimación o simplemente al desconocimiento de su existencia, recién en la década de 1940 a 1950 musicólogos e historiadores han trabajado en forma sistemática en los archivos musicales y fuentes de documentación histórica, realizando un ponderable trabajo de investigación.

Según la documentación con la que se cuenta hasta el momento, Hanacpachac es la primera obra polifónica impresa en el Nuevo Mundo. En Cusco, Perú, se encontró su original que fue investigado fundamentalmente por los musicólogos Francisco Curt Lange y Robert Stevenson. No podemos afirmar seriamente que sea la primera en haber sido compuesta en el Nuevo Mundo pero, es la más antigua que ha llegado hasta nuestros días.

Está incluida en el Ritual, formulario e institución de curas para administrar a los naturales con advertencias muy necesarias, del franciscano sacerdote de Andahuaylillas Juan Pérez Bocanegra y la impresión se realizó por Geronymo de Contreras, junto al Convento de Santo Domingo, en 1631, y “va compuesta en música a quatro vozes, para que la canten los cantores, al entrar a la Iglesia”.

Al igual que la mayoría de las obras encontradas, Hanacpachac es una obra vocal y religiosa.

Su característica principal es que está escrita en estilo polifónico renacentista y en idioma Quechua y muestra el encuentro y la fusión de dos culturas, donde nacen las primeras manifestaciones del mestizaje musical americano.

En su libro “Interpretación de la música”, Thurston Dart sintetiza muy acertadamente la información que debe buscarse a la hora de abordar una obra temprana. “Una gran canti-

dad de información acerca de la interpretación de la música temprana sobrevive en fuentes contemporáneas, no solo en tratados sino también en cuadros, esculturas…” (1)

Todas las circunstancias que estén alrededor de la obra son importantes. Para poder entonces acercarnos más a esta bella música, en este artículo me referiré a cinco aspectos que la rodean: 1.- los Incas, 2.- la conquista, 3.- el idioma quechua, 4.- el poema y 5.- la música de Hanacpachac.

Los Incas

Es importante recordar que Cusco fue la capital del extendido imperio Inca, el Tahuantinsuyu, que según la afamada investigadora María Rostworowsky, correspondería denominarlo más bien Incario debido a que la voz “imperio” trae demasiadas connotaciones del Viejo Mundo. (2) Cuenta la leyenda que los primeros hombres, “Salidos del Tampu Toco (3)”, fueron – uno a uno – quedando en el camino. Sólo el hermano mayor de los cuatro que partieron, Manco Cápac y su hermana Mama Ocllo enviados por su padre el Sol, llegaron y fundaron el Linaje Solar al encontrar – por mandato divino – la tierra prometida al pie del Huanacauri. Allí fundaron el Qosqo y en homenaje a su Padre construyeron el Coricancha. Más tarde en el siglo XV, Pachacútec, descendiente directo de la Dinastía Solar diseñó sus calles, utilizó la piedra como elemento principal y la hizo eterna, desafiando los siglos. Según esta leyenda los incas dominaron el Universo. El cielo y las constelaciones les era conocido. Supieron que en la constelación de Orión, al llegar el equinoccio, el Sol se alejaba y había que retenerlo de algún modo. De esa manera nació el Inti Raymi, la fiesta en la que el Inca, hijo legítimo del Sol, rezaba y bebía con Él. A la hora precisa, el Sol, desde el oriente, penetraba por una ventana en el Templo del Coricancha. Allí, el Inca de pie recibía el calor paterno y se daba inicio a la ceremonia.(4) Esto ocurría cada 21 de junio y la fiesta duraba nueve días. Sin embargo, a pesar de estos conocimientos tan complejos, los Incas no conocían la rueda, el vidrio ni el hierro.

Según algunos investigadores, la leyenda está basada en hechos reales que ocurrieron efectivamente. Ellos han podido establecer que la cultura Inca posee elementos de otras varias culturas aborígenes preincaicas que vienen de 12.000 años antes de Cristo. Según esta teoría, los incas tomaron lo mejor de cada una de ellas, tanto en los terrenos del arte como de la ciencia y que la llegada de los primeros incas al Cusco se debe a la emigración forzada de grupos originales del Tiahuanacu, al sur del Lago Titicaca.

Cusco (Qosqo en idioma quechua) significa, según el cronista Inca Garcilaso de la Vega, “ombligo”. Otros estudiosos le dan el significado de “mojón” o también “hito, señal, punto de referencia, núcleo”.

Como se puede ver, de todas estas acepciones surge claramente que quienes le dieron su nombre, consideraron que era “el ombligo del mundo”.

Efectivamente, allí vivía el Inca. Soberano indiscutido, jefe supremo del Tahuantinsuyu e Hijo del Sol. El Inca y el Cusco centralizaban la magnificencia del culto solar que funcionó en el área andina en los últimos cien años antes de la llegada de Pizarro. Su poder se extendía hasta lo que hoy es Ecuador por el norte a lo que llamaban Contisuyu; Bolivia, norte

de Chile y noroeste de Argentina por el sur, el Collasuyu; la selva Amazónica por el este, el Antisuyu y el Océano Pacífico por el oeste, el Chinchaysuyu. Estos cuatro mundos formaban el Universo Inca: el Tahuantinsuyu.

A la llegada de los españoles entre 1531 y 1535, encontraron una cultura extraordinaria, basada fundamentalmente en el respeto a la “Pachamama”, la Madre Tierra, a quien le rendían culto en cada acto de su vida. Su cosmos (mundo sagrado) estaba dividido en tres zonas fundamentales, el Hanan Pacha o mundo de arriba (hanan o hanaq: arriba; pacha: mundo, universo), donde moraban los dioses y estaba representada por el cóndor; el Cay Pacha o mundo de la superficie (cay: ser, existir) donde habitaban los hombres, representado por el puma, y el Ucu Pacha o Urin Pacha, mundo del subsuelo (ucu: dentro, interior; urin: parte baja de un lugar) en el que vivían los dioses relacionados con la fertilidad y los muertos. Se lo representaba por la serpiente.

Su organización socioeconómica se basaba en el ayni, que es la forma de reciprocidad económica, cultural, y moral que funcionaba con mecanismos jurídicos propios a niveles de personas y familias. El ayni se ejercía dentro del contexto del ayllu o la comunidad campesina andina. El ayllu es la organización básica del incanato. Constituyó la célula fundamental de la sociedad. Estaba formada por el conjunto de descendientes de un antepasado común. Algo parecido al concepto de “familia” pero mucho más ampliado hacia “dinastía”. Sus principios morales eran: Yachay (Saber), Llankay (Trabajo), y Munay (Voluntad).

El mayor mérito del inca es haber dado a su pueblo una moral. (5) Los incas gobernaron de tal manera que no había ni un ladrón, ni un hombre vicioso. Los incas construyeron su trono sobre las potencias del alma y no sobre la sangre de sus vasallos. Su ética no les permitía mentir, robar o estar ociosos.

Precisamente, una de las razones fundamentales que permitió que Francisco Pizarro, conquistara Cusco fue el resquebrajamiento de esa moral con la ruptura del ayllu Inca (la dinastía Inca) debido a la enemistad entre Atahualpa - hijo bastardo del Inca Huayna Cápac y la Princesa Pacha del reino de los Siris en Kitu (hoy Quito, Ecuador) - y Huascar, su hermano e hijo legítimo de Huayna Cápac, quien había sido coronado Inca oficialmente. Cabe señalar que el Inca tenía prerrogativas de las que el resto de su pueblo carecía. Es así que se castigaba con la muerte al adulterio (6) pero el Inca tenía varias mujeres, una de las cuales tenía el honor de ser la principal.

Atahualpa se autoproclamó Inca en Cajamarca y Huamachuco, y mandó a su ejército a que avance sobre Cusco y capture y mate a su hermano Huascar. De este modo Atahualpa asumió un poder absoluto y empleó crueles métodos de dominación rompiendo también con la milenaria tradición andina del ayni (la reciprocidad) condenando hasta su propio ayllu. Baste señalar las palabras del Inca Garcilaso, quien describe la represión desatada por Atahualpa de esta manera: “.…mayor y más sedienta que la de los Otomanos fue la crueldad de Atauwallpa que no hartándose con la de doscientos hermanos suyos, hijos del Gran Huayna Qhapaq, pasó adelante a beber las de sus sobrinos y parientes, dentro y fuera del cuarto grado, que como fuese de la sangre real, no escapó ningún legítimo bastardo.” (7)

La conquista Los pueblos así maltratados vieron en Pizarro la esperanza de libertad que habían perdido bajo el incanato de Atahualpa y desorientados por el quiebre de la tradición del ayllu y el ayni, se aliaron a él confiados en el principio ayni por el cual esperaban la reciprocidad de Pizarro. De ese modo, además de hacer uso de un armamento superior, no más de ciento ochenta españoles lograron dominar a miles de indígenas. Francisco Pizarro, jamás pensó en la reciprocidad para con quienes eran sus aliados y luego de vencer a Atahualpa en Cajamarca, mandó ejecutarlo como hereje, es decir, en la hoguera. Para los incas, morir por acción

del fuego, era perder la posibilidad de volver a la Pachamama, al Ucu Pacha descripto anteriormente. Era, en fin, no poder pertenecer nunca más a su cosmos donde se encontraban sus antepasados. La tradición española por su parte, hacía que Atahualpa no pudiese ser colgado porque era un hereje (no bautizado). Por fin, y para poder morir de otra forma que no fuese por el fuego, Atahualpa aceptó ser bautizado bajo el nombre de Francisco, siendo el propio Pizarro su padrino. De este curioso modo se dio la paradoja de que habiendo sido evangelizado, Atahualpa gracias a ello fue colgado en la horca.

Francisco Pizarro, un analfabeto aventurero, quien había llegado al Nuevo Mundo con la sed insaciable de la codicia y el único propósito de su propio enriquecimiento, cumple con todos los requisitos del conquistador: mira la vida como una lotería, no calcula nada y arriesga su existencia en una tirada de dados; la conquista le atrae por lo que tiene de quimérico. Estos hombres, duros para sí mismos como para los demás, no retrocedían ante nada, y cuando finalmente se encontraban con las riquezas soñadas, los invadía una verdadera embriaguez y perdían todo control. Los crímenes han sido innumerables, desde el asesinato de Atahualpa hasta la violación de las vírgenes del sol (las mamaconas). La destrucción de los palacios, el pillaje de los almacenes. Las riquezas fueron estúpidamente destruidas, sin provecho para nadie; para tomar la canela, se cortaba el árbol; para tener lana se mataba la vicuña. “Los españoles – dice Ondegardo - hicieron más daño en cuatro años que el inca en 400.” (8) Dueño ya de Cusco, Pizarro comenzó la campaña devastadora de la gran cultura Inca, nombrando Gobernador de Cusco a su hermano Fernando, ya que él se dirigió a fundar la “Ciudad de los Reyes”, hoy Lima y expandir su poder hacia Ecuador.

Así, donde había una huaca (santuario inca), surgía una cruz o se construía un templo cristiano. Fernando comenzó su depredadora tarea ordenando la edificación del Convento de Santo Domingo sobre el mismo Templo del Sol, llamado en época preincaica Inticancha (Inti: sol; cancha: solar, patio) y más tarde por los incas Coricancha (Cori: oro) por estar adornado con este precioso metal. Hechos como este marcan a las claras la absoluta decisión de los conquistadores de demostrar a los indígenas la superioridad de su religión e imponer su cultura. Ello además del pillaje a que fueron expuestos, ya que el oro utilizado por los incas para adorar al sol fue brutalmente saqueado y fundido. No obstante, todavía queda para admiración de los estudiosos y visitantes de Cusco, parte de las impresionantes estructuras de piedra perfectamente pulida y encastrada sin argamasa que fueron aprovechadas por los españoles como base para muchas de sus construcciones.

Como no podía ser de otra manera entre gente de su estirpe, en su afán de lograr dominio y riqueza, Pizarro comenzó a tener serias diferencias con su segundo, Diego de Almagro, con quién entabló una guerra civil logrando imponerse y darle muerte. Pero finalmente, seguidores de Almagro entre los que se contaba su hijo Diego el Mozo, lo asesinaron. En 1544 se instaura el primer Virrey del Perú, Blasco Nuñez de Vela quien a través de la mita, somete a trabajos obligados a la población indígena que fue diezmada.

Queda claro entonces que tanto militarmente como culturalmente los colonizadores desataron una ola de acciones devastadoras con el fin de someter al pueblo inca.

No obstante lo terrible de la situación así planteada, no todos los recién llegados al Nuevo Mundo utilizaban las mismas técnicas de dominación. A partir de 1569 el Virrey Francisco de Toledo realizó hasta 1581 una buena y meticulosa administración. Los sacerdotes dominicos establecidos en el Convento de Santo Domingo (construido entre 1560 y1654) en Cusco, la Compañía de Jesus y los sacerdotes Franciscanos fueron los encargados de la evangelización que llevaron adelante a través de la música, la poesía, la escultura y la pintura. Desde su fundación en 1216 por Santo Domingo de Guzmán, la Orden de los Predicadores o Dominicos pusieron en práctica las enseñanzas de Santo Domingo que consistían

en que los predicadores ofrecieran una imagen de espiritualidad y renuncia a los bienes materiales.

La Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola en 1539, por su parte había adoptado después de la Contrarreforma el ministerio de la enseñanza y fundó su sede cusqueña en la hermosa construcción barroca que lleva su nombre, sobre la misma Plaza de Armas a la que da la Catedral.

San Pedro de Andahuailillas

Por su parte la orden fundada por San Francisco de Asis a principios del 1200, desarrolló su tarea evangelizadora en la iglesia de San Pedro en Andahuaylillas, a unos 32 kilómetros de Cusco en el camino a Puno. Esta iglesia, al igual que las mencionadas en Cusco, fue construida sobre un templo inca. Se la considera “La Capilla Sixtina de América” debido a los exquisitos frescos que la adornan y sus altares y tallas doradas a la hoja. Allí nació Hanacpahac y los descendientes de sus creadores, siguen viviendo aún en ese pequeño poblado. Debo agregar, sin embargo que me dio pena ver el estado de deterioro en que se encuentra. De no hacerse algo por restaurarla a la brevedad, poco tiempo más durará su bello arte y nuestros hijos se verán privados de su encanto y de su historia.

El arte pictórico se desarrolló en Perú a partir del Siglo XVI como consecuencia de la influencia de artistas italianos como el sacerdote jesuita Bernardo Bitti. En el siglo siguiente desapareció la influencia italiana y favoreció la formación de una escuela autóctona. En la actualidad se encuentran pinturas muy características de motivos religiosos en la Catedral de

La Capilla Sixtina de América



Cusco y otras iglesias de la región incluyendo a San Pedro en Andahuaylillas. El estilo utili zado que data del Siglo XVII se denomina “escuela cusqueña” y su característica reside en que los personajes tienen el cabello rizado, la cara rozagante y pulposa, el uso de tintas planas y los fondos de oro. Uno de los pintores más conocidos en este estilo es Diego Quispe Tito, un aborigen de extraordinaria sensibilidad artística. Aunque lamentablemente, muchas veces estos trabajos no eran firmados y se desconoce su autor. La escultura tuvo en Cusco su época más esplendorosa durante los siglos XVII y XVIII. Cabe citar las sillerías del coro y los retablos de madera tallada de la Catedral y las iglesias de San Sebastián y San Pedro de Andahuaylillas.

Detalle del techo de S. P. de Andahuailillas

Ya los incas tenían especial interés en la música. Había una división de las mujeres llamadas mamacona (5) (Vírgenes del Sol) en distintas categorías, de acuerdo a sus orígenes, belleza y aptitudes. En los accllahuasi o claustros para vírgenes, se enseñaba a niñas desde los doce años - las Taqui Aclla - que eran seleccionadas por sus aptitudes musicales y sus cualidades vocales y cantaban acompañadas por tambores y pincullos (flautas de caña). El Inca Garcilaso, un mestizo hijo de una aborigen y un español, en sus Comentarios reales, y el cronista Guamán Poma, recogen en sus relatos las fiestas celebradas en el Tahuantinsuyu en donde se cantaba, se bailaba y se ejecutaban instrumentos tales como tambores, trompetas de caracol, flautas traversas, antaras y quenas. De esta manera, el aprendizaje y práctica de la música que llevaron los sacerdotes españoles no le fue extraño a los aborígenes. El sacerdote franciscano Bernardo de Sahagún, otro cronista de la época, hace mención de las bellas condiciones musicales de las Taqui Aclla. Los principales centros musicales se establecieron en los centros religiosos. Los más importantes en Perú fueron Cusco, Lima y Trujillo. En lo referente a la poesía, los hermanos Rodrigo, Luis y Edwuin Montoya Rojas han hecho un encomiable trabajo de recopilación, tipificación y análisis. Una de las conclusiones interesantes a la que arriban es que “la relación que los indígenas tienen con sus Dioses no es de sumisión plena y total reverencia. Como no se trata de Dioses abstractos, es posible discutir con ellos, exigirles, levantarles la voz. El “Canto del Pastor” es un ejemplo: “Señor San Juan Bautista/ no tendrás miedø yo me enfrentaré con el hacendadø me encontraré con el barbudø no tendré miedø ni en la hacienda/ ni en el corrał ni en la pampa de Dios”. (9)

Cuando se refieren a sus Apus (Espíritu tutelar de un pueblo) y Huamanis (Dios de la mitología chanca), lo hacen con plegarias y encargos: “Cerro Chitulla, Cerro grande/ tú que recibes el rocíø de los nevados Carhuarasu y Sara Sara, (10)/ ¿no serías capaz de recibir/ las lágrimas de un desgraciado?”. Una de las primeras poesías que se conocen en quechua esta atribuida al Inca Manco Cápac y dice así: El sol y la luna,/ el día y la noche/ la estación de lluvias/ no son por gusto, ordenados van/ al sitio dispuestø y medido. Por lo tanto ya se ejercía el arte poético entre los incas. El Quechua

Orgullosos de su pasado, el pueblo peruano lo honra respetando su lengua ancestral. Desde 1974 en Perú hay dos lenguas oficiales: el español y el quechua. La Constitución de ese país está escrita en ambos idiomas dando con ello muestras de su respeto.

Entre los didactas del quechua del siglo XVI aparece el bachiller Juan Pérez Bocanegra, cura, primero en el corazón andino de Andahuailillas y luego, párroco de la Iglesia de Belén del Cusco y Examinador de quechua y aymará por más de treinta años. Su Ritual publicado en 1631 como dije antes, brota pues, de la entraña popular de las confesiones y trato con los indios. Bocanegra proclama la originalidad de su trabajo, que no es adquirido de otro Ritual, y que trata de decir las verdades cristianas en el lenguaje vulgar, pero con “el modo de decir polido de la ciudad de Cusco que es el Atenas de esta tan amplia y general lengua que se llama quechua y no quichua como comúnmente se nombra entre todos…” El quechua es para el párroco cusqueño lengua “mucho más dilatada y de todos universalmente mejor entendida y hablada que la lengua aymara: difícil, menos común y más sucinta”

El quechua es el runasimi, el hablar del hombre. Según el Prof. Armando Valenzuela Lovon, Académico de número de la Academia Mayor de la Lengua Quechua y Docente Universitario, el quechua goza entre otras, de las siguientes características lingüisticas: 1- Pertenece al grupo de las lenguas aglutinantes. En su estructura gramatical es semejante al latín, al ruso y al hebreo. 2- Es onomatopéyico. Gran parte de sus palabras surgen de la imitación de los ruidos de la naturaleza. 3- Utiliza la yuxtaposición. Las palabras se juntan armoniosamente o los sufijos se acondicionan a la raíz, uno tras otro. 4- Es polisintético. A una palabra raíz, se le acumulan muchos sufijos modificándole el sentido conceptual. 5- Posee abundante sinonimia. 6- Es de significación múltiple. Cada palabra generalmente tiene su significado lógico, directo y su significado figurado, indirecto. A veces una palabra tiene hasta cuatro significados. (11) Estas características hacen que al traducir del quechua al castellano, necesariamente se pierda parte de su belleza, ya que no se puede ni imitar su onomatopeya, ni darle simultáneamente todos los significados que tiene cada vocablo. Por ende solamente se le puede asignar su significado lógico o directo perdiendo la posibilidad de expresar su significado figurado. En este punto, quiero reverenciar y agradecer a la Profesora Juana J. Delgado Tarifa de la Academia Mayor de la Lengua Quechua en Cusco (12), por su inestimable aporte en tratar de enseñarme la lógica del quechua y en explicarme la profundidad del poema que se canta en el Hanacpachac. Era un verdadero placer ver cómo ella disfrutaba de la obra. A cada momento me decía “Mire…¡qué bella frase esta!”.

Como dije antes, la amplitud del quechua dificulta su traducción, no obstante, siempre será preferible rescatar algo de su belleza que continuar en la ignorancia. Otro de los inconvenientes del quechua es ¿cómo escribirlo?, ya que originalmente no se escribía. Los acuerdos de La Paz (1954), o el alfabeto oficial de 1975 son dos alternativas recientes. Anteriormente el Padre Lira (1944) escribió un diccionario y en 1609 Fray Diego González Holguín hizo uno de los primeros esfuerzos. Lo que seguidamente se detalla respeta las normas de 1975 y respeta las enseñanzas y estudio realizado por la Prof. Delgado Tarifa. El poema A continuación transcribiré como ejemplo un análisis de los significados y constitución de los primeros dos términos, que como recordaremos son acumulativos. Luego, con las limitaciones propias, daré la traducción aproximada de cada uno de los vocablos y finalmente ofreceré una versión del poema. Las primeras dos palabras son analizadas de la siguiente manera: HANAQPACHAQ Hana arriba q (de) pacha cosmos, tierra, tiempo, el todo q (de) Y puede traducirse como: del cielo, o del todo que está arriba KUSIKUYNIN Kusi alegre Ku se Y su (de la 3ra. Persona) Ni auxiliar para terminales en consonante N infinitivo Y puede traducirse como: alegrarse

Ambas voces al traducirlas lógicamente se transformarían en algo así como: Alegría del cielo. Según Fray Diego González Holguin, su equivalente en español sería más bien Gloria del cielo, pero aún así ello no interpreta la totalidad del significado que tiene en lengua quechua, perdiéndose la magnitud cosmogónica y total de la voz pacha. Primera estrofa HANAQPACHAQ KUSIKUYNIN WARANQAQTA MUCH’ASQAYKI YUPAY

RURU

POQOQ

MALLQUI RUNAKUNAQ SUYAKUYNIN KALLPANAQPA









del cielo su alegría (3ra. persona) del millar, de los miles te besaré, te reverenciaré, te adoraré. valorar, estimar, apreciar. fruto, pepa, fruta el que madura árbol (en general), árbol frutal de los hombres, de la humanidad el que aguarda, el que espera. del que da fuerza, del que alienta

Q’EMIKUYNIN WAQYASQAYTA



su apoyo, su sostén (3ra. Persona) a mi llamado Segunda estrofa

UYARIWAY MUCH’ASQAYTA DIOSPA RANPAN DIOSPA MAMAN YURA

T’OQTO





HAMANQ’AYMAN YUPASQALLA QOLLPASQAYTA

WAWAYKIMAN SUYASQAYTA RIKUCHILLAY

escúchame, óyeme a mi beso, a mi reverencia, a mi adoración. guiado, conducido por Dios Madre de Dios planta (YURAQ blanco) plumas blancas de ave jugosas, mantecosas (APUT’OQTO planta lilásea de bellísima flor carmesí en forma de cáliz muy abierto, jazmín, nardo, flor delicada.) hacia la azucena (es signo de pureza) valorado, estimado, apreciado a mi llanto acongojado (QOLLPA mineral, sal) figurativo de lágrimas También Lo que he mudado, lo que he cambiado, lo que he curado a tu hijo a mi espera, deseo, ansia. muéstrale, hazle saber Traducción propuesta

Gloria del cielo por millares reverenciada, valorada fruta de árbol que madura, esperanza que alienta y apoyo de los hombres, ven a mi llamado. Escúchame Madre de Dios, mi esperanza, apreciada flor blanca, fragante azucena. Guiada por Él ofrécele a tu hijo mi llanto acongojado. En la edición del Hanacpachac que hice para Neil A. Kjos (ED. 8786), se podrá observar que hay algunas diferencias en cuanto a la escritura del texto con respecto a la que presento en este artículo, además de la traducción que ahora ofrezco completa para las dos estrofas. Ello es debido a conclusiones emanadas de estas posteriores investigaciones. Sirva pues este artículo para la actualización de aquella publicación. Es importante recordar que el quechua no se escribió nunca en la época inca, y solamente se ha tratado de hacerlo desde la época colonial haciendo uso del español con sus sonidos de referencia. Si bien es cierto que en 1975 fue establecido el tipo de escritura en forma

oficial, no hay todavía acuerdos definitivos entre los lingüistas. Algunas diferencias son planteadas por los lingüistas de la Universidad de San Marcos en Lima, que se consignan en la antología de los hermanos Montoya Rojas.

La música

Fray Juan Pérez de Bocanegra, como dije antes, es el autor del libro. No conocemos al autor de la música ni del poema, a pesar de atribuirse dudosamente al propio Fray Juan. En el caso de la música en mi opinión pudo haber sido compuesta por un aprendiz o indígena instruido, o por algún religioso no dedicado especialmente a esta actividad musical.

Facsimil de Hanaqpachaq

Las razones que me llevan a esta conclusión son el tratamiento dado a algunas conducciones de voces y resoluciones y/o abordajes de disonancias, como así también algunos aspectos rítmicos y formales que no eran habituales en aquella época en Europa. Coincido con Schönberg cuando dice que “cada época tiene un determinado sentido de la forma que nos dice hasta dónde podemos ir en la realización de una idea y hasta dónde no podemos ir, y por ello la cuestión es cumplir unas condiciones conocidas a través de la convención de cada época que hacen surgir una expectativa y garantizan con ello la satisfacción de la necesidad conclusiva”. (13)

La versión que me obsequió el musicólogo argentino Waldemar Axel Roldán, y que coincide con la de Mario Videla, también está escrita en Re menor (eólico). La primera sección concluye en el compás 10 siendo preparada en el compás anterior con una cadencia VII6 - I con doble retardo 7-6; 4-3, realizados sucesivamente por la contralto y el tenor. Allí se hace uso en el bajo de la segunda frigia (mi bemol) que se dirige hacia un acorde de tónica probablemente mayor en el compás siguiente, haciendo uso de musica sub intellecta o música ficta. La utilización del VII grado menor descendiendo el mi, evita la utilización del acorde disminuido que hubiese correspondido y también prescinde de la sensible (do sostenido), lo que le da un agradable sabor modal. (Fig. 1) Las octavas sucesivas, a pesar de estar abordadas por movimiento contrario, se presentan en el segundo y tercer tiempos del compás 8 entre el bajo y la contralto. En la segunda sección encontramos un movimiento de quintas paralelas entre el tenor y el bajo del compás 12. Estas conducciones eran evitadas habitualmente. (Fig. 2) En cuanto al tratamiento de las disonancias, en el último tiempo del compás 12, se produce una disonancia preparada resuelta de manera agradable al oído pero no usual como resolución. (Fig. 2)

Habitualmente la nota que desciende es la que “viene sonando”, no la que produce la disonancia como en este caso. Luego en el tercer tiempo del compás 15 se produce entre el bajo y el tenor otra disonancia sin preparar que se resuelve de manera por demás extraña ya que lo hace en forma ascendente. Ésta última también podría tratarse de un error del copista original ya que es completamente fuera de estilo. La lógica de la época sugiere que deberían haber sido dos “si” y no un “la” y un “si”. (Fig. 3)

Figura 1

Es interesante la utilización de comienzos acéfalos en los compases 7; 11 y 14 que le dan un carácter muy particular producto del cambio de acento en el comienzo de cada segmento. Este cambio acentual – del primer tiempo al tercero - se produce no solo en los que acabo de mencionar sino que se suma una anacruza en el 17 que hace incrementar la tensión sobre el final donde el acento recae sobre el primer tiempo. (Fig. 4)

Figura 2



Desde el punto de vista formal, la obra se divide en dos secciones de diez compases c/u. A su vez cada sección se divide en dos segmentos de tres compases c/u. y uno de cuatro compases, lo que tampoco es una estructura habitual.

Figura 3

Como corresponde a la época, no hay especificación de tempo. No obstante, la tradición del tactus utilizado en los siglos XV y XVI creo que es aplicable a esta obra del siglo XVII. Recordemos que el tactus era lo que hoy llamaríamos tempo. Aunque hay una sustancial diferencia producto de que el tactus tenía un valor casi rígido y oscilaba entre 50 -60 M.M., y el tempo es sumamente variable.

Figura 4

Hay que tener en cuenta que las novedades en cuanto a los cambios en los estilos musicales provenientes de Europa, no llegaban al Nuevo Mundo simultáneamente a su aparición. Prueba de ello es que el estilo en el que está compuesto Hanacpachac es renacentista,

siendo que en Europa ya imperaba el estilo barroco. Por otra parte se trata de una canción utilizada en las procesiones, como lo consigna la edición original, lo cual puede haberla acelerado un poco, tal vez hasta 72 M.M.

Segment 1

Segmento 1

Segment 2

Segmento 2

Ms. Section 1

Section 2



1

* 2

* * 11 12

3 * 13

Segment 3

Segmento 3

5

6

* 7

* ** 14 15

16

** 17

4

8

9

10

18

19

20

Acephalous ** Upbeat **Comienzo acéfalo **Síncopa Figura 5

A través de lo queForm ocurreofenHanacpachac las actuales procesiones – independientes de Hanacpachac -, es posible observar que el uso de variados instrumentos de percusión, fundamentalmente membranófonos e idiófonos, así como aerófonos del tipo de las zampoñas, quenas y pincullos acompañan al pueblo en sus cantos, donde tampoco faltan las danzas. De este modo, creo que la utilización de estos instrumentos en la recreación que se haga actualmente, enriquecerá la interpretación.

Sugiero los siguientes:

Idiófonos: Quijada, sonajeros (de cápsulas frutales, chaschas, etc.), cascabeles.

Membranófonos: Bombo, caja.

Aerófonos: Orquesta de sikus doblando las partes del coro.

Una versión utilizando esta instrumentación fue grabada por el Coral del Nuevo Mundo bajo mi dirección, en los EE.UU. Los interesados en escucharla pueden hacerlo en una versión MP3 en mi sitio http://www.oescalada.com.ar

Por último, de acuerdo a la oficialización de la escritura quechua en 1975, las palabras indicadas más abajo se deben escribir de la siguiente manera: HANAQPACHAQ PAQARIQTANPU TANPUT’OQO MANQO CAPAQ MAMA OQLLO QORI KANCHA WANAKAURI PACHAKUTIQ TAWANTISUYU QONTISUYU QOLLASUYU KAY PACHA UKHU PACHA WAYNA QHAPAQ WASKAR ATAWALLPA MAMAKUNA (Ya está pluralizada con el morfema KUNA, no hay que agregar S para pluralizar “las mamakuna” en lugar de las mamakunas)

WAKA INTI KANCHA TAKI AKLLA PINKUILLU + kuna = pinkuillukuna (plural)

Notas 1. Thurston Dart, pg. 16 2. Historia del Tahuantisuyu, pg. 15 3. Hueco, cueva, posada. Se encuentra en el distrito de Pacaractampu, Provincia de Paruro, Cusco 4. Milla, Miguel Ha. - Varios Autores - Inka Rimay No. 5, pg. 43 5. El imperio socialista de los Incas, pg. 120 6. Idem pg. 467 7. Coincide con este comentario María Rostworowski en Historia del Tawantisuyu, pág. 167 y ss. 8. Op. cit., pág 467 9. Antología de la Poesía Quechua, Pág 72 y ss. 10. Carhuarasu y Sara Sara son los Apus mayores de las provincias de Lucanas y Parinacochas 11. Inka Rimay, pág. 29 12. Profesora de Quechua del Centro de Enseñanza de la Academia Mayor de la Lengua Quechua y Secretaria General del Directorio de la Academia Mayor de la Lengua Quechua, quien desarrolla su actividad también como Traductora de Quechua al Castellano (Especializada en documentos antiguos escritos en Romance) 13. Armonía, Pág. 144

Bibliografía Baudin, Louis – El imperio socialista de los Incas – Instituto de Etnología – Universidad de París – Francia 1951 Cossio del Pomar, Felipe – El mundo de los incas – Fondo de cultura económica – México 1969 Dart, Thurston – Interpretación de la música – Victor Leru – Buenos Aires, 1975 (1967) de la Motte, Diether - Armonía – Labor – Buenos Aires 1994 (1976) Diccionario Quechua-Español – Academia Mayor de la lengua Quechua – Cusco, Perú 1995. EnciclopediaHispánica – Enciclopedia Britannica publishers – 1993 Gómez García, Zoila – Música Latinoamericana y Caribeña – Pueblo y educación – La Habana, 1995. Hancock, Graham – Las huellas de los Dioses – Grupo Zeta – Barcelona 1998 (1995) Itier, César – Les textes quechuas coloniaux – Artículo publicado en www.sigu7.jussieu.fr Montoya Rojas, Rodrigo, Luis y Edwin – “Antología de la Poesía Quechua que se canta en el Perú” - Universidad Nacional Federico Villarreal, Lima, Perú 1998. Pease G.Y., Franklin – Los últimos Incas del Cusco – Villanuevz, Lima, 1981 (1972) Porras Barrenechea, Raúl – Indagaciones Peruanas: El legado quechua, Fray Diego González Holguin – Artículo publicado en www.bibvirtuałlibros Roldán, Waldemar Axel – Antoligía de la música colonial americana – Edición del autor, Buenos Aires 1986. Rostworowski de Diez Canseco, María – Historia del Tahuantinsuyu – IEP – Lima, 1992 (1988) Schönberg, Arnold – Armonía – Real Musical – Madrid, 1974 Varios Autores - Inka Rimay No. 5, Órgano de la Academia Mayor de la Lengua Quechua – Municipalidad Provincial del Cusco, Cusco, Perú 2000 Villasante Ortiz, Segundo – Aprendamos quechua – Municipalidad del Qosqo, 1995



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